Quién y Dónde

La ingeniería civil al
servicio de México


Al frente de la Alianza FiiDEM, el ingeniero Alfonso Ramírez Lavín encabeza una de las iniciativas más ambiciosas promovidas por la UNAM: fortalecer la ingeniería mexicana asociada a la infraestructura.


Quién y donde

En su adolescencia, el ing. Alfonso Ramírez Lavín pasaba las vacaciones en un pequeño pueblo de la huasteca potosina cerca de Tampico, Tamaulipas, donde su tío trabajaba para una comisión de la Cuenca de Recursos Hídricos. Allí nació su amor por el campo y por las obras de infraestructura a las que iba de visita con su tío. Más tarde estudió Ingeniería Civil en la UNAM y posteriormente una especialización en irrigación en Estados Unidos enfocada a la infraestructura.


De regreso en México, el ingeniero Alfonso Ramírez Lavín inició una vasta carrera profesional en la que ha ocupado diversos cargos en el sector público, muchos de ellos vinculados con el desarrollo rural. En la actualidad es director General de la Alianza FiiDEM (Formación Investigación Infraestructura para el desarrollo de México) una asociación civil conformada por entidades gubernamentales, empresas, instituciones de educación superior y asociaciones profesionales que busca fortalecer las capacidades de la ingenierÍa mexicana y de las disciplinas asociadas a la infraestructura para impulsar el desarrollo de México.


Una vida al servicio público


Entusiasta y extrovertido, el ingeniero Ramírez Lavín recuerda su paso por las secretarías de Recursos Hidráulicos y de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SRH-SARH). “Allí trabajé 29 años, empecé de dibujante, luego de calculista, y pasé por todos los escalafones del servicio público. En esa época había directores generales y subdirectores; no fui director de área porque ese puesto no existía”. Uno de los retos que rememora fue cuando lo invitaron a ser secretario Técnico en la Oficialía Mayor de la SARH “El Oficial Mayor me dijo que necesitaban alguien que le entendiera a los técnicos para que los administrativos les dieran un servicio adecuado. Así me involucré en actividades administrativas, fue difícil pero tuvimos buenos resultados”.


Posteriormente fue director General de Control Operativo de las Delegaciones de la SARH siendo responsable de la planeación, control y seguimiento de los programas operativos de las 35 Delegaciones Estatales y Regionales de la Secretaría. Al término de esta responsabilidad fue director General de Infraestructura Rural de la SARH; director General y delegado Fiduciario Especial de los Fideicomisos de Obras de Infraestructura Rural (FOIR) y de Riesgo Compartido (FIRCO). Corría el sexenio presidido por Carlos Salinas de Gortari, la encomienda que tenía el ingeniero Ramírez Lavín era fusionar en una sola estas tres instituciones. “Con el diseño e implementación del proceso de desarrollo y modernización institucional redujimos la plantilla de personal de 5,200 personas a 1,700 en un lapso de tres años”. A la par, nuestro entrevistado encabezó la planeación estratégica de los procesos operativos para ampliar los programas de pequeña infraestructura productiva; obras hidroagrícolas, pecuarias, forestales y de conservación de suelo y agua; transferencia de tecnología para propiciar la adopción de mejores prácticas culturales; y asistencia técnica para garantizar el óptimo aprovechamiento de los recursos.


Tras casi 30 años de trabajar en la SRH-SARH, con el cambio de sexenio, a finales de 1994 Alfonso Ramírez Lavín dejó la Secretaría. Durante un tiempo fue consultor del Banco Mundial y en 1997 inició una nueva experiencia profesional como coordinador de Asesores de la dirección General del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) a cargo del doctor Gustavo Chapela Castañares. “Allí entré en contacto con el trabajo de los investigadores. Aprendí de ellos el método científico y la importancia de la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Sin embargo, el ritmo era muy diferente”. No obstante el choque cultural, el pragmatismo de Ramírez Lavín fue sustancial para llevar a cabo un cambio estructural en el IMP. “Logramos que el Instituto fuera el primer centro público de investigación al amparo de la Ley de Ciencia y Tecnología”.


En los nueve años que estuvo como coordinador de Asesores en el IMP fue responsable, entre otros temas, de la definición e implantación de la Alianza Estratégica con el Battelle Memorial Institute para acelerar la transferencia de capacidades científicas y técnicas para mejorar la operación del IMP y satisfacer las necesidades tecnológicas de PEMEX. Diseñó y supervisó la implantación del Servicio Profesional de Carrera y coordinó y supervisó proyectos estratégicos para PEMEX, a fin de reforzar la imagen del IMP como prestador de servicios de alto contenido tecnológico. En 2005, los cambios político administrativos una vez más dieron un giro a su destino. Con el fin de la gestión del doctor Chapela en el IMP, Alfonso Ramírez Lavín concluyó su responsabilidad en la coordinación de asesores. Después, cuenta: “Regresé a ser consultor independiente en ingeniería y desarrollo institucional. Me enfoqué en el tema de liberación de derechos de vía para nuevas carreteras como la de Toluca a Naucalpan y la de Lerma a Tres Marías”. Empresas como Grupo ICA y La Nacional y dependencias federales como la CFE y la SCT han sido asesoradas por el ingeniero Alfonso Ramírez Lavín, quien nos cuenta que en el 2009 se reencontró con el doctor Sergio Alcocer Martínez de Castro, entonces secretario General de la UNAM, a quien había conocido en los años que estuvo en el IMP. “Me lo topé en el Colegio de Ingenieros Civiles de México y me invitó a que lo apoyara a coordinar varios proyectos; uno de ellos era la puesta en marcha de la Alianza FiiDEM”.


