En el Bosque Marino

Yolanda Bravo Saldaña
Fotografías: Daniela Mac Adden

En la provincia de Buenos Aires en Argentina, se encuentra esta bella casa que demuestra cómo el concreto y la naturaleza hacen una combinación perfecta.

    

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Mar Azul es un balneario ubicado a 400 kms al sur de Buenos Aires, con una extensa playa de médanos vírgenes y un frondoso bosque de coníferas. Los propietarios de esta casa, integrantes del estudio que la diseñó (BAKarquitectos), conocedores desde hace años del lugar, eligieron un terreno en el bosque con una topografía desafiante, para construir esta vivienda de veraneo cuya presencia no impidiera que el paisaje circundante continuara siendo el verdadero protagonista.
La propuesta
El hecho de haber podido experimentar en temas funcionales y estético- constructivos en este ambiente tan particular –un bosque marítimo– con otra obra recientemente construida –la casa Mar Azul– y haber obtenido resultados satisfactorios, permitió en esta oportunidad, perfeccionar el sistema usado y resolver su adaptación a la peculiaridad de la compleja topografía del emplazamiento elegido.

  BAKarquitectos

BAKarquitectos es un despacho con sede en Argentina, integrado por los arquitectos María Victoria Besonias, Guillermo de Almeida y Luciano Kruk.
Han sido premiados por su labor en varias oportunidades como por ejemplo, con el Primer Premio Vivienda
Unifamiliar Aislada, en la Bienal 2007 organizada por el Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires, por la Casa de Hormigón.
Por la casa Mar Azul obtuvieron, por ejemplo, el Gran Premio de la Bienal 2006 del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo y Sociedad Central de Arquitectos, Premio Sacriste, 2005 y Primer Premio Arquitectura Joven de Alucobond 2005.
Sus obras han sido publicadas en diferentes medios especializados del país y del extranjero.
Los titulares del despacho cuentan con experiencia como docentes de arquitectura, de forma que, como señalan “cada nuevo encargo resulta una oportunidad para poner en práctica el enlace entre teoría y producción como forma de trabajo superadora del encasillamiento al que muchas veces somete el ejercicio de la profesión”.

Sobre la obra, los arquitectos expresan que: “la búsqueda de alternativas debería, como en la primera experiencia, seguir teniendo pocas pero insalvables limitaciones: fundamentalmente tener bajo impacto en ese bello paisaje; que se ajustase a un presupuesto limitado; que su mantenimiento posterior fuera nulo, y
que el tiempo de construcción se acortase todo lo posible ya que el seguimiento se haría a distancia”.
Con estas premisas en mente, la casa fue resuelta como un prisma de concreto de proporción alargada y de altura mínima, ubicado aprovechando una leve planicie natural en un terreno cuya característica relevante es la pendiente en diagonal (6 metros de diferencia entre una esquina y la opuesta del lote) que presenta. Mas allá de esta especie de terraza natural la pendiente se hace aún más abrupta y los pinos empiezan a ralearse. Con esta ubicación se modifica apenas el perfil del médano y no se interrumpen las vistas desde los lotes linderos al magnífico paisaje circundante ya que en un corto plazo desde el entorno inmediato sólo se apreciará un suelo (en realidad el techo de la casa) cubierto del follaje seco de los pinos en permanentemente renovación.
Como la construcción está ubicada paralela al lado más breve del lote y la pendiente del médano es oblicua respecto de las ortogonales del mismo, la casa se encuentra semi-enterrada en uno de sus ángulos y con sus cimientos expuestos en el lado opuesto. De manera tal que la forma pura y contundente que cobija las actividades de veraneo parece emerger del médano con dos fachadas bien diferenciadas:
la suroeste, hundida en la arena con una abertura que la recorre de extremo a extremo y cuya altura va acompañando la pendiente del médano, y la noroeste, totalmente vidriada como un balcón que permite vistas lejanas pero a la vez parcialmente protegida de las miradas desde la calle por unos tabiques “paravistas” que varían su posición y cantidad según los ambientes que protegen. Llama la atención el hecho de que los vidrios de este ventanal corrido, a su vez reflejan el paisaje cuando la casa se observa desde el exterior, resaltando una serie de elementos verticales de gran protagonismo (árboles verdaderos y reflejados, tabiques “paravistas” reales y espejados) que le restan protagonismo al prisma puro de fuerte presencia horizontal y que ofrecen, a medida que el observador se desplaza, cambiantes vistas de la casa y del paisaje que la cobija.

La organización funcional
Esta organización, señalan sus autores “es casi de catálogo”. Sobre la fachada-balcón los ambientes principales, uno a continuación del otro, están unidos por un deck. Sobre la fachada hundida están los baños, la cocina y, en el extremo que va “desenterrándose”, el comedor. La casa no cuenta con un acceso protagónico y si bien el ingreso por la zona más pública es sin duda el de uso habitual, también se puede entrar a esta vivienda por cualquiera de los otros ambientes.
Por su parte, los “muebles de hormigón” –como los llama el despacho– que definen los dormitorios se separan 0.70 m de la fachada vidriada a través de dos paños fijos que pueden ser removidos o reemplazados por puertas en el caso que se cambie el destino de los ambientes. Con este recurso en cualquier lugar de la casa puede recomponerse la totalidad de la fachada y cada ambiente se agranda visualmente pues se prolonga en el contiguo.
Las actividades exteriores no pretenden estar determinadas por razones funcionales, sino que es la propia topografía la que va definiendo el lugar para dejar el automóvil, para ubicar la parrilla o para determinar la posición de la plataforma para tomar sol. Se decidió también no ajardinar el lote para mantener la calidad del paisaje natural que además presenta la ventaja de no necesitar más mantenimiento que el retiro de los pinos que se van secando.

