Osmín Rendón: un gran representante

Retrato: A&S Photo/Graphics
Fotos cementeras: Cortesía Canacem.
Juan Fernando González G.

Hombre comprometido con la lealtad y el servicio, Osmín Rendón es la cabeza visible de uno de los grupos más importantes de México, el de la industria cementera, pilar del desarrollo económico nacional.

Intenso y optimista como pocos, el presidente ejecutivo de la Canacem relata para Construcción y Tecnología que si bien se graduó como abogado nunca ha dejado de buscar la actualización profesional, por lo que prácticamente ha pisado todas las instituciones de educación superior del Distrito Federal cursando seminarios, cursos y posgrados que lo mantengan al día en los temas relacionados con su actividad.

    

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El representante cementero declara que “mi mayor pasión después de mi familia es el trabajo, el que disfruto al máximo pues me siento afortunado de contar con un equipo de colaboradores muy entusiastas y comprometidos; por si fuera poco, estoy orgulloso de que los miembros de la cámara me distingan con su confianza al cien por ciento”.

  Reflexiones diversas

• Tengo tres principios fundamentales en la vida, que son la lealtad, la disciplina y la honestidad, valores que han sido inculcados por mi familia y los diversos empleos que he tenido.
• El sector cementero es orgullo de nuestro país. Nuestros seis agremiados aportan un gran valor a nuestro país, no sólo en productos de calidad a nivel internacional, porque tenemos cemento de la mejor calidad del mundo, sino también aportando un valor en ese compromiso social, ambiental y un compromiso por el desarrollo sustentable de México, y ese compromiso se traduce en las acciones cotidianas que tienen las empresas.
• Otro gran reto es tener credibilidad. Tenemos muchas cosas buenas que no hemos dicho y decirlo nos servirá para que nos identifiquen mejor.

¿Un trabajo sencillo?
Ser el vocero y representante de la industria cementera mexicana parece un trabajo que requiere mucho más que eficiencia y capacidad administrativa. Es, en primera instancia, una responsabilidad ante los propios agremiados, pero sobre todo, ante millones de ojos que están pendientes de lo que hacen los seis gigantes que conforman la asociación. El presidente de Canacem se lo toma con ligereza porque, dice, “es fácil desarrollar el trabajo cuando tus jefes, seis en total, tienen una calidad enorme y te permiten trabajar. Lo más complejo, diría yo, es llevar a cabo los retos que te propones porque siempre quieres hacer las cosas mejor, y es ahí que entra el análisis interno de cómo podemos mejorar para poder proyectar mejor nuestro sector”.

La pregunta surge de inmediato: ¿Cómo aglutinar seis voluntades tan exigentes?, a lo que Rendón responde: “Lo importante es que esta Cámara no atiende de ninguna forma los asuntos comerciales de las empresas. Todos nuestros afiliados han demostrado que el tema de los negocios particulares se queda fuera. Claro, hay una competencia sana entre todos nuestros agremiados, pero aquí adentro todos estamos unidos. Podría parecer que es fácil reunirse y decidir algunos asuntos entre seis socios, sobre todo si pensamos que hay cámaras que agrupan a cientos o miles de afiliados, pero la diferencia es que nosotros somos seis empresas de gran impacto nacional”, enfatiza.

  Sustentabilidad

Los agremiados a la Canacem tienen plena conciencia de los asuntos relacionados con la ecología y la sustentabilidad; de hecho, muchos de los procesos que se siguen hoy fueron cultivados hace mucho tiempo, cuando no había la legítima preocupación de la sociedad por la salud del planeta ni tampoco existía una normatividad al respecto.
Osmín Rendón hace referencia al tema y explica que desde hace tiempo “se tiene en consideración la sustitución de energía que se utiliza en los hornos, es decir, cambiar los combustibles tradicionales por los alternos, que no significa demeritar la calidad y las propiedades del producto sino al contrario, un ahorro muy considerable en el uso de energía que llega al orden de 21%”
Estamos lejos, dice el directivo, de llegar a las cifras que se manejan en países de primer mundo, “como España, que ha sustituido 50% de los combustibles tradicionales por alternos, o Alemania, con el 70%. Nosotros estamos por debajo, pero la primera visión para incrementar el porcentaje de sustitución es tener un marco jurídico sólido
que nos permita avanzar en esa dirección, y creo que vamos caminando con paso firme”, asevera.

