Avance de obra

Un espacio para la
biodiversidad

Con el sello inconfundible de su autor, la primera obra del arquitecto Frank Gehry en Latinoamérica, mostrará la impresionante riqueza natural de Panamá.


Avance de obra Exuberante, como el entorno que lo rodea, el Biomuseo “Puente de Vida” avanza en su construcción. Integrado por ocho pabellones que en orden cronológico albergarán exhibiciones interactivas para contar la historia de Panamá como puente primordial para la migración de biodiversidad, el conjunto también tendrá un parque que será un oasis seguro para observar la naturaleza. Con Frank Gehry al frente del diseño arquitectónico, Bruce Mau Design -una de las compañías de diseño más importantes del mundo -en el desarrollo de las exhibiciones y la norteamericana Edwina von Gal en el diseño de paisaje, este magna obra está ubicada en la entrada Pacífica del Canal de Panamá y ya está considerada por el diario The New York Times como uno de los 40 lugares a visitar este año.


Avance de obra En construcción desde 2004, la obra del Biomuseo ha sido un reto constante para el equipo res-ponsable de su ejecución dada su compleja geometría (característica de las obras de Frank Gehry). En entrevista para CyT, el ing. César Kiamco, gerente de la construc-ción, dijo que en este sentido la comunicación entre el equipo local y los arquitectos de Gehry Partners (GP) ha sido fundamental. “Sin esta comunicación constante (y el modelo 3D en Digital Project) esta obra sería imposible de construir”. Muros curvos, muros alabeados, columnas, cubiertas metálicas de vivos colores, rampas y labe-rintos, se han ido entrelazando minuciosamente para conformar los pabellones que albergarán los siguientes temas: Galería de la Bio-diversidad (resalta la importancia de la biodiversidad y su estado actual), Panarama (un espacio de proyección de tres niveles con pantallas envolventes), El Puente Surge (que ilustra el proceso geo-lógico de la formación del Istmo); El Gran Intercambio (97 esculturas en escala natural de la megafauna que cruzó el Istmo hace tres millo-nes de años); La Huella Humana (que ilustra 15 mil años de cultura humana en el Istmo); Océanos Divididos (que tendrá dos acuarios que representan el Mar Caribe y el Océano Pacífico); La Red Viviente (una gran escultura que representa la interacción entre la flora y la fau-na) y Panamá es el Museo.


Una estructura singular


El diseño estructural de esta obra de 4mil metros cuadrados de construcción, fue realizado por MKA (Magnusson, Klemencic and Associates), firma de ingeniería con sede en Seattle, WA, Estados Unidos, y OM Ramírez como con-traparte local. Se trata de una es-tructura compuesta por diferentes sistemas en los que predomina el concreto armado en la cimenta-ción, cabezales, vigas de amarre, muros, pisos y losas; la cimentación es de pilotes hincados hasta recha-zo y la estructura de los techos es de acero. Destacan también los sistemas compuestos como el de las columnas del Atrio, formadas por acero estructural y concreto reforzado. En síntesis podemos decir que estructuralmente el edi-ficio tiene una columna vertebral compuesta (concreto y acero) y alas de acero.


Avance de obra El ing. César Kiamco dice que en la arquitectura del Atrio (acceso principal del museo) está plasmada la interpretación de Frank Gehry del bosque húmedo tropical, principal ecosistema del país. “Las raíces son los túneles de concreto reforzado, los troncos de los árbo-les son las columnas compuestas de concreto y acero, las ramas son las vigas de acero de los techos, y el dosel (canopy) son las cubiertas metálicas multicolores”. Los muros de concreto aparente que confor-man la estructura en este cuerpo son rectos y verticales; los túneles (cuatro chicos y dos grandes) se apoyan sobre la losa principal y las columnas compuestas sobre ellos. “En términos de la construcción, el Atrio fue un reto importante por la altura de los elementos (hay ele-mentos de techo de 25 a 30 m por encima de la losa del Atrio) y por la secuencia de construcción (las columnas sobre los túneles debían de estar coladas antes de recibir la estructura de techos). Para tener una referencia, el camino de las cargas es complejo: Los 11 techos independientes que componen el Atrio transfieren sus cargas a 11 elementos de apoyo (3 columnas independientes, 2 cabezales y 6 columnas sobre los túneles), pero no lo hacen independientemente; hay techos que se reparten sus cargas en varios apoyos. En la mayoría de los casos, varios techos transmiten cargas a una columna que las lleva a su túnel para luego pasar a la losa del Atrio y los mu-ros perimetrales hasta llegar a la cimentación”, dice César Kiamco.


