Internacional

La nueva puerta de Lleida


Un espacio público, un territorio libre para cualquier expresión artística, adecuado para la contemplación del entorno, seguro para ser recorrido durante el día y la noche, integrador por su accesibilidad absoluta.


El proyecto que presentamos da cuenta de numerosas cualidades, al tiempo que devuelve –con un equilibrio eficaz– una nueva imagen urbana a la ciudad de Lérida (Lleida, en catalán) al noreste de España.


Fundamentos conceptuales


Las grandes zonas verdes que rodean a la ciudad y su emblema arquitectónico más antiguo –la románica Catedral de la Seu Vella–, establecieron un marco de acción para que el equipo de la arquitecta Benedetta Tagliabue (EMBT) determinara que esta intervención del espacio público debería de contar con un dominio absoluto de todas las visuales del entorno manteniendo su carácter abierto y de presencia discreta. Quizá por ello, el proyecto para la nueva plaza homenaje al pianista español Ricard Viñes (Lérida, 1875-Barcelona, 1943), integra en todos sus rincones este grado de belleza sorprendente, sin perder el objetivo fundamental de construir una gran zona verde donde reubicar la escultura del músico como base de la propuesta: un espacio integrado en su conjunto por pequeñas plazas y zonas verdes para la ciudad, en un lugar estratégico caracterizado por el gran flujo de vehículos y peatones.


El despacho EMBT con sede en Barcelona explica que ha empleado la forma de un laberinto a pesar de ser una imagen demasiado antigua. “El significado cultural y la interpretación del laberinto como símbolo son muy ricos. Labir es una palabra relacionada con la roca, una admirable piedra; quizá por ello desde ese punto la presencia del concreto es imprescindible en el desarrollo de nuestra solución. Por otro lado Inthos es una palabra griega que indica un lugar de fundación encontrado, un fin alcanzado, la materialidad del sueño, el espacio”.


Si bien los arquitectos a cargo del proyecto indican que aunque la etimología no es muy clara, recurrieron al pasado con una idea basada en el hecho de que hubo un tiempo en que los bailes se organizaban mediante dibujos en planta. “Por ello, propusimos un espacio abierto ocupado por una pista de baile con un dibujo laberíntico que sirviera para guiar los pasos y los movimientos de los bailarines que tejerán con su andar la danza de la primavera alrededor de un elemento central, un tótem de concreto prefabricado con más de ocho metros de altura dividido en diez piezas, el cual genera y guía los movimientos de la danza, y llena de vida el espacio a su alrededor”.


Sueños y realidades


Desde esa metáfora ciudadanos y vehículos transitan en una nueva danza en la Plaza Ricard Viñes, por un lado los peatones conquistan el espacio público al ser guiados por las líneas marcadas en el dibujo del baile y materializadas por los pavimentos de concreto dispuestos en toda la plaza bajo diversos tratamientos de color, textura y forma que cobran personalidad cuando la iluminación artificial se hace presente. Así, partiendo del entendido de que las rotondas, normalmente no son accesibles y por esto están dedicadas a parques, porque sólo organizan el movimiento del tráfico y regalan una visión inesperada a los conductores. El proyecto buscó referentes y argumentó que otras ciudades europeas son famosas por sus espectaculares rotondas como la de L’Étoile de París o la Tiergarten de Berlín con su memorable columna coronada con un Ángel. “En Bath, Inglaterra, el arquitecto John Wood creó una de las más famosas de la ciudad: el Royal Crescent, que con sus rotondas verdes, organizadoras del tráfico, han contribuido enormemente a definir y popularizar la imagen de la ciudad, quisimos hacer algo similar con identidad propia”.


El caso análogo más cercano que se tenía era la Plaza Francesc Maciá, situada en una de las zonas más transitadas de Barcelona, punto clave de entrada y salida de la ciudad. “Nos gustó asimilar la idea de laberinto verde con la idea de entrada, una puerta a la ciudad de Lérida, un acceso con un mensaje verde que propicie una nueva imagen de la ciudad, que envíe un mensaje de las transformaciones que en ella ocurren, que la lectura sea diferente desde afuera, que se evidenciaran las nuevas responsabilidades con el espacio público”.


