Las entrañas capitalinas
Juan Fernando González
Fotos: A&S Photo/Graphics
Recientemente se tuvo la oportunidad de adentrarse en las profundidades de la Ciudad de México gracias a una invitación que hiciera el gobierno metropolitano para conocer los trabajos en el drenaje profundo capitalino.
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La ingeniería produce energía
Dl drenaje profundo es una de las obras de ingeniería más
impresionantes del país. Se trata de un laberinto que mide
162 kilómetros y que prácticamente desde su creación
en los años 70’s había carecido de mantenimiento,
lo que hizo que el tubo del emisor central se obstruyera, mermando
su capacidad de desalojo en casi un 50 por ciento. Construcción
y Tecnología fue uno de los medios impresos invitados para
visitar la obra, teniendo la oportunidad de bajar a las profundidades
de la misma y corroborar los trabajos de la segunda etapa de mantenimiento,
los cuales terminaron los primeros días de mayo y serán
retomados cuando haya pasado la temporada de lluvias.
De acuerdo con los responsables de la obra, la segunda fase consistió en rehabilitar la cubeta del Emisor central (la parte inferior del túnel) y recubrir los concretos aplicados en las paredes, al mismo tiempo de rehabilitar la estructura del revestimiento de los túneles. Es por ello que los especialistas tuvieron que reparar los daños en la media sección superior, que requirió sustitución de acero y recubrimiento en el revestimiento definitivo. También se encontró un deterioro considerable en la tercera parte de la sección superior, donde el concreto es prácticamente inexistente y la varilla se encuentra sujeta a la corrosión que surge del ataque químico de los gases. Una avería más pequeña en relación con las ya mencionadas, se encuentra en la sección del diámetro de la clave (parte superior), que necesita limpieza del acero expuesto recubrimiento en el revestimiento definitivo.
No se puede dejar de lado, explicaron los voceros, el daño perimetral en el concreto, con gravas expuestas sin pasta. La solución en este caso consiste en recubrir los agregados del revestimiento. Finalmente, se explicó que se repararán los daños localizados en la cubeta, donde hay degradación en el concreto y acero expuesto, lo que requiere de la sustitución de varilla y colado con concreto de una resistencia de casi 400 kgs/cm2, “lo que nos garantizará un buen comportamiento ante la abrasión que se tiene por los materiales que contiene el flujo de aguas residuales”.
No se puede trabajar en todos los tramos en forma simultánea en una sola temporada de estiaje, no solamente por la limitación del tiempo, sino también por razones presupuestales. La primera etapa de mantenimiento del drenaje empezó en noviembre de 2007 y concluyó en mayo de 2008, lo que sirvió para tener un diagnóstico de certeza de lo que había de hacerse en la segunda etapa. Vale la pena comentar el trabajo que se desempeña 50 metros debajo de la superficie, así como la ayuda que significa una cimbra telescópica para realizar el colado, toda vez que en algunos tramos se construye prácticamente un nuevo túnel ya que se ha colocado malla de acero y se ha colado todo el tramo.
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La parte que se ha rehabilitado en esta oportunidad contará con una cubierta plástica cuyas propiedades protegerán al túnel del ataque químico producido por los gases provenientes del agua residual, pero también hará posible que las paredes tengan menor rugosidad y que el escurrimiento y la conducción del caudal de residuos sea mayor. En mayo terminó la segunda etapa, pero el gobierno anunció que los trabajos se reanudarán en noviembre de 2009. c