Tecnología y calidad

Retratos: A&S Photo/Graphics.
Juan Fernando González G.

Si bien los edificios inteligentes persiguen la
automatización de muchos de sus procesos,
en la actualidad, la preocupación a nivel mundial es la de dotarlos de mecanismos que ayuden a hacerlos también sustentables.

Ejemplos emblemáticos de edificios de vanguardia son los que se construyen en la célebre Zona Cero de Nueva York, como el del Bank of America, que se terminará de construir en este 2008 y que se distingue por su doble pared, una tecnología que disipa el calor solar, y un sistema de ventilación instalado bajo el suelo, no en el techo.

     

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“solamente el un o por ciento de los edificios en México tienen procesos automatizados si endo qu e todos los in muebles lo necesi tan en mayor o menor medida”.

El inmueble también contempla la instalación de monitores que detectan el dióxido de carbono y garantizan aire fresco, así como un sistema que recolecta y recicla agua de lluvia.

Cerca de este edificio se erige la que será la nueva sede del diario The New York Times, que tendrá un jardín interno descubierto y una tubería de cerámica que calibra la entrada de luz solar. Otro proyecto a destacar es la Torre Hearst, cuyo armazón emplea 20% menos acero que una estructura promedio, lo que representa un ahorro de aproximadamente 2 mil toneladas de este metal.

La visión mexicana
En México, la entidad más reconocida dentro del rubro de la automatización de inmuebles es el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente AC (IMEI), organismo que desde 1991 aglutina a los profesionales en la materia y que tiene como objetivo la difusión de los conceptos relacionados con la planeación, construcción, equipamiento y operación de edificios inteligentes.
Para conocer más sobre este tema y la situación que guardan las empresas y profesionales de este ramo, Construcción y Tecnología se acercó al ingeniero Rodolfo Hernández Cerón, presidente del IMEI, quien comenta que el organismo que preside tomó auge aproximadamente hace 10 años, “cuando empezó el boom inmobiliario, aunque ahora ha tomado plena vigencia la denominación de edificios verdes, lo cual denota una preocupación por la sustentabilidad y el cuidado al impacto ecológico”. No obstante –agrega el experto en electrónica egresado del Instituto Politécnico Nacional– pese al interés que existe por este tipo de sistemas “solamente el uno por ciento de los edificios en México tienen procesos automatizados siendo que todos los inmuebles lo necesitan en mayor o menor medida.

Los proyectos residenciales de nivel medio alto y alto ya empiezan a considerar muchos de estos aspectos, aunque la mayoría lo hace en el renglón de la seguridad”.
Debemos educar a la población para que prefieran materiales y sistemas de vanguardia, como las ventanas que permiten el paso de la luz sin que transmitan elevados índices de energía térmica, aislamientos en los techos, recubrimientos, celdas solares, colectores de agua y azoteas verdes. Son elementos, dice el entrevistado, que hoy día son más caros que los convencionales, pero que a la larga suponen un ahorro considerable. “Ya hay proyectos de este tipo y existen muchos arquitectos e ingenieros que empiezan a considerar este concepto. En algunos lugares en el que las viviendas requieren de aire acondicionado se han establecido programas de financiamiento, o bien, el cambio del equipo viejo por uno nuevo más eficiente y de menor consumo. Existe esta parte, y también está la otra, la que correspondería a lo que comúnmente se conoce como edificio inteligente, hablamos de las construcciones asentadas en el corredor Reforma o Insurgentes, el Centro Histórico o Santa Fe, que no pueden concebirse sin el mínimo indispensable en materia de automatización y sistemas de protección”, dice Hernández Cerón. Inversión a
largo plazo
El avance científico en muchos de los campos de la vida humana es vertiginoso. Es por ello que un edificio que se precie de ser inteligente deberá estar dotado de una estructura que resista al menos tres generaciones de mejoras tecnológicas, al tiempo que provea a sus habitantes de los mejores sistemas de energía, confort, seguridad, preservación de la vida y telecomunicaciones En la práctica, un inmueble deberá ser confortable, pero también tendrá que contar con los elementos necesarios para que una persona sea más productiva y eficiente. Así, habrá que cuidar que haya suficiente luz natural y la atenuación del calor para reducir el consumo de energía. También un moderno sistema de aire acondicionado que provea mayores zonas de confort, así como sistemas de seguridad eficientes y telecomunicaciones de vanguardia que aceleren el desarrollo de los negocios. Implementar estos procedimientos hará que se reduzcan los gastos de operación del edificio, que haya menor riesgo por algún error humano tanto en situaciones cotidianas como en las de emergencia y que se mejoren las condiciones generales de trabajo,
sin embargo, tal parece que estos beneficios están ocultos para la mayoría de los profesionales del ramo. Cabe decir que es reducida la cantidad de personas inmiscuidas en el renglón de la construcción que se interesa por dotar a sus edificios de estos avances, dice el presidente del IMEI.

