Concreto y Abundancia

Una vez en el poder, después del 1º. de diciembre de 1976, José López Portillo emprende sus primeras acciones: pone en marcha su denominado Sistema Matricial, una matriz de dos entradas para ordenar en el espacio y en el tiempo fines, medios y acciones; anuncia su Alianza para la Producción entre autoridades, patrones y obreros, así como las inaplazables reformas política, fiscal y administrativa. Propone, el flamante mandatario, desarrollar al país en tres etapas: restaurar la economía durante el primer bienio, consolidarla en el segundo y "crecer aceleradamente en 1981 y 1982". Otras acciones serían colocar a su hermana y primo en altos puestos; a su hijo -orgullo de su nepotismo, diría después-, José Ramón López Portillo, le encarga la Subsecretaría de Programación y Presupuesto.

El ambiente que se vive es de confrontación política entre el gobierno y el sector privado. También se publica el primer Plan de Desarrollo Urbano, y se termina la construcción de la Sala de Conciertos Netzahualcóyotl, de los arquitectos Orso Núñez y Arcadio Artis.

Marcando su propio paso, la realidad, durante la cuesta de enero de 1977, hace subir al dólar de 20 a 24 pesos, y al salario mínimo un 10 por ciento. A los pocos meses, para afrontar la conflictiva agraria que parecía rebasar todos los límites, se impondría el publicitado Sistema Alimentario Mexicano (SAM).

Con el brillo propio que le era característico, destaca por esos periodos quien es considerado por diversos estudiosos como el último estadista y gran pensador del sistema, Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación de aquel régimen. Acosado por la abulia ciudadana y la incredulidad, don Jesús propulsa una reforma a la búsqueda de respeto y representatividad política y estimula la presentación en todo el territorio nacional de Foros de Consulta a cargo de dirigentes políticos, politólogos, sociólogos y otros intelectuales. Mientras tanto, Sadat, presidente de Egipto, viaja a Israel para iniciar negociaciones de paz, aunque otros países árabes se oponen.

Aspera, la realidad provoca otro sinsabor al régimen, pues el sindicato universitario (STUNAM) atosiga con una huelga al rector, quien no encuentra mejor salida que pedir la fuerza pública, que le es concedida por el presidente. La Universidad es invadida por la policía y obliga al desalojo de las instalaciones.

Diversos hechos espejean en el panorama nacional: Carlos Fuentes renuncia a la embajada en Francia. Echeverría es embajador de México en Australia, Nueva Zelandia y las Islas Fidji. Díaz Ordaz es nombrado embajador de España, pero poco después deserta. En junio, Alfredo Díaz Camarena es apresado en Estados Unidos, acusado por un cuantioso fraude en el Fideicomiso Bahía de Banderas y Puerto Vallarta.

En noviembre aparece el periódico Unomásuno. En diciembre las cámaras aprueban la ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, LOPPE. A fin de año, con gran escándalo en el mundo de la cultura y la farán----dula, se divide el sindicato de actores (ANDA) y se forma el Sindicato de Actores Independientes (SAI). Gajes de la política, renuncian Carlos Tello, de Programación y Presupuesto, y Julio Rodolfo Moctezuma, de Hacienda; toman sus puestos David Ibarra Muñoz, y Ricardo García Sainz. Se incrementa la capacidad productora de Pemex.

Realidad terca, quedan pendientes muchos problemas internos que aquejan a la población. Nacen el Plan de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, y la Asociación Mexicana de la Industria del Concreto Premezclado, AMIC. Se construyen las vías radiales San Joaquín y Parque Vía, y el Circuito Interior; además, se continúa la construcción del Metro. También se termina el edificio de Seguros América, del grupo Legorreta Arquitectos y, frente al bosque, el hotel El Presidente Chapultepec, de los arquitectos Juan Sordo Madaleno y José Adolfo Wiechers.

Petróleo del Diablo

Empecinamiento del destino, el año siguiente comienza con agitación política. Encarcelan a Félix Barra, ex secretario de la Reforma Agraria, a Eugenio Méndez Docurro, ex secretario de Comunicaciones, y a Fausto Cantú Peña, director del Instituto Mexicano del Café en el sexenio anterior.

