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Arquitectura

Habitaciones tubulares


Presentamos una obra muy singular que, por sus cualidades estéticas y materiales, sorprende; pero al mismo tiempo es inquietante y seductora.


habitaciones tubulares El Tubohotel nos demuestra cómo es factible transformar el uso tradicional de los materiales a través de la observación, la investigación de casos análogos pero sobre todo de creatividad. México es uno de los países que presume por esta cualidad, esta obra de arquitectura es sin duda un digno representante de ello. CyT presenta esta obra de arquitectura alternativa que estamos seguros marcará una pauta para replantear nuevos usos y funciones de elementos como los tubos de concreto.


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Origen creativo


El arquitecto Alfredo Cano –director de T3arc Taller de Arte yArquitectura– explica en entrevista a la revista que la idea de materializar esta iniciativa surge cuando construyeron Café Cinco, un estudio para artistas con una cafetería que da servicio, en los linderos de Ahuatepec, Morelos. Al respecto, señaló:“Se trataba de un proyecto de bajo presupuesto, donde debíamos atender a los artistas y los vecinos, con una cafetería ecológica. Nos vimos en la necesidad de adecuar un baño muy económico para los usuarios qué, dado nuestro presupuesto no podíamos construir de manera tradicional. En nuestra búsqueda de soluciones, hallamos un caso análogo en Austria, construido por de sus curiosidades destacaba que el viajero pagaba lo que podría por cada noche de alojamiento. Estos tubos que brindaban un sitio seguro para pasar la noche con un diseño interior simple integrado por una plataforma de madera, un colchón, una repisa y una lámpara dieron el argumento inicial a la propuesta mexicana que buscó ser no solo igual sino incluir valores agregados que lo convirtieran en un espacio más que referencial. Tubos como solución Una vez que esta información había sido analizada se buscó el apoyo de diversas empresas especializadas en estos productos y ahí se contactó a Tubocretos de Morelos, “Nos dirigimos a ellos para pedir un presupuesto; nos quedamos totalmente sorprendidos porque el uso de un tubo de drenaje de estas características, era mucho más caro que una construcción normal. No obstante, con la ayuda de la empresa, conseguimos reciclar un tubo de 2.44 m de diámetro por 3.50 m de largo, que al tener errores de fabricación, y al no estar del todo comprometidas sus características estructurales, decidimos utilizarlo a un costo mucho menor dejando el sello de la compañía que viene impreso en cada una de las piezas”. La idea comenzó con la búsqueda del terreno adecuado, uno que pudiera permitir que los tubos formaran parte del paisaje y de las faldas de la serranía del Tepozteco. Definitivamente no se trataría de una construcción específicamente económica, pero sí de un sistema constructivo más accesible en cuestión de gestoría, logística y tiempo, puntos sumamente importantes. Se contaba con aproximadamente 120 mil dólares de presupuesto para desarrollar un conjunto de veinte el arquitecto Andreas Strauss (en el 2006) quien recicló tubos de concreto para adecuar habitaciones en un hotel (Ver Construcción y Tecnología, de mayo de 2009). Entonces comenzó una fase de aná lisis, de propuesta y de investigación”.


Al hacer el baño y conocer las características espaciales del tubo, la familia Anderson (clientes de este proyecto), apasionada por México y sus alrededores –en especifico de Tepoztlán– decidieron desarrollar esta idea de un hotel con las mismas características que el Desparkhotel. En este sentido, el diseño del proyecto austriaco era flexible y sobre todo provocativo: los tubos (con un peso de 9.5 toneladas) estaban ubicados en un parque en el centro de la ciudad y cuentan con los servicios necesarios en los alrededores(baños, bares, etc.). Además, dentro de sus curiosidades destacaba que el viajero pagaba lo que podría por cada noche de alojamiento. Estos tubos que brindaban un sitio seguro para pasar la noche con un diseño interior simple integrado por una plataforma de madera, un colchón, una repisa y una lámpara dieron el argumento inicial a la propuesta mexicana que buscó ser no solo igual sino incluir valores agregados que lo convirtieran en un espacio más que referencial.


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Tubos como solución


Una vez que esta información había sido analizada se buscó el apoyo de diversas empresas especializadas en estos productos y ahí se contactó a Tubocretos de Morelos, “Nos dirigimos a ellos para pedir un presupuesto; nos quedamos totalmente sorprendidos porque el uso de un tubo de drenaje de estas características, era mucho más caro que una construcción normal. No obstante, con la ayuda de la empresa, conseguimos reciclar un tubo de 2.44 m de diámetro por 3.50 m de largo, que al tener errores de fabricación, y al no estar del todo comprometidas sus características estructurales, decidimos utilizarlo a un costo mucho menor dejando el sello de la compañía que viene impreso en cada una de las piezas”.La idea comenzó con la búsqueda del terreno adecuado, uno que pudiera permitir que los tubos formaran parte del paisaje y de las faldas de la serranía del Tepozteco. Definitivamente no se trataría de una construcción específicamente económica, pero sí de un sistema constructivo más accesible en cuestión de gestoría, logística y tiempo, puntos sumamente importantes. Se contaba con aproximadamente 120 mil dólares de presupuesto para desarrollar un conjunto de veinte habitaciones. Había que volver el sueño en una realidad exitosa.


