La otra orilla

Ana Laura Salvador Arriaga1

 

 

Un lugar que vio nacer a una generación que años después trascenderá en vidas desterritorializadas y de donde surgió una mente artística.
El sentimiento creador representante de la inmigración conquistó a la población de la Universidad de León –Campus Vegazana–, en España con la obra escultórica La otra orilla, de Raúl Fernández Olivi.
La esencia de la obra grita una necesidad de identidad en donde nueve metros cúbicos de concreto desafían el tiempo y a la estaticidad contemplando la eternidad.

Página 1 de 1

En este trabajo, la mezcla de cemento blanco, verde y agregados perfectamente escogidos (como la piedra de Boñar y arena fina blanca) constituyen la herramienta precisa para evocar una intención de paz; un proceso tumultuoso que genera serenidad al encontrar estabilidad. Ímpetu naufragante; deseo dominante; proceso incesante. Orientación forjada; raíces que claman por una pertenencia inexplicable. Un perpetuo llamado a costumbres lejanas que son reflejo de años de esperanza. El nacimiento de una ola que con esfuerzo alcanza un sitio, mismo que desemboca en emociones enclaustradas de generaciones olvidadas. Un estado de pertenencia que plasma un crecimiento interno reflejado en capas de fluidez contenida por cimbras de madera laminada. La estructura de varillas de acero y malla cima soldada generan una complejidad interna de sustento y entendimiento, profundizando el mensaje de búsqueda certera.

Una vida de experiencias llevadas a una consistencia plástica que con el tiempo fragua en el sitio elegido. El espacio enmarcado de un contexto ideal que contiene enseñanzas cimentadas en la vivencia.
La emoción de ser y apoderarse de la distancia hacen conjugar emociones que día a día los alumnos y profesores del Campus leonés perciben y que contagiados de la pasión del autor transmiten. Una combinación de contextos; el entendimiento de una herencia y la comprensión de la rutina trascienden en la naturaleza de la materia. La sustancia que reside en la permanencia. La causa que encuentra su procedencia; la razón que promueve el origen de su emancipación.