Mediante gestiones de Jorge Díaz Serrano, el 18 de marzo -aniversario de la expropiación petrolera- el gobierno acelera los avances de la industria del oro negro. Para la primavera, el presidente viaja a la Unión Soviética y Bulgaria. Entre supuestas predicciones negativas, es electo papa Juan Pablo II, polaco, primero no italiano en 400 años. Surge una nueva guerra civil en Líbano, con apoyo israelí a la derecha y sirio a la izquierda.

Otros sucesos en aquellos arranques de sexenio y su continuación, son por ejemplo que los precios suben aceleradamente. Se crea la Coordinación General del Plan General de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar). Se autoriza que los sindicatos oficiales, especialmente del IMSS, ISSSTE y Hacienda, abran tiendas de precios más bajos que quedan exentas de impuestos. Para los melómanos y dando gusto a doña Carmen Romano, primera dama y pianista en sus juventudes, se crea la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, con Fernando Lozano como director.

"El niño Dios te escrituró un establo, y los veneros de petróleo el Diablo", recordaría al poeta López Velarde la memoria popular, pues en ese entonces se descubren enormes yacimientos de petróleo en el sureste del país. El auge petrolero multiplica la capacidad de gasto del sector público, pero también de endeudamiento adicional. El financia-miento del déficit público es posible por la emisión de dinero y por el endeudamiento externo.

El 26 de abril se instala formalmente el ICIC (Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción). El régimen especial de tributación resulta una limitante, dada la imposibilidad de hacer amortizaciones y deducciones. Se exigen varios puntos relativos al pago, normas y comisiones en las contrataciones estatales, además de la posibilidad de crear un fondo para anticipos en contrataciones del exterior respaldado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

Para bien o para mal cambian los signos de la Ciudad de México en junio, pues se define la conformación de 34 ejes viales. En este año se construyen Plaza Comermex, de los arquitectos Héctor Mestre, Manuel de la Colina y Fidel Meraz; la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO), del arquitecto Juan José Díaz Infante, y la Quinta Eugenia, de Grupo de Diseño Urbano, con esculturas de Matías Goeritz y Sebastián.

Regeneración de constructores

En 1979 hay gran actividad internacional. Se establecen relaciones diplomáticas entre la República Popular China y Estados Unidos. Hay una breve lucha armada entre China y Vietnam. Se firma un tratado de paz entre Egipto e Israel. Cae la dictadura de Somoza en Nicaragua. El nuevo gobierno, sandinista, aplica una política de reformas nacionalistas y de beneficio popular; se genera hostilidad de parte de Estados Unidos y sus aliados americanos. Entra en vigor el nuevo tratado sobre el canal de Panamá, que le "devuelve" a ese país la soberanía sobre la zona.

Hay una fuerte caída del dólar respecto al oro y a otras monedas. Regresa a tierra un equipo de cosmonautas soviéticos, después de permanecer 175 días en el espacio con la colaboración a bordo de personas de varios países socialistas. Se registran problemas en buena parte del mundo por la creciente escasez de alimentos y energéticos.

En México, la Secretaría de Hacienda aumenta el impuesto al ingreso global de las empresas de construcción a 3.75 por ciento de los ingresos percibidos. Aunque hay esperanzas de recuperación, la situación económica se agrava. El petróleo se ve como la salvación y la construcción se ve estimulada por las obras petroleras que crean empleo y consumo de productos que se fabrican en el país.

De pronto, como si se hubiera conjurado un milagro o un acto de magia formidable, el director de Pemex, ingeniero Jorge Díaz Serrano, abre el arca oculta del subsuelo y confirma que, en efecto, los veneros de petróleo significan una riqueza propia de las mil y una noches.

Esa es la señal mágica esperada y, entonces sí, se hace necesario "administrar la abundancia", según late a fuertes pulsaciones el corazón del presidente López Portillo, capaz entonces de crear todo un nuevo México renaciente. A la par de una serie de acciones, el presidente crea la Coordinación de Proyectos de Desarrollo, al mando del licenciado Julio Rodolfo Moctezuma Cid.

Pero eso sí, el gobierno advierte a la industria de la construcción que necesita regenerarse. No obstante, sin detenerse, la febril arquitectura produce la Unidad de Teatros, de los arquitectos Orso Núñez y Arcadio Artis, un edificio de condominios de 27 niveles en Tecamachalco, el Taller de Arquitectura de Antonio Attolini, y la Casa Alvarez, del arquitecto Agustín Hernández.