En todos los pabellones del Biomuseo el uso del concreto armado fue especial por la geo-metría de los elementos y la ex-posición del material. “Mientras que la Rampa de la Vida y la Red Viviente tienen muros aparentes, el Panamarama, el Puente Surge y el Gran Intercambio los tienen recubiertos. Por un lado, los muros de concreto aparente de la Rampa de la Vida son rectos y verticales, mientras que los de la Red Viviente son inclinados. En el caso de los no-expuestos, los del Panamarama son verticales, los del Puente Surge son inclinados y rectos, mientras que los del Gran Intercambio son curvos y verticales. Sólo hay un caso de muro curvo e inclinado bajo la Rampa de la Vida que ha quedado cubierto por aplanado con pintura”, explica el gerente de la obra. Señala además que en Panamá el concreto aparente es poco utilizado por lo que tuvieron que probar mezclas, agregados, aditivos y cimbras para lograr el resultado deseado. Los carpinteros de obra negra debieron reinven-tarse para conseguir superficies finales con un patrón muy espe-cífico de juntas y perforaciones, especialmente complejos en su-perficies inclinadas. Un segundo caso especial fue el concreto para los acuarios que requería uso de cemento tipo II y alta manejabi-lidad por la geometría y cuantía de refuerzo, por lo que se vació concreto autocompactante.


Avance de obra Suministrado por CEMEX, en la obra se han utilizado aproxima-damente 7,000 m3 de concreto. La empresa panameña Ingeniería RM es la contratista general y gerente de la construcción. Los pilotes hincados estuvieron a cargo de FUNDACIONES, SA; el concreto reforzado lo ejecutó DÍAZ Y GUARDIA; la estructura de acero fue fabricada e instalada por GRUPO NOVA con la asesoría de Columbia Wire & Iron Works, situada en Portland, Oregon; los aplanados exteriores y las parti-ciones interiores las ejecutó HI HOMA, la pintura está a cargo de McGOWEN, mientras que las cubiertas metálicas y los muroscortina de vidrio fueron fabricados por Permasteelisa e instalados por Aluminios Aldana de Guatemala. Entre las empresas de sistemas están CELMEC (electricidad), COPANAC (aire acondicionado), CANAL AIR (plomería), ELECTRO SISTEMAS (protección de incen-dios), entre otros participantes.


El techo multicolor


Una vez terminada la construcción del esqueleto de acero y concreto, la silueta final del Biomuseo ha empezado a tomar forma con la colocación de los paneles metáli-cos de la cubierta. Estos elementos son un emparedado de diferentes materiales que inicia con láminas corrugadas (metal deck) de acero inoxidable fijado a la estructura de acero secundaria; sobre el metal deck se instala una lámina de alu-minio, separada por una cinta de gran adherencia (VHB) para producir adherencia inicial e impedir efecto dieléctrico entre el acero inoxidable y el aluminio. Sobre el aluminio se instala una membrana elastomérica para producir la impermeabilización y unos remaches-tuercas (rivnuts) fi-jan todas estas capas al metal deck y permiten atornillar el entramado de aluminio que más tarde será cerrado por aislamiento térmico y las láminas de aluminio pintado que le darán al techo del Biomuseo su característico aspecto multicolor y escamado.


Para recibir los paneles, al momento de colar el concreto se dejaron instalados pernos para posteriormente fijar las placas a las que se sujetará la estructura. El ing. César Kiamco explica que en los casos más complejos, ele-mentos de acero estructural (tubos de 600 mm de diámetro y 25 mm de espesor con conectores para concreto –studs) fueron fabricados con placas para recibir la estructura luego de llenar con concreto el inte-rior del tubo y generar una sección de concreto reforzado alrededor del tubo, entre las placas de acero. Cabe destacar que los paneles de la cubierta fueron fabricados en Tailandia. Como hay diferentes tipos de piezas, la construcción de la estructura portante exigió gran precisión para que al ser ar-mado el rompecabezas encajen a la perfección.


Con una inversión de más de 60 millones de dólares, en la ac-tualidad la obra se encuentra en el cierre final. A la par que están sien-do instalados techos y vidrios, los aplanados exteriores van cubriendo de color los muros, mientras que en los interiores, los pabellones están casi listos para recibir el sofisticado equipamiento museográfico. Con fecha de apertura para el verano de 2013, el Biomuseo es administrado por la Fundación Amador. Está afiliado al Instituto Smithsoniano y cuenta con el apoyo de la Univer-sidad de Panamá. Esta inversión millonaria espera ser recuperada en 16 meses, de acuerdo con la consultora KPMG. Se estima que una vez abierto, unas 600 mil per-sonas al año visitarán al lugar (70% extranjeras) lo que aportará 65.9 millones de dólares al PIB en el primer año y 329.5 millones durante un lustro de acción.


 

TEXTO: Isaura González Gottdiener

FOTOS: Aarón Sosa

 

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