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Internacional

Otra joya colombiana


Caracterizada por su gran compromiso, la arquitectura colombiana puede presumir de grandes obras pero sobre todo de grandes maestros, como Rogelio Salmona (1927-2007).


Artes Plásticas Continuadora de la obra del maestro Rogelio Salmona quedó una gene-ración de profesio-nales que mantuvo ese perfil y esa búsqueda con renovadas intenciones y argumen-tos propios del arquitecto ícono de Colombia. Así se presenta el Centro Cultural y Biblioteca Pú-blica Julio Mario Santo Domingo de Bogotá.


Fundamentos del contexto


El arquitecto Daniel Bermú-dez, de la Universidad de los Andes (1967-1973) forma parte de ese grupo de profe-sionales que siguen dotando de referentes a las ciudades colombianas. Profesor de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes desde 1975 se ha desempeñado como titular de diferentes talleres de proyectos y ha tenido un papel protagónico en la renovación del currículo académico del programa de Arquitectura de la institución. En sus manos estaba este proyec-to, una gran responsabilidad y un reto muy grande que cumplir.


La intervención comprende el diseño del Centro Cultural y Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo y del parque re-creativo San José de Bavaria, de seis hectáreas de extensión. La edificación propuesta al interior del parque, se arremete 40 m de frente a la vía en razón de una serie de eucaliptos existentes. En este ajuste se desarrollaron espa-cios públicos vegetados y pavi-mentados con colores y texturas variables, así como la escalinata de tránsito y estancia, misma que al final de su recorrido permite apreciar los cerros, rasgo carac-terístico del contexto topográfico de la ciudad colombiana.


Justo ahí se encuentran dos cilindros que escoltan el acce-so, éstos brindan iluminación y ventilación a la cafetería que se encuentra bajo el nivel de acce-so y que está deliberadamente separada del edificio principal. Finalmente, en un nivel debajo se encuentra el sótano y los servicios técnicos de todo el proyecto.


En el conjunto construido y especialmente en las salas de lectura, el tratamiento de la luz es fundamental. Gracias a la se-paración deliberada entre muros es posible ver que los rayos de sol caigan sobre circulaciones y no sobre estancias. Por su parte, en la sala de lectura infantil una clara-boya de carácter escultural ofrece planos a 45 grados que reflejan la luz solar evitando su contacto directo. Complemento a las salas cubiertas, la biblioteca cuenta con una terraza exterior de lectura. En ella los antepechos altos recortan y seleccionan el contexto geográfi-camente relevante compuesto por cerros y árboles.


En general, la arquitectura planteada involucra dentro de su definición una serie de estrategias en miras de lograr la eficiencia energética del edificio, mismo que fue concebido desde un principio con una gran responsabilidad con el medio ambiente y la comunidad local. “Un edificio que se adapta al lugar, que genera una mínima hue-lla ambiental en el terreno, respeta la vegetación existente, disminuye el uso de vehículos, reduce al mínimo las áreas impermeables en los espacios exteriores, no uti-liza ningún equipo mecánico de climatización artificial, reduce las cargas eléctricas, utiliza de manera estratégica y poética la luz natural, cuyos costos de funcionamiento y mantenimiento se optimizan al máximo, eso es este edificio”, afir-ma Bermúdez. Y es que en todas sus áreas, desde las mínimas zonas de servicio hasta el gran auditorio o la sala de lectura se generan las mejores condiciones interiores de confort térmico y lumínico median-te la aplicación de tecnologías pro-pias a la arquitectura bioclimática como lo son la protección solar, la ventilación natural, el uso de la inercia térmica como mecanismo pasivo de climatización y el uso de la luz natural. El edificio respira y la luz fluye haciéndose parte in-tegral de la arquitectura a través del concreto.


Artes Plásticas

Debe mencionarse que el Cen-tro Cultural, donación de la familia Santo Domingo alberga dos activi-dades principales dispuestas a los costados de un vestíbulo de gran altura, que otorga visuales sorpren-dentes y aprovecha el sol del norte. A la izquierda del espacio central, anunciada por un guardarropa, exis-te una megabiblioteca del sistema Bibliored. A la derecha, anunciados por una taquilla, se encuentran dos teatros, uno de carácter experi-mental para 400 personas y otro de usos múltiples y acústica variable con la posibilidad de representar opera para 1300 personas.


