Los nuevos estilos de vida, la creciente demanda de servicios y espacios construidos, así como la movilidad en las ciudades han originado una expansión de las manchas urbanas, horizontal y verticalmente. La incesante demanda y expansión de sitios para vivienda, trabajo y recreación deben atenderse de manera inmediata, pero también inteligente. Lo que hace algunas décadas nos parecía impensable y lejano, hoy en día es una realidad cercana: las acciones tomadas, aun a nivel local, causan efectos a nivel global; por lo que esta correlación se intersecta con la proyección del aumento de locaciones para los habitantes del planeta. En términos simples: debemos construir como nos gustaría que los demás también construyeran.