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El objetivo era tener la posibilidad de construir rápido, en un periodo de tres meses y a un costo accesible un hotel que diera servicio al turismo de Tepoztlán además de que fuera un concepto totalmente nuevo para la región. “Teniendo la base clara para comenzar a actuar con una proyección de veinte habitaciones, iniciamos la construcción de los primeros módulos. A diferencia del hotel de Andreas Strauss, nosotros colocamos las habitaciones (tubos) en módulos de tres, (piramidalmente) para aprovechar el terreno en la medida de lo posible”. Explica el arquitecto que este predio cuenta con 500 m2 en las faldas de la montaña; está rodeado de jacarandas, ciruelos y árboles de la región que forman un magnifico paisaje. Cada uno de los tubos tiene un área de aproximadamente 9 m2, las escaleras ocupan otros 6 m2 cada una.


Un tubo de concreto reforzado con junta hermética es la materia prima de este proyecto tanto a nivel conceptual como constructivo, como bien se sabe el sistema de alcantarillado sanitario debe garantizar su estanquidad y hermeticidad, tanto hacia el exterior como al interior (infiltraciones), cumpliendo con las pruebas establecidas en las normas de producto NMX-C-402-ONNCCE- 2004 y con las de campo establecidas en la NOM-001-CNA-1995. Para cumplir con estas especificaciones este tipo de tubo cuenta con una junta de hule (empaque) que se usa como sello en las uniones entre tubos para garantizar su hermeticidad.

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Proceso y desarrollo


Debía de realizarse un proceso que implicara solucionar un plan general para desarrollarse in situ con tiempos muy cortos y que pudiera ser replicado sin problemas vigilando la logística y los sistemas constructivos, así que lo primero que se hizo fue organizar el traslado de los tubos por medio de Tubocretos de Morelos, mientras que en el sitio esperaba una grúa de la empresa Transbar quien los acomodó uno sobre otro conforme se necesitaba.


Nuestra oficina –explica Cano a CyT– se encargó de hacer un plan general y la construcción del primer módulo de tres tubocretos, posteriormente, la administración del Tubohotel se ha encargado de construir los módulos restantes. Ha sido un proceso muy sencillo dadas las características del trabajo, pues no ha sido necesaria una supervisión exhaustiva ni mucho menos. Pensamos en un trabajo simple que puede desarrollarse fácilmente ya que además el orden de los tubos es aleatorio con respecto a la topografía del terreno.


La construcción se llevó a cabo en un periodo de tres meses, únicamente con el trabajo de una grúa, herreros y carpinteros que desarrollaron el interior de cada uno de los tubocretos. Cada tubo cuenta con una cama matrimonial sobre una ligera estructura de MDF, tiene un pequeño buró, están ventilados en ambos frentes, a partir de una herrería sencilla con mosquiteros mientras que el interior de cada una de las habitaciones tubulares está pintado de colores para darle un acabado mucho más sutil. Por otra parte el sitio, al estar sombreado la mayor parte del día consigue que las cualidades térmicas sean agradables para los usuarios y aunado a ello la solución especifica lograda tanto en puertas y ventanas, permite una correcta circulación de aire que favorece el confort de los usuarios.


Las vistas desde el interior son espectaculares, y la experiencia de amanecer dentro de uno de ellos, es muy particular. El costo por noche es de 500 pesos ya incluidos los impuestos y este espacio de descanso está destinado para todo tipo de turistas además de los visitantes que cada fin de semana llegan de la Ciudad de México y de Cuernavaca en busca de experimentar una situación diferente que no por ello es poco cómoda o insegura.

La materia prima


Para nosotros esta obra representa una experiencia muy grata, en la que podemos asegurarnos de que la arquitectura no siempre depende de los elementos que conocemos y que puede fabricarse con lo que haya a la mano. Lo más complicado que podemos mencionar en este proyecto fue realizar la colocación de los tubocretos dentro de un terreno arbolado, que tuvimos que proteger en cada movimiento. Ahora pensamos que la construcción de Tubohotel, permite a los usuarios y a los habitantes de Tepoztlán, abrirse a nuevos sistemas constructivos accesibles para todos ver las cosas desde una perspectiva diferente. Afirma el arquitecto T3arc Taller de arte y Arquitectura.


No es para más, la sencillez conque se resolvió esta encomienda es al mismo tiempo precisa y honesta. No está de más decir que la versatilidad del concreto sigue demostrando que en ocasiones solo deben de replantearse los cogidos tradicionales de diseño o construcción para encontrar nuevos elementos, nuevos discursos.


 

Autor: Gregorio B. Mendoza

Fotografias: Cortesía Luis Gordoa

 

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