A prueba del tiempo
(y con el arte a favor)

Gabriela Célis Navarro

En muchas partes de México
se ha construido mobiliario en concreto
desde mucho tiempo que, entre otras características, brinda una valiosa durabilidad.

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En México, existen ejemplos de mobiliario urbano que ha resistido con enorme dignidad muchas décadas, no obstante que, en algunos casos, es objeto de vandalismo. Así, por ejemplo, en la Ciudad de México parte del mobiliario que ornamenta las avenidas de la colonia Country Club, fueron hechas en concreto, con un espíritu “campirano”, como el mismo nombre de la colonia lo fue –y lo sigue siendo por mucho–. También el Parque México muestra orgulloso su mobiliario en concreto, con todo y sus señalamientos. En este caso, el mobiliario urbano no sólo del Parque México sino de buena parte de la colonia donde se encuentra resultó en sus momento ser todo un símbolo de lo que se podía lograr con el concreto armado. Las bancas, fuentes, señalizaciones y demás ornamentos de este simbólico parque capitalino, se reprodujeron en revistas que aludían a las enormes cualidades del concreto como material para ser usado en mobiliario urbano.

En otros lugares, de clima más húmedo y cálido, como lo es la Huasteca Potosina, también el mobiliario en concreto sigue funcionando después de haber sido colocado hace ya más de cincuenta años. Ejemplo de esto es el mobiliario para zonas ajardinadas del Hotel Taninul –mandado construir por el famoso cacique de la región Gonzalo N. Santos en la década de los cuarenta–. Los autores del proyecto integral del hotel decidieron usar concreto, con un esqueleto de acero, para la creación los muebles que sirvieran –y sirven aún– para los visitantes al área de la piscina. El concreto les ofreció la posibilidad de generarlos y demás enseres para mejorar las instalaciones del lugar, que resistirían, principalmente, las condiciones climáticas de la región en la cual el grado de humedad en verano es muy alto (más de 40 grados y a 30 msnm).

  Mejor por… sus características
El mobiliario en concreto, hecho con calidad, resulta altamente idóneo pues muestra:
Resistencia a la intemperie
Resistencia a la erosión propia del tiempo y a la erosión provocada por el detritus de las aves.
Resistencia al vandalismo
Puede generar una interesante identidad del entorno donde es colocado.
Es altamente confortable.

Para estar acorde con el entorno, las bancas –para dos o tres personas– fueron revestidas con cemento, pero retomando las formas de los árboles de la selva circundante. Aún hoy, después de más de cincuenta años de haber sido construidas, destaca su durabilidad ya que, al igual que los creados en la actualidad, requieren de mínimo mantenimiento. También llaman la atención los puentecillos realizados en concreto que, de igual forma, semejan ser de madera y que se acoplan perfectamente al paisaje. Destaca la escalinata en concreto que conduce a una cueva natural en cuyo interior, en su época de mayor esplendor del hotel –en los años cincuenta del siglo pasado– tuviera un bar y una pista de baile. Este mobiliario lleva ahí, 50 años de no recibir casi ningún tipo de mantenimiento y se muestra aún fuerte y equilibrado con el paisaje.

 

La visión del mobiliario en concreto

Fabricar objetos de concreto bellos y durables para que ayuden a mejorar el confort en los espacios públicos es una tarea a veces poco valorada. Sin embargo, varias instancias de diversos países están involucradas en el tema. Por ejemplo, en la Universidad de los Andes, en Colombia, y con el apoyo de CEMEX Concretos, se desarrolló hace unos años una investigación de diseño industrial que buscó ofrecer una línea de productos de concreto dirigida al mercado del mobiliario y equipamiento del espacio urbano. En este sentido, el espacio urbano no son sólo bancas; son luminarias, postes, parabuses; en fin, una infinidad de objetos en donde se conjuga el trabajo de ingenieros y de diseñadores.

El mobiliario urbano, o para espacios exteriores ajardinados, como pueden ser los de los hoteles, hecho en concreto, ofrecen resistencia a la intemperie, a la erosión del tiempo, a vandalismo y se convierten en piezas que pueden formar parte del lugar mismo por su apariencia, por su textura, por sus mismas cualidades sensuales y, obviamente, por el confort que brindan. No podemos olvidar que el espacio urbano es ese lugar donde el ser humano transita, se mueve y se nutre de elementos perceptivos que lo afectarán, ya sea de manera conciente o inconsciente; que lo estimularán o, por el contrario, lo cohibirán. Siendo románticos, podríamos preguntarnos ¿cuántas cien-tos de parejas no han sellado su amor en las bancas de concreto, con techumbre que semeja árboles, del icónico Parque México?

En la actualidad, el mobiliario en concreto presenta ya nuevas lecturas con formas más atrevidas. Muestra modos de uso y de experimentación alternativos en relación a lo tradicionalmente hecho. En la mencionada Universidad de los Andes, el proyecto ROKA –con la propuesta del diseñador y profesor de la Universidad de los Andes Andrés Freddy Zapata, plantea la presencia de cojines de concreto que ofrecen una nueva aproximación formal y funcional que, al tiempo de ser confortable, es amable y lúdica. Así, como ya se dijo, la Universidad de los Andes, en asociación con CEMEX Concretos de Colombia y con el apoyo de otras instancias como Colciencias, configuró un trabajo interdisciplinario y de colaboración con varias empresas y profesionales como ingenieros civiles, arquitectos y diseñadores.

  Mejor por… su versatilidad
Entre los productos que se pueden hacer para funcionar como mobiliario urbano están:
Luminarias.
Postes.
Pavimentos.
Conjuntos escultóricos.
Parabuses.
Bancas (para una o varias personas).
Puentes peatonales.
Juegos infantiles (como resbaladillas, laberintos, copias de animales prehistóricos).
Pistas de patinaje.
Cerramientos de jardines, entre otros.

¡Abajo el estigma!

Resulta ya molesto ver que el concreto está por muchos estigmatizado como un material frío, duro y rígido; del que sólo se cree que pueden darse formas rectas, carentes de mayor riqueza o de juego formal y por tanto, inapropiado para comunicar y expresar mensajes sensibles. Pero ya en espacios como el Paseo de Santa Lucía –Portada de Construcción y Tecnología de diciembre de 2008– quedó demostrado cómo se puede comportar el material en un espacio público, y la enorme calidez que puede brindar.

Infinidad de formas y texturas

El concreto colocado en espacios públicos puede tener una amplia gama de colores, además de que puede ser combinado con agregados como piedra y grava; también el concreto translúcido puede comenzar a tener presencia en la escena pública. Asimismo, se pueden disfrutar de diversas texturas dadas por métodos y sistemas diversos, que pueden ir desde el estampado, oxidado, roturado, abujardado.

Las mezclas realizadas podrán tener propiedades diferentes que varían dada su adherencia, ductibilidad, porosidad, pesos, resistencia, densidad, manejabilidad, etc., lo que permite crear formas diferentes a la tradicionales, como curvas, rectas, sinuosidades, ondulamientos, aplastamientos, o formas alargadas. Asimismo, acordes a los niveles de uso y exposición a que las piezas son diseñadas, los concretos se someten a diferentes resistencias. Los objetos de concreto que son creados para generar mobiliario urbano buscan responder al contexto en que serán ubicados y por tanto, a la gente que los usará. c