Los parques industriales presentan una conectividad logística, geográfica y de negocios dentro y fuera del territorio nacional dotándolos de ventajas competitivas en el mercado global.
ctualmente, la economía mexicana experimenta una mayor sincronización del ciclo económico con su principal socio comercial y, por ende, la transformación en la organización y concentración de la cadena de valor. Al mismo tiempo, la ciencia, la tecnología y la logística adquieren un papel esencial en el desarrollo de las fuerzas productivas.
Una de las características principales de esta sincronización, desde el punto de vista del funcionamiento y organización de la acti- vidad productiva, son la aparición de parques, polígonos o centros industriales y, con ellos, el desarrollo urbano de la región.
En este contexto, la revista Construcción y Tecnología en Concreto realizó una inves- tigación sobre la importancia de los parques industriales. Además de entrevistar al Grupo Lintel, uno de los principales desarrolladores de parques o centros industriales de México y, particularmente, de la región del Bajío.
ANTECEDENTES
Los primeros parques industriales desarro- llados en México, según información de la Subsecretaría de Comercio Exterior, son un fenó- meno urbanístico propio de los años sesenta, fueron proyectos experimentales en la región central, prin- cipalmente en el Distrito Federal, el Estado de México, Puebla, Querétaro, entre otros. La idea era promover el desarrollo industrial y regional del país, a partir de políticas gubernamentales, basadas en la concentración de la actividad productiva y un ambiente netamente laboral. Al mismo tiempo, de facilitar la descentralización de las grandes metrópolis y el surgimiento de nuevas zonas urbanas.
Para los años setenta y ochentas, las políticas públicas de fomento industrial se dirigieron a impulsar con mayor fuerza la descentraliza- ción económica de las zonas metropolitanas de las principales ciudades del país. De ello resultó la formación de un tejido industrial territorial en el centro y frontera-norte del país, con la idea de generar nuevos polos de desarrollo, sustentados en el desarrollo industrial nacional y de exportación.
A partir de los años noventa, cuando se abren nuevas condiciones comerciales, gra- cias a la firma del Tratado de Libre Comercio, las necesidades del mercado exigen mayores desafíos para la actividad productiva nacional, hasta empujar a la creación de nuevas cadenas de valor, que fraguan la convergencia de nue- vas políticas gubernamentales demográficas, urbanos y fiscales, entre otros aspectos, dando forma a los modernos e innovadores parques o centros industriales y su impacto positivo en el desarrollo regional.
En los últimos años, México ha emprendido un proceso de modernización e inserción al nue- vo paradigma tecnológico, cuyas implicaciones tienen consecuencias innovadoras. En el nuevo paradigma convergen la tecnología, la logística, la informática y una nueva organización del tra- bajo. La nueva era productiva del país, requiere de la sincronización y planificación de toda la cadena de valor, más que de adaptaciones de centros industriales. En la actualidad, los parques industriales presentan una conectividad logística, geográfica y de negocios dentro y fue- ra del territorio nacional que les permite tener ventajas competitivas en el mercado global.
PARQUES INDUSTRIALES INTELIGENTES
En México, los parques, ciudades o centros industriales tienen gran importancia económica y son producto de las exigencias de la actividad productiva por eficientar y alcanzar mejores ventajas competitivas tanto interna como ex- ternamente. Del mismo modo, estos espacios industriales son detonadores del desarrollo regional y de la nueva imagen de las metrópolis.
Las zonas de desarrollo industrial están pla- neadas para confluir en los principales corredores logísticos e insertarse en la cadena de valor global.
Y es que, cualquier movimiento en el proceso de la actividad productiva, distributiva o comercial, puede afectar sobre el desempeño logístico nacional. Por consiguiente, la adopción de disposiciones en cualquier eslabón de la cadena de valor tendrá consecuencia directa sobre el desarrollo de la economía nacional.
En este sentido, los actores involucrados en la producción e intercambio comercial, han incentivado políticas públicas y privadas para fortalecer el ordenamiento y planificación de la construcción de parques o centros industriales, que permitan articular su funcionamiento con el desarrollo regional. La idea es que la construcción de las instalaciones esté dirigida a congregar actividades productivas, con el fin de optimizar su funcionamiento y evitar los cuellos de botella o el deterioro de los centros urbanos.