Impulsor de la infraestructura


El Ing. Ramírez Lavín recuerda que el doctor José Narro Robles, actual rector de nuestra máxima casa de estudios, anunció la conformación de la Alianza FiiDEM en el 2009 con el propósito de fortalecer la ingeniería, fomentar la innovación y reactivar el interés en los jóvenes para estudiar ingeniería civil. No obstante, la puesta en marcha avanzaba con lentitud. En enero de 2010, el doctor Sergio Alcocer le encomendó agilizar la formalización de FiiDEM y pronto le puso el primer reto: el rector quería celebrar la primera asamblea de asociados el 8 de junio de 2010. Al revisar el estatuto surgió la pregunta de quién iba a ser el Director General; al preguntarle al doctor Alcocer éste le respondió “¡Vas a ser tú! el rector ya autorizó que seas propuesto ante los miembros de la Asamblea”.


Quién y donde A más de un año de operación FiiDEM ha ido dando los pasos para posicionarse como una organización de clase mundial que garantice su operación en el tiempo y permita llevar a cabo las siguientes líneas estratégicas: formación y actualización de especialistas; investigación, desarrollo tecnológico e investigación; inteligencia tecnológica y gestión del conocimiento; sistema de calidad de la ingeniería; difusión y divulgación de temas de ingeniería e infraestructura. Alfonso Ramírez Lavín dice que el propósito de la Alianza es articular y aglutinar a representantes del gobierno, las empresas, las instituciones de educación superior (IES) y las asociaciones profesionales para que colaboren en proyectos de relevancia en torno a la infraestructura.


Para lograrlo la Alianza se conforma por una Asamblea General de Asociados, el Consejo Directivo, la Dirección General, y la Comisión de Honor y Justicia. En la actualidad FiiDEM suma 75 socios -13 entidades de gobierno, 26 empresas, 9 instituciones de educación superior y 27 asociaciones profesionales-. Cabe destacar que el IMCyC es socio de la Alianza y sus miembros participan en los Comités de Difusión y Aceleración del Conocimiento. CEMEX y la Cámara Nacional de Cemento también son miembros al igual que la Comisión Federal de Electricidad, la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Energía, Grupo ICA, Grupo Tradeco, el Instituto Politécnico Nacional, la UNAM y el Colegio de Ingenieros Civiles de México, entre otras destacadas instituciones y empresas.


Un aspecto fundamental que persigue la Alianza es fortalecer la formación de los futuros ingenieros civiles ya que el perfil de los egresados de la carrera no es lo que requieren los empleadores. “FiiDEM no va a sustituir a las universidades, sino a ayudar a que formen profesionales con perfiles adecuados a las demandas actuales de la práctica profesional”. En este sentido, se han organizado conferencias en las escuelas de ingeniería impartidas por ingenieros activos en la práctica profesional para que los alumnos sepan a qué se van a enfrentar. También se promueve la creación de una Red de Centros para la Formación e Innovación en los que se capacitará y actualizará a especialistas en las áreas de estructuras y materiales de alta tecnología; geotecnia y cimentaciones, agua, energía reno-vable y telecomunicaciones.


Otro objetivo es fortalecer las capacidades de innovación y desarrollo tecnológico. “En el país hay obsolescencia en materia de infraestructura, de instalaciones, de equipamiento. Un ejemplo es que en México no hay un túnel de viento, lo que tenemos es un túnel de soplido y los estudios tienen que hacerse en Estados Unidos y Canadá. Tampoco hay mesas vibratorias para evaluar los impactos del sismo; en las que tenemos no entran las ballenas que se están colocando en el segundo piso del periférico. Cuando se cayó una, para evaluarla se tuvo que cortar y esto cambia todas las condiciones de frontera”. Así, uno de los primeros proyectos de FiiDEM para el que ya hay fondos es la construcción de un Laboratorio del Túnel de Viento.


Alfonso Ramírez Lavín dice que otro aspecto importante es provocar que se trabaje en políticas públicas que apuesten por la planeación en materia de infraestructura a mediano y largo plazo. “Hay que romper con la inercia de las políticas sexenales y hacer prospectivas. Plantear qué va a pasar con los hidrocarburos, con el agua, con la energía”. A pregunta expresa de cuáles considera son los principales retos de la ingeniería civil y la infraestructura en nuestro país nos dice: “Uno es el agua; la tercera guerra mundial va a ser por el agua, no por el petróleo. Otro es el transporte, cómo mejorar la movilidad y conectividad. También está el tema de la prevención de riesgos; no estamos haciendo nada en materia de infraestructura para desastres. Y desde luego el de la generación de energía; aquella generada por los hidrocarburos frente a las energías renovables como la eólica, solar, biomasa, geotermia que además contribuyen a abatir el cambio climático”.


Estos y otros retos son los que en la actualidad busca alcanzar el ingeniero Alfonso Ramírez Lavín al frente de la Alianza FiiDEM; sin duda fundamentales en un país como el nuestro que requiere de fortalecer su infraestructura para ser competitivo en un mundo cada vez más globalizado. Para ello lo primero es despertar el interés de los jóvenes en la profesión tal y como surgió en él cuando iba con su tío a visitar obras en la Cuenca del Río Pánuco, cerca de Tampico.


 

Autor: Isaura González Gottdiener

Retratos: a&s photo/graphics

 

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