Cuando se diseña una nave industrial existen un sinnúmero de detalles a considerar. El tiempo que invierte el cliente y sus proveedores para armar el proyecto y cubrir las necesidades requeridas es titánico. A esta cantidad colosal de tiempo y energía dirigido al proyecto hay que sumarle las constantes modificaciones que sufre el proyecto, siempre con el objetivo de conseguir un cliente satisfecho. En pocas palabras diseñar una nave industrial no es tarea fácil.