Con las nuevas tendencias comerciales
y de producción: “justo a
tiempo”, “cero inventarios”, servicio
“puerta a puerta”, las condiciones
del proceso productivo y de distribución
se ven obligadas a mejorar
sus operaciones en logística y
transporte de mercancías en términos
de oportunidad, eficiencia y
eficacia. Lo anterior ha estimulado
a instituciones gubernamentales
y desarrolladores inmobiliarios a
concentrarse en la organización
productiva y del trabajo, así como
la planificación y ordenamiento del
espacio industrial y urbano.
Es importante resaltar que,
el desarrollo urbano está ligado
íntimamente con el desarrollo de
la cadena de valor, teniendo en
cuenta que los principales centros
o parques de producción y consumo
se encuentran dentro de las
zonas urbanas, por lo cual resulta
imperante adelantar estrategias
para mejorar la calidad de vida de
las ciudades, en tanto movilidad,
vivienda y servicios de salud, entre
otros aspectos.
La idea es constituir ciudades
competitivas, eficientes y equipadas, que permitan
a los habitantes tener oportunidades de
desarrollo y mejores condiciones de vida. En este
sentido, la edificación de los nuevos parques
o centros industriales busca impactar en una
mejor calidad de vida de quienes habitan las
urbes y alrededores de las zonas industriales.
La búsqueda de mejores ofertas de espacios
industriales, han llevado a los desarrolladores
a cambiar sus estrategias inmobiliarias brindando
valor agregado en el mercado de zonas
industriales. La formula: insertar a los parques
o clusters industriales a la logística nacional, y
brindar mayor certidumbre al mercado.
EL BAJÍO EN LAS LIGAS
MAYORES
El Cerro del Cubilete mira cauteloso, a través
de un cielo encapotado, la transformación de
las calles y cotidianidad del las poblaciones del
Bajío del país. En las otrora zonas de abundancia
agrícola se extienden, cada vez con mayor
presencia, una formación de edificaciones industriales
de concreto. Desde el asentamiento
de la primera armadora automotriz, hasta los
modernos centros de la industria aeroespacial,
el Bajío se apunta a contribuir fuerte con el
dinamismo industrial mexicano.
El comportamiento de la actividad industrial
de esta zona del país registró un significativo
avance en su índice industrial durante el año
2014. Cabe señalar, el significativo estimulo
que se ha dado al aparato industrial de Guanajuato,
Querétaro, y San Luis Potosí, generando
un círculo virtuoso de crecimiento en otras
actividades económicas de la región.
MÁS QUE UN ESPACIO
INDUSTRIAL
La fórmula para que el Bajío esté dentro de los
ámbitos industriales más destacados y competitivos
del territorio nacional es la creación de
parques o ciudades industriales funcionales
productiva y logísticamente, donde la estrategia
es la convergencia eficiente y segura con los
principales nodos logísticos del país.
Para el Grupo Lintel, el desafío principal en
el proceso de concepción, diseño y construcción
de parques industriales y de negocios es la
construcción de sociedades. La idea es “no sólo alzar muros sino elevar los parámetros de calidad”,
con esta filosofía fue edificado el parque
o polígono industrial Las Colinas de León, una
obra de alta calidad, con áreas de recreación
y espacios verdes que buscan impactar positivamente
sobre el ambiente laboral. Este nuevo
centro industrial abrirá sus puertas a más de 50
empresas de los sectores: automotriz, metalmecánico,
plásticos y aeroespacial, entre otros,
con una generación de aproximadamente 200
mil empleos fijos.
Las Colinas de León, buscan embellecer la
imagen urbana y generar espacios sustentables,
por ello cuentan con “un drenaje diseñado
especialmente para las aguas pluviales, vías de
acceso más duraderas, generadores propios y
un sistema de reciclaje de aguas”. Al mismo
tiempo, de proveer de una unidad hospitalaria
para la atención de la población cercana y,
principalmente, a los trabajadores del parque
industrial.
Cabe señalar que la llegada de la edificación
de los nuevos parques o centros industriales
trae como consecuencia un impacto positivo
sobre el desarrollo y equipamiento urbano. En
este sentido, es detonador del desarrollo de
obras de infraestructura urbana, entre las que
se encuentran: accesos viales, alumbrado público,
infraestructura eléctrica, gas natural, agua
potable y drenaje.
Un punto clave es enlazar a la zona industrial
con los corredores logísticos principales,
por lo anterior, se construirán accesos para
conectar el desarrollo con la autopista León-
Aguascalientes, así como un paso desnivel con
acceso directo a la zona industrial.