Sector cementero

Investigaciones de gran talla


El Instituto tecnológico de la construcción (Aidico) en españa, investiga a través de nuevas prestaciones y nuevas funcionalidades, a diferentes materiales tradicionales de construcción


El Instituto Tecnológico de la Construcción (AI-DICO) es una asocia-ción privada no lucra-tiva, conformada por empresas del sector. Fue creada en 1990 por la Ge-neralitat Valenciana. Pertenece a la Red de Institutos Tecnológi-cos de la Comunidad Valenciana (REDIT), así como a la Federación Española de Entidades de Inno-vación y Tecnología (FEDIT). La misión de AIDICO es optimizar la capacidad de innovación, cali-dad, seguridad y sustentabilidad de las empresas del sector, con el fin de potenciar su competiti-vidad en los mercados nacionales e internacionales.


Algunas de las líneas de inves-tigación que desarrolla este ins-tituto de renombre están vincu-ladas a: Ensayos físico-químicos de materiales de construcción; calibración en los equipos de medida y ensayo; asesoramiento tecnológico y asistencia técnica a empresas; investigación de mercados exteriores a España y apoyo en la internacionalización de las empresas; certificación de productos; formación tecnológi-ca de las empresas y desarrollo profesional de su personal, así como investigación, recopilación y difusión de las necesidades in-formativas de las empresas.


De cinco años a la fecha este importante instituto valenciano ha venido trabajando en el desarrollo de inhibidores para prevenir la corrosión de las armaduras en el concreto. Estos productos son sintetizados en las nuevas insta-laciones que el centro ha acon-dicionado para la preparación de nanomateriales que aporten nuevas prestaciones y nuevas funcionalidades a los materiales tradicionales de construcción. Recientemente también ha constituido una spin off, AIDICO Nano, para comercializar los nanomateriales que está desarrollando AIDICO. En este sentido, José Manuel Lloris Cormano, técnico del área de Nanomateriales, de la Unidad Técnica de Investigación de Materiales del Instituto Tecnológico de la Construcción Instituto Tec-nológico de la Construcción (AIDICO), junto con otros notables miembros del equipo de investigadores comentaron en diversos medios, recientemente, que dentro de las líneas estratégicas de investigación del instituto, destaca la línea de investigación de materiales inteligentes, en la cual se desarrollan productos y nanomateriales capaces de responder ante un estímulo externo, contrarrestando los efectos per-judiciales que esta transformación produce en el material.


Parte de la investigación en ese campo se está llevando a cabo en colaboración con la empresa valenciana de siglas Cyes, la cual es un grupo empresarial dedicado a la gestión integral de infraestructuras con más de treinta años de experiencia, y que opera en los campos de la construcción, el medio ambiente, los servicios, las concesio-nes y los recursos naturales. El trabajo está centrado principalmente en el desarrollo de un nuevo sistema para la prevención “inteligente” de la corrosión originada por los aniones cloruro. El sistema está basado en la incorporación de agentes inhibidores de la corrosión en el interior de nanoestruc-turas, para que se produzca un proceso de liberación controlada de este agente inhibidor, en respuesta al aumento de la concentración de cloruros en el seno del concreto.


Los costos asociados a los fenómenos de la co-rrosión suponen una parte importante del producto interior bruto (PIB) de todos los países desarrolla-dos. En este sentido, algunos estudios llevados a cabo sobre el impacto económico de la corrosión muestran resultados alarmantes. Por ejemplo, de 1999 a 2001, Estados Unidos de Norteamérica tuvo un total anual de gastos originados por la corrosión de unos 276 mil millones de dólares, lo que supone el 3,1% del PIB. Debido a esto, es extremadamente importante desarrollar métodos preventivos que impidan la aparición de estos procesos.


Cabe recordar que los inhibidores de la corrosión se han utilizado extensamente desde décadas, aun-que su uso como aditivos para el concreto resulta más reciente. Un inhibidor ideal, lo define AIDICO como “el compuesto químico, que añadido en cantidades adecuadas al concreto, puede prevenir la corrosión del acero embebido y no tiene efectos adversos en las propieda-des del concreto”. En este caso, el planteamiento de la asociación ha sido “desarrollar una reserva inteligente de inhibidores de la corrosión en el concreto armado”, con el propósito de que puedan ser liberados únicamente cuando exista peligro de iniciarse los pro-cesos de oxidación de las armadu-ras (Fig. 1). El sistema actúa por tanto, como un sensor de iones cloruro y además responde de forma activa o inteligente a dicho estímulo con la liberación contro-lada de los agentes inhibidores de la corrosión. Además del propio efecto inhibidor, una respuesta paralela es la encapsulación o captura de los iones cloruro, lo que implicará la reducción efec-tiva de la concentración de iones cloruro solubles en el seno de la matriz del concreto. El aditivo mantiene suficiente capacidad inhibidora para proporcionar una protección efectiva durante toda la vida útil del concreto, y además libera el inhibidor a una velocidad y concentración sufi-ciente para proteger la barra de refuerzo del concreto. El aditivo tampoco altera las propiedades del concreto.

Conviene subrayar que los procedimientos habituales para medir la corrosión en el concreto armado consisten en la medida del potencial y la velocidad de corrosión. Las medidas del poten-cial de corrosión se realizaron con un potenciostato-galvanostato (Fig. 2). Las medidas electro-químicas han consistido en la medición del Potencial a Circuito Abierto (OCP) de acuerdo con la norma ASTM C 876 para la determinación del potencial de media celda, frente a un electrodo de calomelanos saturado (SCE).

Todas las probetas que con-tienen el inhibidor nanoestruc-turado presentan potenciales de corrosión con valores superiores (menos negativos) a -100 mV, in-dicando de acuerdo con la Norma ASTM C 876 que en este caso la probabilidad de producirse procesos de corrosión es inferior al 5%, mientras que las probetas ensayadas sin inhibidor de corro-sión en estas mismas condiciones, presentan a partir de 50 días unos potenciales menores (más nega-tivos) que - 400 mV, indicando una probabilidad de producirse procesos de corrosión superior al 90% (figura 3).


Actualmente, se están llevan-do a cabo los ensayos en condi-ciones reales en las instalaciones de la empresa Cyes en el puerto marítimo de Sagunto, preparán-dose probetas de hormigón y dejándolas en agua de mar para evaluar su comportamiento en condiciones de reales de expo-sición (Fig. 4).


 

Gabriela Celis Navarro

 

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