La solución constructiva
Para esta nueva experiencia los proyectistas decidieron eliminar los perfiles de hierro estructurales (presentes en la casa Mar Azul) con el fin de llevar al límite el concepto de mantenimiento nulo. De forma tal
que la planta de la vivienda de 6.90 mts x 14 mts queda cubierta por una losa de concreto armado a la vista que descansa en los múltiples tabiques de la fachada principal por un lado, y queda resuelta con un voladizo en la opuesta que permite realizar una abertura en toda su extensión sin apoyos intermedios. Dicho voladizo está soportado por tres tabiques portantes que se desplazan de la línea de la fachada.
Los tabiques interiores son de ladrillos huecos revocados y pintados con látex blanco. El piso es de paños de alisado de cemento de 5 cms de espesor, divididos por planchuelas de aluminio. El encuentro entre muros y suelo se resolvió con un perfil rehundido de aluminio a manera de zócalo. Las aberturas son de aluminio anodizado color bronce oscuro. El sistema de calefacción –dado que no existe gas natural en la zona– se resolvió instalando una salamandra para acondicionar el lugar de reunión, el primer dormitorio y el pasillo. El dormitorio principal y los baños se calientan a través de placas eléctricas.

  Datos de interés

Nombre: Casa de Hormigón.
Ubicación: Mar Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Arquitectos: María Victoria Besonías, Guillermo de Almeida, Luciano Kruk. Colaborador: Sebastián Indri.
Superficie del terreno: 595,50 m2.
Superficie construida: 90 m2.
Año de construcción 2006-2007.

La experimentación que se menciona en los primeros párrafos está relacionada con que el uso habitual de la casa en épocas templadas o cálidas y el microclima reinante en el bosque marítimo (mucha sombra y escaso viento) hace viable la solución constructiva de bajo costo y rápida ejecución, de una envolvente de concreto aparente sin complementos que mejoren el aislamiento térmico e hidrófugo. Para esto se utilizó concreto con el agregado de un plastificante que optimiza una mezcla con escasa cantidad de agua que al fraguar resulta de mucha compacidad. Gracias a este procedimiento la cubierta se puede resolver sin contrapiso de pendiente ni membrana hidrófuga, simplemente la losa se realiza desde el vano con la suficiente pendiente como para permitir el libre escurrimiento del agua de lluvia hacia sus cuatro lados. Además, la calidad expresiva del concreto aparente y sus propiedades de resistencia e impermeabilidad, hacen innecesario cualquier tipo de acabado superficial, lográndose también, como se dijo, un bajo costo de ejecución en las terminaciones y un mantenimiento futuro innecesario ya que los paramentos tanto exteriores como interiores de concreto aparente sólo requieren como acabado de un lijado a mano para remover las adherencias propias de la ejecución. Por otro lado, el color y textura del concreto armado realizado con cimbra con base en tablas de madera resulta de una presencia fuerte pero discreta a la vez, permitiendo que la obra se exprese en armonía con el bosque. En cuanto a los cimientos éstos fueron realizados con una viga en forma de T invertida en todo el perímetro de la planta que, salvando la fuerte pendiente del terreno, forma una especie de “corral” de contención de la arena con la que luego se rellena.

Sobre ésta debidamente apisonada se colocaron dos capas de poliestileno expandido superpuestas y trabadas. Posteriormente, se realizó un contrapiso armado de concreto H8. El próximo paso fue la ejecución de la envolvente de concreto. Cabe decir que para esta casa se utilizó un concreto H21, de resistencia a la compresión 21.0 MPa, con una relación-agua-cemento de 0.6 y un agregado grueso de piedra partida de granulometría <25 mm. A este concreto se le agregó un superfluidificante en la proporción 1.5 litros/m3. El volumen total de concreto usado fue de 33 metros cúbicos.

El tratamiento de la luz
Conocedores de la atmósfera ambiental que genera el bosque, era primordial asegurar un generoso ingreso de luz a todos los locales. Como refuerzo de la iluminación proveniente de los paños vidriados del perímetro se pensó en incorporar una entrada de luz sobre el “mueble de concreto” que contiene la salamandra y el leñero. Con ese objetivo fue proyectada una caladura que produce tanto en los tabiques que cierran el estar como en el suelo, efectos lumínicos que van variando con el transcurrir del día. Lo mismo sucede con las sombras cambiantes que van arrojando los múltiples tabiques de la fachada principal. Por otro lado, los muebles diseñados por el estudio fueron realizados con madera recuperada de pino canadiense proveniente de cajones de embalaje de motores. La mesa es una losa de concreto unida al sistema de tabiques exteriores.