La batalla de los ejes viales

Posiblemente jamás se había visto la ciudad en semejantes circunstancias. Lo más aproximado podrían haberlo sido las películas de la Segunda Guerra Mundial mostrando los estragos de los bombardeos con las calles desbaratadas, edificios derruidos, gigantescos hoyancos.

Todo eso habría de ocurrir después de 1980, cuando el regente Carlos Hank González decidió acabar con los barrios urbanos y ceder el paso a su majestad el automóvil, creando los ahora insuficientes ejes viales: 133 kilómetros, con un costo de poco más de 18 mil millones de pesos de entonces. En Polonia, simultáneamente, empezaba una profunda crisis mientras, entre huelgas y contra el gobierno, se creaba la organización sindical Solidaridad, que se haría famosa mundialmente.

México continúa viviendo en un aparente esplendor realizando inversiones y gastos espectaculares a los que no se ve rendimiento. Las plazas en el sector público se multiplican y la confianza en el manto aurinegro del petróleo enceguese cualquier asomo de prudencia.

Se elabora la Ley de Obras Públicas, se libera a los contratistas de la triangulación de pagos, y se introduce al sector de la construcción en el régimen ordinario del Impuesto Sobre la Renta. La mayoría de los secretarios de Estado ofrecen a la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción todo tipo de apoyo para agilizar la contratación y los trámites de pago.

Desbordados, proyectos enormes que fincan su vanidad en los tesoros petrolíferos, colocan en situación dudosa la capacidad instalada de la industria de la construcción, no sin que los funcionarios la acusen de limitar la realización de las obras programadas. La Cámara responde confirmando el tema del XIII Congreso: Evaluación de la Industria de la Construcción.

Tantas ansiedades, gigantismos y coordinadores formados al vapor, habrían de desaparecer con el tiempo, desvanecidos los recursos, junto a los sueños del director de Pemex que, por cierto, un día se esfumarían totalmente en prisión.

Mientras tanto, 1980 es el año del mayor crecimiento en el Producto Interno Bruto, de más aceleración para la industria de la construcción, y de problemas en las estructuras de comunicaciones por ser insuficientes. Ensombrecen el panorama optimista de crecimiento económico las acentuadas tasas inflacionarias.

Informa la Cámara del gremio que espera que su capacidad se duplique en los alrededores de 1987 y 1988. El 19 y 20 de junio se celebra la reunión del Consejo en Tijuana, donde el optimismo de las autoridades entra en el sector que se ufana de ser el barómetro de la economía. Como un negro augurio, ese mismo mes de junio se incendia el Ixtoc, pozo petrolero en la sonda de Campeche.

Al sur de la ciudad, con una fuerte capacidad expresiva, aparece la obra más relevante de este año: el Centro Cultural Universitario, de los arquitectos Orso Núñez, Arcadio Artís Espriú y Arturo Treviño y, en el espacio escultórico del conjunto, se contempla la obra de Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Matías Goeritz, Hersua, Sebastián y Federico Silva, con una escultura de Rufino Tamayo. Se construyen, además, el edificio de Vam Refacciones, de los arquitectos Carlos Mijares Bracho y Aurelio Nuño, y las adaptaciones del Archivo General de la Nación, del Jorge L. Medellín.

La irónica "docena trágica"

Burbuja de jabón, rueda de la fortuna, juego de los contrarios, el brujo de la economía, mago benefactor hace poco, determina dar un giro y la varita del hada madrina marca la negatividad. Se tensionan los músculos, y 1981 ve caer a la economía junto al lago de las ilusiones.

Para junio, el Día de la Marina, por presiones de la OPEP, Díaz Serrano baja cuatro dólares el precio del petróleo para, el 6 de junio, ser sustituido por el licenciado Julio Rodolfo Moctezuma Cid. Aparece entonces, por enésima vez, el efectivo fantasma sacadólares, que entre julio y agosto chupa del país cerca de nueve mil millones de dólares, dicen los enterados.