El concreto de Bogotá


Los materiales del conjunto son casi una constante: el concreto claro que caracteriza la obra del arquitecto Daniel Bermúdez refleja la luz e identidad de Bogotá con un lenguaje renovado que contrasta armónicamente con la arquitectura de paisaje y el diseño de las áreas al aire libre. Por otro, lado los teatros construidos se diferencian mate-rialmente de resto del conjunto cultural por un agregado rojizo, pre-sente en el concreto aparente tanto en interiores como en exteriores. Asimismo, destaca notablemente el trabajo desarrollado cuidadosa-mente con la cimbra ya que gracias a las consideraciones de diseño se han obtenido múltiples innovacio-nes estéticas y funcionales. Uno de ello es la serie de perforaciones que se aprecian en los muros, los cuales se convierten en finos agujeros para el tránsito de luz gracias a la inserción de pequeños tubos de ensayo de dos tapas. El arquitecto nos recuerda que toda la obra tuvo presente una actitud de clara racio-nalización y uso de los materiales para mantener como elemento protagónico el sistema estructural que le da soporte y que debido a las condiciones sísmicas de Bogotá luce columnas, trabes y muros de gran tamaño.


El proceso en términos ge-nerales fue el siguiente. Una vez construidos los pilotes, se inició la construcción de los dados de cimentación, los cuales albergaban conjuntos de hasta cuatro pilotes. Los dados fueron unidos mediante vigas de cimentación de sección 0.60 x 1.00 m en su mayoría y dentro de los cuales nacieron las columnas que soportarían la super-estructura. Perimetralmente se construyeron muros de contención en concreto aparente. Posteriormente a la construcción de los dados y vigas de cimentación, se procedió a arreglar la plataforma contaminada durante el pilotaje, garantizando una superficie ho-mogénea que recibiera la losa de cimentación de 13 cm de espesor.


Artes Plásticas Bien podríamos mencionar algunos de los apor-tes y valores de esta obra en ese sentido, el primero de ellos es que el concreto es hegemónicamente el acabado de todo el conjunto pero no sólo eso sino que se ha empleado en tres diferentes modalidades procurando la perfecta coordinación técnica con todas las ingenierías para no provocar resanes o adecuaciones en detrimento del valor estético del edificio. Se empleó concreto gris convencional para cimentaciones y losas de entrepisos (20,229 m3); color beige para columnas, muros interiores y exteriores de las bibliotecas y del hall principal (5,139 m3) y concreto “roso” para el interior y exterior de ambos teatros (1,530 m3). Y es que realizar la infraestructura de estos dos espacios no es cosa sencilla, el despliegue técnico y espacial es demandante. Por ello, coherente con una larga tradición escénica, el auditorio de planta de herradura, mantiene una distancia máxima de 22 m entre los espectadores y los actores, medida que permite reconocer los gestos y optimizar la isóptica. Si el gran escenario brinda todas las posibilidades creativas a los directores teatrales, el espacio tras escena esta manejado con la racionalidad propia de un área para la producción. En los espacios posteriores es posible confirmar que las zonas secundarias son igual de importantes como las primarias. La conciliación armónica del conjun-to que se extiende desde los detalles hasta los exteriores, resume creatividad y destreza técnica al servicio de actividades que si bien complementarias demandan aproximaciones arquitectónicas diferentes y complejas. Ade-más agrega Bermúdez un dato sobre el con-creto roso “por primera vez en Colombia fue utilizado, éste fue preparado con agregados de roso, Tolima, cemento blanco y algo de polvo de ladrillo, sin duda es uno de los detalles distintivos de la obra y mo-tivo de orgullo para proyectistas y constructores”. No por nada en la vigésima edición de los premios Obras CEMEX cosechó tres galardones: se hizo del segundo lugar en la categoría de Edificio Institucional y en la categoría de Accesibilidad Internacional así como del primer Lugar en la categoría Sustentabilidad. Así, con todos los elementos a su favor, esta obra comienza a trazar su largo camino e influencia positiva en Bogotá, Colombia.


 

Texto: Gregorio B. Mendoza

Fotos: Cortesía CEMEX

 

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