Casa en el Pedregal
de San Ángel

JEnrique Castañeda Tamborrel
Fotos: Archivo CyT

Revisar artículos publicados en nuestra revista varias décadas atrás conlleva hallar textos no sólo descriptivos, sino también reflexivos, escritos por personalidades de la arquitectura mexicana como el que presentamos.

 

Nota a pie de página: Este artículo fue editado
para adecuarlo al tamaño. Apareció en Revista
IMCYC, vol. XI, núm. 61, marzo-abril de 1973.

    

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Siempre he sostenido que la posición del arquitecto es consecuencia circunstancial del medio en que se desenvuelve. Es decir, que para el arquitecto no debe existir una posición preconcebida de orden social o político. Cualquier problema dentro de su profesión, relacionado con las necesidades del hombre, merece su atención y no debe ser su actitud motivo de especialización, en ningún caso concreto.

A continuación trataré de sintetizar el concepto genérico al que obedece el proyecto para una casa-habitación en la calle de La lava, en el Pedregal de San Ángel. Nace de una visión de espacios dinámicos y estáticos; de integración de áreas cubiertas y descubiertas; de suma de perspectivas, según las necesidades o funciones por desarrollar en los interiores básicamente, y de todo ello resulta la expresión de los exteriores o fachadas. El resultado material directo, es decir, el producido por la materia, obedece a una sensibilidad estática al satisfacer paralelamente la obvia necesidad estética, de acuerdo con mi propia sensibilidad.

La técnica del concreto armado proporciona el material plástico por excelencia, mismo que permite al arquitecto liberarse de una serie de cánones que por su mismo carácter, restringen las posibilidades en el campo creativo. Considero que, si bien cuando se trata de soluciones estructurales que presentan gran complejidad, la geometría sigue siendo un factor determinante para hallar el resultado deseado (ejes que permitan la repetición; elementos similares elaborados en serie, etcétera), así como para lograr el abatimiento de los costos. Existen otras alternativas que pueden estar dentro de la evolución natural, adecuadas a nuevos conceptos espaciales y por consecuencia, a nuevos sistemas estructurales.

Si a pesar de cierta libertad de proyecto en la cual no existiera la preconcepción del módulo; si además de lograr la idea clara del rodo [sic], se obtiene ésta por medio de una profunda sensibilidad estática; si se tiene la idea de cómo trabajará el edificio, como un solo organismo; el análisis de estos conceptos nos conducirá a la síntesis formal de que un elemento, es decir, una lámina de concreto, que varía en forma, en espesor y en armado, nos puede dar la solución definitiva, desapareciendo columnas, trabes, etc., como elementos aislados y fundiéndose en un solo elemento común. Nótese el carácter orgánico que este sentido estructural adquiriría.

Considero que, con base en la formación de equipos adecuados, el avance en este aspecto sería de un gran interés y originaría una tendencia que permitiría la creatividad en una época como la presente, que más parece ser de retroceso que de avance.

Al simplificar el sistema, el resultado económico, de su tendencia definitiva, es el de reducir costos. En el caso de habitación de interés social que implica la producción en serie o prefabricación, con un máximo número de elementos, esta visión orgánica de un todo permitiría hallar la solución de la pieza clave, posibilidad importante tanto por lo que respecta a costo, como a duración de la construcción de una obra.



En la obra se usó concreto blanco, martelinado, que si en algunos casos está sujeto a refuerzos, en otros solamente es un recubrimiento de 4 cm, formado por granzón de mármol o de ónix, cemento blanco y arena fina. Con más experiencia se logrará una integración mayor, resolviendo el problema del granzón que –por producir fisuras en algunos casos– limita sus funciones resistentes ante mayores solicitaciones. Estimo definitivamente que en ningún caso se debería tender a un regionalismo –ningún ‘ismo’ es positivo– con lo cual quiero decir que nos situemos en la realidad orgánica de la zona, con sus condiciones especificas: clima, luminosidad, transparencia atmósfera, etc.; raíces culturales ya integradas debidamente a la actualidad, excluyendo cualquier tipo de copia de formas; economía local; diferencias de índole social y cultural.

En un principio se pensó situar la casa a la mayor distancia posible de la calle, más o menos 40m. hacia el fondo. Sin embargo, se previó la posibilidad de construir en el futuro una o dos habitaciones de menor tamaño, hecho que definió la localización. Las funciones por desarrollar en esta casa, obedecen a las siguientes necesidades específicas:

a) Recepción formal: vestíbulo de acceso, estancia, comedor.
b) Recepción informal (para grupos reducidos de personas); sala de juegos; bar, toilet; en franca comunicación hacia la zona del jardín.
c) Estancia familiar: (comedor, estancia, sala para TV), ligada directamente a la cocina.
d) Áreas para dormitorios y baños. Para los padres: recámara, vestidores, baño común a ambos. Para niños y niñas: vestidores y baño.
e) Estudio en planta alta, susceptible de convertirse en dormitoriocon baño.
f) Área de trabajo: un despacho ligado al área de dormitorio de los señores; acceso directo del exterior.
g) Área de servicios: lavandería, planchado, tendedero; cuarto de máquinas, dos dormitorios con baño para el servicio femenino; dormitorio con baño para el servicio masculino.

El concepto espacial al que obedece este proyecto resulta de un conjunto continuo de células ligadas mediante grandes huecos que parecen ascender y descender, según puede verse en las fotografías correspondientes.

Los dormitorios y baños resultan células convencionales, y cabe mencionar que existía un intento de “ligas” espaciales que no fue aprobado, o sea de áreas elásticas en cuanto a sus dimensiones. El principal intento consistió en el logro de un todo único, indivisible, constituido por un solo material: concreto armado. Cabe una aclaración el respecto: este “todo” brinda la impresión de un enorme bloque macizo, el cual fue ahuecado, hasta vaciarslo, dejando una “costra” y creando en el interior los espacios necesarios y en el exterior una peculiar expresión estático-estética. Es importante aclarar que en ningún caso se consideró una célula más importante que la otra, una fachada más que la otra, pues considero que no hay parte secundaria en un edificio. Lo único que cuenta es el Todo. c