El proyecto que resultó ganador del concurso convocado en 2007 y que comenzó su construcción hasta 2009 quedó definido por una rotonda y una nueva plaza para la ciudad. Por un lado el primer elemento, se determina con un dibujo enmarañado, compuesto por bandas de vegetación y de pavimento en concreto mientras que el segundo está organizado por áreas verdes: árboles, zonas de césped y arbustos bajos plantados en forma de laberinto que serán visibles desde la calle.


Estas plantaciones tienen la finalidad de ayudar a organizar las actividades de ocio del barrio, unas terrazas, un café, un área de juego para niños, bancos, recorridos peatonales, entre otras actividades que suceden a lo largo del día sin alguna restricción de forma o espacio.


Concreto abierto


Para convertir este espacio en realidad fue empleado el concreto en distintas modalidades. Por una parte se empleó como elemento prefabricado para la realización del pavimento, el mobiliario urbano y del emblemático tótem; además se usaron otros materiales como caucho, piedra granítica de dos colores; elementos metálicos con apoyo de madera para las bancas; estructura colgantes para catenarias (sujeción de iluminación), farolas diseñadas ex profeso de acero galvanizado pintado y una barandilla metálica pintada.


Destaca sin duda la presencia de la empresa GLS Prefabricados, una compañía resultado de la fusión de Cafisol SA, Leripresa-Leridana de Prefabricados SA y Vituc SL, las cuales se han unido para formar un nuevo grupo con la misión de ofrecer soluciones constructivas avanzadas al sector de la construcción, que faciliten y mejoren la realización de las obras en términos de calidad, tiempo, costo y seguridad mediante la utilización de piezas prefabricadas de concreto con medidas estandarizadas.


Esta empresa se ha especializado en la prefabricación para obra pública y residencial, especialmente en obras de urbanización, pavimentación, muros, sistemas de riego, carreteras, y edificación, ellos consideran que en este proyecto se refrenda uno de sus principales cánones ideológicos: “El pavimento es la piel del paisaje. La piel de un paisaje humano, diseñado a la medida humana. El paisaje donde transcurre la mayor parte de nuestra vida en comunidad: la calle, la plaza, la rambla, el paseo junto al mar, el parque, el patio del hogar”.


La empresa encargada de proveer las piezas prefabricadas de concreto para los pavimentos afirma que este proyecto reitera: “Tenemos las ideas; tenemos los productos y la voluntad de crear paisajes únicos, con personalidad propia y con una calidad que los haga perdurables en el tiempo y seguros en el espacio. Por ello, siempre trabajamos con arquitectos y clientes desde las primeras fases del proyecto para buscar soluciones que transformen el espacio público y el espacio privado en un entorno nuevo y atractivo con la presencia del concreto en sus diferentes modalidades. Nuestro objetivo es siempre exaltar las cualidades del material y al mismo tiempo las del espacio al cual servirán”.


Con una experiencia de más de 40 años en el sector; con una continua política de reinversión y de modernización de las instalaciones productivas, GLS Prefabricados se sitúa entre las empresas líderes en el sector de los prefabricados ligeros de concreto en España.


Rostro renovado


Esta obra, además de devolver un espacio recreativo y verde a la ciudad , se fusiona con la reciente inauguración del Teatro y Centro de Convenciones de la ciudad realizado por el despacho holandés MECANOO; envía un mensaje claro de priorizar la importancia del espacio público, la arquitectura sustentable, el paisaje y urbanismo de la ciudad, misma que muestra al mundo un nuevo perfil contemporáneo no sólo por sus flamantes construcciones, sino por la esencia de ellas.


 

Autor: Gregorio B. Mendoza
Fotos: Cortesía EMBT

 

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