Notas del acontecer

 

Luis Flores en el arquidiálogo sobre Formación Profesional

Como parte de las actividades programadas en el marco del XXI Congreso Panamericano de Arquitectos, convocado por la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA) para los días 20, 21 y 22 de septiembre del año 2000 en nuestra ciudad, se llevó a cabo uno de los interesante encuentros denominados arquidiálogos, en los que se expresan diferentes opiniones y puntos de vista sobre un tema de interés.

La reunión tuvo lugar el pasado 14 de enero en las instalaciones del Colegio de Arquitectos de México y trató sobre Formación Profesional. El arquitecto Luis Flores fue el encargado de la exposición y para ello viajó desde Puerto Rico acompañado por cinco destacados estudiantes de arquitectura de ese país.

Asistieron personalidades del medio tales como el presidente del Comité Organizador del Congreso, arquitecto Mauricio Rivero Borrell, el presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, arquitecto Manuel Barclay, el director de la Facultad de Arquitectura del Centro Universitario México (CUM), arquitecto Arturo Ayala y otros destacados arquitectos como son Antonio Gallardo, José Piccioto, César Mora Velasco, Hugo García Pérez y Jorge Alcocer.

Luis Flores es sin duda uno de los arquitectos más importantes en el plano internacional, no sólo por su obra sino también por sus aportaciones a la educación. El objetivo de su visita fue obtener información necesaria y desarrollar propuestas específicas que posteriormente estarán a disposición de las autoridades capitalinas y de los arquitectos mexicanos.

Al tomar la palabra, advirtió que "hablar de enseñar arquitectura es pretencioso: estamos enseñando mal, es necesario replantear los sistemas que aplica actualmente la docencia. Estamos preparando equivocadamente al estudiante de arquitectura al inducirlo a crear por inspiración divina, al estimularlo a una carencia total de humildad que lo conduce a una arrogancia innegable. La enseñanza pragmática ha prevalecido sobre la didáctica; en los talleres de diseño se trabaja sobre la ignorancia de una realidad general. Es necesario revertir ese proceso para trabajar sobre una base de información".

El arquitecto Luis Flores es el precursor de una escuela en Puerto Rico donde los estudiantes no sólo aprenden en los libros sino que viajan a diferentes ciudades del mundo para conocer más de cerca en proceso creativo y el acervo arquitectónico de diferentes culturas. Esta nueva modalidad en la docencia representa un costo más elevado que el de la forma tradicional, pero aportará mayores frutos a las nuevas generaciones de arquitectos que seguramente contribuirán a desarrollar un mejor futuro.

Se refirió al aprovechamiento que debe hacerse del adelanto tecnológico: "Con el avance de la informática y de los programas de diseño por computadora, la habilidad debe ser sustituida por la creatividad y la comprensión de un entorno más real y más práctico. Se debe evaluar al estudiante por su capacidad y no por su habilidad manual".

Finalmente, comentó que todos aquellos que de alguna forma están relacionados con la docencia, el proyecto o el diseño, "son cómplices de la arquitectura de consumo, donde se siguen al pie de la letra estilos de otros países y corrientes que no guardan ninguna relación con la realidad cotidiana que vivimos en países tales como Puerto Rico y México".

Por su parte, el arquitecto Mauricio Rivero Borrell destacó la importancia de realizar este tipo de encuentros en los que participan representantes de diferentes especialidades, profesiones y actividades. Dijo que en la medida en que abramos nuestros horizontes y discutamos conceptos sobre la creatividad y la funcionalidad de nuestro hábitat, podremos avanzar en la difícil tarea de recopilar opiniones e ideas sobre un mismo tema que aporten beneficios reales no sólo a las próximas generaciones, sino también a los que vivimos hoy en ciudades como la nuestra.

Al arquitecto Arturo Ayala señaló a su vez que el maestro no debe limitarse a enseñar su materia específica, sino que debe tener la preparación suficiente y la cultura general necesaria para formar, además de arquitectos, seres humanos capaces y con el acervo cultural suficiente para poder desarrollar un pensamiento crítico.

