• Revista ciencia y tecnología
  • Revista ciencia y tecnología
  • Revista ciencia y tecnología
  • Revista ciencia y tecnología

Arquitectura

Moka House


Los materiales y los detalles se desarrollan simultáneamente a nuestra capacidad de imaginar, proyectar y persuadir. En este proceso la arquitectura aparece sola”.Joaquín Torres. Acero


Los arquitectos Joaquín Torres y Rafael Llamazares fundaron en La Coruña en 1996 el estudio Acero, cuya actividad principal se centra en el desarrollo integral de proyectos de arquitectura. La firma española ha impulsado desde entonces múltiples proyectos residenciales, de oficinas y desarrollos comerciales en distintas partes de España, Marruecos, Suiza y Hungría; así como algunos proyectos urbanos para República Dominicana, Brasil y Cuba. En 2007 fueron acreedores al Primer Premio en el Concurso Internacional de Ideas “Nébula” en Dubai, con el cual se les permitió realizar una urbanización residencial de 600,000 m², siendo éste uno de sus proyectos más ambiciosos. De este proyecto “Nébula”, cabe decir que se trata de siete torres de entre 49 y 192 metros de altura, asentadas sobre una superficie de 505,000 metros, sobre una de las famosas “Palmeras” –el famoso mundo de arena ganada al mar en le actualidad–que desarrollaron en la bogante Dubai.


Para esta importante firma española, forma y función son un binomio fundamental en la realización de sus trabajos. Al respecto, sus directivos señalan: “Nuestro método de trabajo parte del estudio profundo del programa de necesidades del cliente. Se plantean los problemas en toda su extensión, se estudian todas las posibilidades de resolver los problemas, y las posibilidades materiales de construir lo resuelto”. Así, cada nuevo objeto de diseño responde perfectamente a las necesidades del cliente para resolver el proyecto y al espacio en sí.


Entre la gran diversidad de proyectos que ha realizado este despacho desde el momento de su fundación, Acero dio a conocer en abril de este 2011 uno de sus nuevas construcciones: Moka House, una obra que destaca por sus remarcados volúmenes, por la riqueza espacial de una residencia unifamiliar, así como por el dinamismo existente entre la relación física y visual de los espacios interiores con el exterior.


Emplazada a las afueras de Madrid, esta excepcional vivienda unifamiliar se alza de manera armónica y en plena relación con el paisaje circundante. Una de las características del trabajo de Acero es la de utilizar los materiales con un sentido natural y novedoso y en este caso el concreto aparente es el principal protagonista, otorgándole a las fachadas una flexibilidad volumétrica casi escultórica, poderosa y elegante. Cabe decir que este sentido de innovación estética no sólo está presente en esta obra sino en el trabajo arquitectónico en general que hacen en este despacho.


Así, en la Moka House, cada elemento estructural de esta construcción fue hecho con base en el concreto armado con acero de alta resistencia y aplicado tanto en las zapatas aisladas de cimentación como en la superestructura con un procedimiento de vibrado en sitio. El concreto de la fachada es de un tono claro con acabado “abujardado”, el cual proporciona una superficie de aspecto rugoso y homogéneo.


Sin duda, en esta casa cada detalle está perfectamente estudiado; cada muro, detalle y rincón reflejan el cuidado y estudiado trabajo que hay detrás. Ésta se adapta a un terreno de pendiente media con volúmenes de contundentes formas, volcando las áreas principales a los espacios comunes de la urbanización, buscando un mayor aprovechamiento de las vistas y de la superficie libre.


La marcada horizontalidad de los volúmenes se ve rota por el acceso principal con un volumen vertical a doble altura. En lo que se refiere a la distribución, estancias y superficies, esta vivienda se desarrolla en 3 plantas, dispuestas a 3 niveles diferentes, buscando el perfecto funcionamiento de la vivienda en relación a las necesidades de la propiedad.

En la planta a nivel del sótano –que se encuentra semienterrado– pueden diferenciarse claramente dos zonas: la zona recreativa y la zona de servicio. En la primera de ellas se encuentra la piscina con área para camastros y vestidores, instalaciones para sauna y gimnasio, así como una espaciosa, pero cómoda sala de cine; la zona destinada al desarrollo de los trabajo de servicio, se sitúa al oriente de la edificación, contando con cuartos de instalaciones, lavandería, almacén y un acceso directo al estacionamiento. Las circulaciones verticales a las plantas subsecuentes se resuelven con una escalera que desembarca en el distribuidor de la planta baja y un ascensor que comunica con todos los niveles de la edificación.


En la planta baja, el vestíbulo distribuidor que da acceso a la vivienda, comunica dos zonas claramente diferenciadas por ese mismo eje imaginario dirección oriente-poniente, una es la zona privada y la otra es la de las áreas públicas, ambas comunicadas a su vez con la gran terraza a través de amplios ventanales y puertas de cristal hacia el exterior. Por su parte, en el costado poniente se ubica la recámara principal con amplios vestidores y baño privado y en el lado opuesto de esta línea imaginaria, se encuentran las estancias complementarias, con la sala de estar, comedor, cuartos de baño, vestidores, despensa, cocina y un área destinada a oficina. Por su parte, las instalaciones deportivas se completan en el exterior con una pista de pádel, vinculada a la vivienda desde el tramo de acceso peatonal principal de la vivienda y una pasarela peatonal en el costado poniente de la residencia. Destacan las pérgolas del porche, realizadas mediante vigas aligeradas, losas macizas y remate, mediante estructura metálica con acero, que sirven para resguardar un estar y un comedor al exterior.


La planta alta se conecta visualmente con la planta inferior mediante una doble altura que distingue los dormitorios reservados para los invitados, dotándolos de más intimidad; mientras que los tres dormitorios pertenecientes a la vida íntima de la familia, están vinculados a una biblioteca-despacho y un estar muy bien comunicados. Así, la solución formal ha sido resultado de una estética de volúmenes rotundos que juegan con sus propias alturas y formas, del entorno circundante y de la búsqueda de riqueza espacial interior.


A-cero ha encontrado en Moka House una experiencia más allá de lo normal, de austeridad contemporánea, logrando superar la dureza y ortogonalidad del concreto con líneas y curvas que juegan con el impresionante paisaje del lugar. Cabe decir que el equipo de diseño de este despacho gustoso jugó con los volúmenes y con el concreto para realizar esta residencia única y escultural, con un estupendo telón de fondo y han demostrado que ser creativo con el concreto puede dar como resultado una obra contemporánea, fresca y atractiva. Así, en el mundo de la arquitectura internacional, sin duda, el despacho A-cero se presenta en la actualidad con un estilo muy propio: una arquitectura moderna, innovadora, que gusta de los temas lúdicos, limpia, funcional y con un diseño inspirado en el arte y la escultura.



 

Texto: Imelda Morales Ferrero
Fotos: Cortesía A-cero

 

Bookmark and Share

Anunciantes