Allí es cuando se colecta la frase que ha de quedar grabada en la memoria nacional por mucho tiempo: el presidente enfatiza que va a "defender el peso como un perro". Se pierde la clientela que daba cuantiosos recursos al país. Se dolarizan las transacciones mercantiles, se inicia una fuerte fuga de divisas; se anuncian recortes de presupuesto.

Herido en el orgullo y las esperanzas, dubitativo, durante el quinto informe de gobierno, López Portillo quiere parecer optimista acerca de los asuntos económicos, sólo que, cauteloso y sudando frío, hace notar la poca confiabilidad en un crecimiento fincado únicamente en el generoso pero resbaloso petróleo.

Debe advertirse que, para octubre, está dada la convocatoria para la Reunión Cumbre Norte-Sur a celebrarse en Cancún y, como la esperanza muere al último, es obligatorio poner cara de circunstancias y, como si nada, hacerse dizque el país fuerte.

El presidente solicita, preocupado, la solidaridad empresarial al programa de gobierno a través de la Concamín. En esas fechas, el IMCYC, buscando un nuevo flanco para rastrear los acaeceres del concreto en la industria y la economía, abre su departamento de Desarrollo de Mercado.

Se terminan de construir el Museo Rufino Tamayo y Torres de Mixcoac, ambos de los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky. Pero en el mundo, hay importantes luchas guerrilleras en El Salvador y en Guatemala. Es asesinado Anuar El Sadat, presidente de Egipto. El gobierno polaco declara el "estado de guerra", además de suspender al sindicato Solidaridad y prohibirlo posteriormente. Israel anexa el Golán, territorio sirio ocupado.

Otro caso de orgullo herido fue el ocurrido a la Argentina el año siguiente, 1982, cuando hizo avanzar tropas sobre las Islas Malvinas -recordando al mundo que tal lugar existe-, sólo para que Inglaterra las recuperara a los dos meses y medio. A su vez, en la interminable secuela de las guerras, Israel ocupa el sur de Líbano -y no se retiraría hasta 1985, haciendo notar su presencia militar permanentemente.

México va sintiendo el resquebraja-miento del sueño de la abundancia, peor que una pesadilla por la violencia real. A principios de febrero, para justificar las restricciones y los préstamos, el primer mandatario declara haber decidido no detener el desarrollo del país por la vía del endeudamiento. Se constituye un Fondo de Solidaridad, y los constructores son los primeros en ofrecer su apoyo.

Al abandonar el mercado de cambios el Banco de México, el día 17 el dólar alcanza los 40 pesos; los dólares en fuga forman un río caudaloso y, a río revuelto y ventajosos como siempre, los Estados Unidos exigen rebajas en los precios del petróleo y ofrecen su apoyo a cambio de crudo. Caen las reservas y ya para el día 18 el peso había pasado de 26.91 a 47 por dólar, todavía poco si se sabe que llegaría hasta a 70 pesos por dólar a fines del mes en curso.

De puros intereses se pagan nada menos que 14 mil millones de dólares en el mes de agosto. Hay una sacudida de los mercados mundiales y, en ocasión memorable -día 20-, Jesús Silva Herzog, secretario de Hacienda hace ver en Nueva York que la totalidad de Latinoamérica padece la agonía de la crisis de la deuda externa, ya para entonces calificada como "deuda eterna".

Con el mismo sentido de humor negro, en los ambientes populares todavía se hacen bromas amargas acerca de la expropiación de la banca y el control general de cambios que el primero de septiembre, en su informe, anunciara el presidente López Portillo, conmocionado hasta las lágrimas, acuñando nuevas frases para la historia: "¡ya nos saquearon!, ¡no nos volverán a saquear!".

Deviene la contracción del PIB, hay una reducción en la fuerza productiva industrial, aunque en el sector agropecuario se da una buena racha. Bajan las importaciones, el déficit financiero del sector público llega a 16.9 por ciento del PIB. La deuda externa alcanza la cifra de 84,100 millones de dólares.

Ajustes van y vienen, los encargados de las finanzas nacionales establecen acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y, como dicta todo discurso que se precie de serlo, se pretende una mejor distribución de los recursos, promover un aumento en la productividad, ampliar las bases del empleo y lograr un mayor ingreso per capita.