Presentación del libro Ingeniería estructural de los edificios históricos, del doctor Meli

En la ex-capilla del Palacio de Minería, la Fundación ICA presentó el libro Ingeniería estructural de los edificios históricos, cuyo autor es el doctor Roberto Meli. Se trata de un trabajo que se perfila como la investigación más importante en su género acerca de la Catedral Metropolitana y en cuyo desarrollo el autor estuvo en contacto con los integrantes del comité técnico de la Catedral así como con especialistas franceses, alemanes, ingleses y turcos, todos ellos con un vasto conocimiento sobre el tema de rehabilitación de monumentos.

El acto comenzó con las palabras de bienvenida y el mensaje del ingeniero Raúl López Roldán, miembro del Consejo Directivo de la Fundación ICA, y continuó con la presentación del libro, que estuvo a cargo del arquitecto Sergio Zaldívar Guerra, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Vinieron luego los comentarios del ingeniero Oscar de Buen López de Heredia, director general de Colinas de Buen, SA de CV, y del arquitecto Xavier Cortés Rocha, secretario general de la UNAM. Para terminar, el doctor Roberto Meli, director general del Centro Nacional para la Prevención de Desastres y autor del libro, se refirió a éste.

Según el doctor Meli, la importancia de la obra radica en que hasta el momento no hay estudios minuciosos sobre el tema: "Hasta la década de 1950 poco se escribía sobre esto. De hecho, en México todavía muy poca gente escribe de tal cuestión; lamentablemente, no ha cundido el ejemplo que proviene de los países europeos. En unas cuantas decenas de cuadras del Centro Histórico hay casi 400 monumentos coloniales de los que buena parte está muy dañada debido a los efectos del hundimiento de suelos del centro de la ciudad. Sólo algunos reciben la atención que se le ha prodigado a la Catedral".

Ante un nutrido grupo de colegas, invitados especiales, funcionarios de ICA y diversos medios de comunicación reunidos en el lugar, el autor expuso los motivos que lo llevaron a publicar su libro: "Existe aquí una gran experiencia y muchos conocimientos, se han realizado proyectos ambiciosos pero de muy pocos existe una documentación detallada. Todo quedó en publicaciones generales y conceptuales, muy bellas pero con muy poco contenido técnico. Ojalá el haberme atrevido a publicarlo sirva de estímulo a personas con mayor conocimiento y experiencia que la propia para que escriban sobre este y otros aspectos de la rehabilitación de monumentos; los datos en que están basadas las mediciones realizadas seguramente serán muy útiles para aquellos que vengan a enfrentarse a estos problemas".

Fue más explícito al decir: "Existen algunas razones que me permitieron tomarme tal atrevimiento, unas de tipo personal y otras de tipo académico. Como ustedes saben, desde hace tiempo ocupo un puesto que me mantiene alejado de mis labores anteriores de investigación, docencia y ejercicio profesional de la ingeniería. Desde el principio me propuse continuar con ciertas diligencias de investigación y la principal actividad de este tipo que quise mantener fue la que desde hacía varios años desarrollaba, principalmente en colaboración con el ingeniero Roberto Sánchez, relativa a los estudios estructurales del proyecto de la Catedral".

Señaló también el doctor Meli que existe una creciente desconfianza en el medio de los restauradores de monumentos respecto de la participación de los especialistas de estructuras en tales tareas, "en parte, merecida por algunas intervenciones no muy afortunadas, pero no justificada en términos generales". Y precisó: "Los ingenieros en estructuras son vistos actualmente como tecnólogos sin conocimientos de historia y de los aspectos culturales que motivaron la construcción de monumentos; se piensa que no tienen sensibilidad para aceptar las limitaciones de los materiales y sistemas constructivos de la época".

Planteó finalmente que el gobierno federal no cuenta con los recursos necesarios para atender todos los monumentos históricos del primer cuadro de la ciudad, por lo que se hace necesario elaborar un programa ambicioso en el que participen la iniciativa privada, fundaciones y empresas interesadas en patrocinar los trabajos. Y habló de recurrir incluso a apoyos internacionales para salvar esas edificaciones que son patrimonio del país y de la humanidad.

 

   

Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, A.C.
Revista Construcción y Tecnología 
Marzo 1999
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