“El problema de México es que lo que no es obligatorio y se queda a nivel de recomendación, no se hace. Si no se le dan beneficios extras a la constructora o inmobiliaria pues no se va a poder detonar un boom expansivo. Muchos sí lo hacen pero éstos pertenecen a grandes transnacionales, corporativos que dentro de sus políticas integran los costos de estos implementos.
La inversión del edificio se debe ver a los 20 años, es decir, que se debe considerar lo que cuesta construirlo, más los gastos de operación, porque allí están todos los ahorros escondidos. Es decir, que muchos de los propietarios de los inmuebles no contrataron a gente capaz para sacarle jugo a los sistemas, y de esta forma de nada vale tener un esquema inteligente si el operador no le pone horarios a la
iluminación o ajustes al aire acondicionado”, señala.
En la actualidad, explica el experto en ingeniería electrónica, la automatización de un edificio representa el .75% de los costos totales, muy diferente a lo que sucedía hace 15 años, cuando había que invertir el 3% del total. Este dato y muchos más son desconocidos por el grueso de los constructores. En este sentido, el IMEI trabaja para que haya más divulgación de este tipo de temas, acota.

Difusión y normas
El esfuerzo que realiza el IMEI para difundir la importancia de los sistemas inteligentes se ve materializado en la reunión que sostiene mensualmente con sus miembros y con los especialistas que quieren saber más sobre estos tópicos. Además, dice el ingeniero Hernández Cerón, “participamos en diferentes foros y organizamos seminarios, talleres y nuestro diplomado anual en edificios inteligentes, el cual está muy enfocado a los que están en este medio y a los jóvenes recién egresados de las carreras de ingeniería y arquitectura. Algo digno de destacar es el trabajo que realizamos con instituciones gubernamentales, para que el concepto de la sustentabilidad crezca entre los constructores e inmobiliarios. Queremos que se realicen guías de recomendaciones que eventualmente puedan convertirse en una regla o norma y que, al cumplirse, les ofrezca ventajas adicionales como la agilización de sus trámites o permisos”,
establece.
En México, lamentablemente no hay ninguna norma en relación con la automatización de inmuebles y lo poco que existe es la resultante de tropicalizar lo que ya se estableció en el extranjero. “Yo diría que no se trata de inventar el hilo negro, sino de tomar lo mejor de lo que hay a nivel internacional y adaptarlo y regularizarlo a la necesidad local. Es muy diferente construir en la parte norte de la zona metropolitana, a hacerlo en el sur; y lo mismo sucede a nivel nacional porque los materiales deben ser propios de la zona para que haya una armonía, algo integral y sustentable”.
El futuro de este organismo parece ser muy halagador “ya que trataremos de que el IMEI salga de la zona metropolitana y se avance en algunos convenios que ya se tienen platicados con asociaciones de ingenieros y arquitectos, así como con escuelas o universidades. Creo que es importante nuestra aportación en foros universitarios para concientizar a los muchachos de la grave situación en relación con los recursos naturales, e informar sobre las alternativas tecnológicas que existen al día de hoy para poder manejar este tipo de proyectos”, afirma.
Con los edificios inteligentes debe ocurrir lo mismo que cuando surgieron las videocaseteras, concluye el directivo, “que en el momento que se volvió una cuestión masiva las ventas se dispararon y entonces los costos se hicieron más accesibles. Tenemos que hacer más fuerte la labor informativa y de educación para que, por ejemplo, haya más personas que se animen a invertir cinco mil pesos en un calentador solar en vez de uno de gas de $1,800, que le perdamos el miedo al conocimiento y en ese mismo sentido será posible que los costos disminuyan. Tal vez dentro de cinco años veamos una demanda mucho más fuerte de este tipo de tecnologías, pero mucho depende de la información que le brindemos al consumidor
tradicional”.
Foto: www.wikimedia.org. Sede del New York Times, New York.

  Contacto con el IMEI

• Avenida Paseo de la Reforma 505, piso 9, suite A, colonia Cuauhtémoc (Torre Mayor).
• Teléfono: 52 12 13 10 al 12
• Mail: imeigl@prodigy.net.mx