A coro, como suelen darse, las denuncias no se hacen esperar y se habla de un populismo económico a base de préstamos del exterior, el recurso de imprimir billetes de más y continuar, en el gobierno, con un elevado tren de gastos. De todos modos, la política económica habla de continuar con la Sustitución de Importaciones y, con cierta fuerza, el Estado promueve el crecimiento económico al menos con el impulso a las principales obras de infraestructura. El Estado, igualmente, destina subsidios para la industrialización e impulsa la educación, los servicios médicos y la construcción de vivienda.

De manera categórica, lapidaria, como loza en la conciencia nacional, se dice que la Docena Trágica concluye con la más grande deuda externa -80 mil millones de dólares, para empezar, porque después continuarían multiplicándose- y el mayor saqueo de divisas de la historia. En un trimestre, se quejan los banqueros, la banca pierde el resultado de medio siglo de esfuerzos.

A petición de México, la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reunida en París, acuerda que la llegada de los españoles al Nuevo Mundo, en 1492, debe considerarse como el Encuentro de dos Mundos, y no como un descubrimiento, para que así se tomen en España las actividades del Quinto Centenario de la llegada de Cristóbal Colón.

IMCYC: a la vanguardia

Sin embargo, las empresas constructoras mexicanas acumulan experiencia, capacidad administrativa y desarrollo tecnológico. Se inician diversos trabajos para países extranjeros, especialmente en América del Sur. Es importante la participación de los ingenieros en la construcción de plantas industriales, tanto estatales como particulares.

Destacan especialmente las obras destinadas a Pemex y la siderúrgica Lázaro Cárdenas. Aunque la red carretera nacional permanece casi igual, se concluyen las vías troncales de las carreteras Transpeninsular y de la Costera del Pacífico, se abren ramales y cortes o desviaciones que abrevian las distancias. Se construyen los puentes de Mulegé, Purificación, de San Nicolás, El Verde, La Unidad, Coatzacoalcos II, y Tampico. Se amplían y remozan los puertos de San Felipe, Baja California, y Topolobampo, Sinaloa.

Se terminan de construir la Universidad Pedagógica Nacional, de los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky, y la Plaza Banamex, de Enrique Landa Verdugo. En la arquitectura, está en boga la Escuela Regionalista.

En el IMCYC, y todo el ámbito del ramo, la transferencia científica y tecnológica comienza a ser el tema de moda, principalmente por un discurso emitido por el secretario de estado de los Estados Unidos, Henry A. Kissinger, y el World Congress on Engineering Education, patrocinado por la ASEE (American Society for Engineering Education).

En este marco, los temas que más interesan en las distintas conferencias, cursos y seminarios son el diseño de cimbras, la supervisión de obras de concreto, temas relacionados a los reglamentos, pavimentos, y a los costos, diseño, durabilidad y manejo de los diferentes tipos de concreto, sobre todo del puzolánico y del polimerizado.

Se hacen regulares en el Instituto los cursos de dos días, los avanzados, especiales y regionales. Además, se continúa con el interés en los materiales prefabricados y sus distintos usos. Comienza a marcarse el interés por estudiar las estructuras resistentes a sismos y por incluir temas no meramente ingenieriles, sino administrativos y contables que atañen a la industria de la construcción.

Las publicaciones responden a los intereses de los temas tratados en los distintos cursos y seminarios. A finales del periodo de López Portillo, se lleva a cabo la Primera Confrontación IMCYC-ASINEA de proyectos de estudiantes de arquitectura, con el tema Módulo para Cooperativas de Producción. También se celebra anualmente Expoconcreto, importante muestra en la que participan las principales empresas, institutos y organizaciones del ramo.

De 333 personas que están invo-lucradas activamente con el IMCYC para estas fechas, 191 son nuevos participantes. Solamente siete son mujeres. De entre toda esta gente, es notable la gran actividad y reconocimiento que alcanza Cutberto Díaz Gómez, a quien se nombra miembro del Consejo Directivo del American Concrete Institute. Sin embargo, no sólo él sobresale, también destacan por su participación: Alberto Borrego Sánchez, Luis Esteva Maraboto, José Gaya Prado, Raúl Granados Granados, Arturo Guevara Alcina, Carlos Magdaleno Domínguez, David Martínez Eguiluz, Adolfo Portal Portal y Horacio Ramírez de Alba.

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