Las construcciones que usan concreto como material base para su desempeño estructural demandan delicada atención durante su fase planeación y construcción. No hacer caso a estos requisitos iniciales puede desencadenar problemas a corto, mediano y/o largo plazo en el concreto. Debido a la inadecuada selección del concreto o el mal control de calidad durante el colado, en muchas ocasiones se generan defectos internos que reducen la capacidad de carga de la estructura. Aunado a esto, a lo largo de su vida, la estructura posiblemente será sometida a eventos extraordinarios. Ya sean ataques químicos de agentes externos y/o cargas probablemente no contempladas durante su diseño. Es por eso que en estructuras existentes existen riesgos que comprometen la integridad del concreto y la seguridad de sus usuarios.