Evolución es la palabra
La Canacem, que agrupa a las cementeras más importantes del país pronto cumplirá seis décadas de vida. La experiencia ganada y su constante ánimo de renovación han generado que esta Cámara emprenda nuevos derroteros. Así lo explica el entrevistado:
“Durante los últimos años hemos tenido una mayor apertura hacia la comunicación, lo que se traduce en una mayor presencia en todos los ámbitos. A lo largo de este tiempo se ha fortalecido el tema del desarrollo sustentable, y también el de la realización anual del congreso relativo a la seguridad y salud ocupacional, en el que de manera libre las seis empresas comparten sus experiencias en beneficio de los trabajadores, sus familias y las comunidades a las que pertenecen”, advierte.
“No puedo dejar de lado, por supuesto, el tema de la alta tecnología con la que se maneja la industria cementera porque somos vanguardistas en este rubro. Sin embargo, al final del día lo más importante es la gente que está detrás de los fierros, de las grandes maquinarias: el rostro humano de la industria cementera es de primer nivel. Nuestros trabajadores son capaces y tienen un estándar internacional muy alto en cuanto a conocimiento y operatividad”, afirma satisfecho.
Mucha gente se pregunta, aquí y allende las fronteras, ¿cuál es el secreto de la industria cementera mexicana para trabajar con tan altos índices de calidad y ser punta de lanza en diversas regiones del planeta, lo que la convierte en un verdadero ejemplo a seguir? Osmín Rendón reflexiona al respecto y señala que “la fórmula es y ha sido el trabajo constante, el cariño a México, aunque no se puede dejar de advertir la visión de negocios que tienen quienes dirigen la industria cementera.
Se trata de grandes hombres, con una amplia capacidad de análisis y de visión de negocio, lo cual les ha permitido proyectar el crecimiento y la expansión de nuestro sector. Hoy, la industria cementera participa en el 1% del PIB, una cifra importante sobre todo si se considera que se trata de una inversión directa. Reitero,
los hombres de este sector, sus cabezas, han sido visionarios, vanguardistas y siempre apuestan grande por México”.

  Vías de comunicación

• Uno de los primeros proyectos que se tienen contemplados dentro del Plan Nacional de Infraestructura es el de las carreteras Durango- Manzanillo, Lagos de Moreno-SLP, Zacatecas- Saltillo, Cancún- Chetumal y Acapulco- Zihuatanejo.
• Se planea también el segundo tren suburbano del Valle de México, el Chalco-Los Reyes, una segunda pista en el
aeropuerto de Toluca, la ampliación de los puertos de Manzanillo y Veracruz, así como la nueva terminal de Riviera-Maya y el Puerto Colonet.

¿Vivienda o infraestructura?
La desaceleración económica que ha experimentado México en los últimos tiempos tomó una tregua que se basó en el boom del sector inmobiliario, lo cual, evidentemente, le permitió a la industria del cemento crecer con firmeza. Sin embargo, es un hecho que la crisis de bienes inmuebles en nuestro vecino del norte puede afectar al conjunto de la economía nacional. Como sea, se espera que haya un crecimiento a partir de abril del 2008, plazo en que se sabe habrá una mayor apertura del mercado estadounidense.

El crecimiento de la industria se perfila hacia un 4%, lo que en voz de diversos especialistas es sumamente optimista. Osmín Rendón lo ve de esta manera: “El sector de la vivienda tiene muchos campos de oportunidad, porque hay muchos mexicanos con necesidad de vivienda de todos los rangos; sin embargo, creo que México está tomando un rumbo hacia el tema de la infraestructura carretera, ferroviaria y portuaria,
temas vitales para el desarrollo económico de un país.

  Cifras ejemplares

• La industria cementera ha invertido 2, 500 millones de dólares en el ultimo lustro, y 12% del total se ha invertido en proyectos ambientales.
• E l Consumo anual per capita de cemento es de 340 kg.
• La industria tiene una capacidad instalada para producir 51 millones de toneladas al año.
• Genera más de 20 mil empleos directos y 120 mil indirectos.
• Puntos de venta en el país: más de 30 mil.

El despegue del Plan Nacional de Infraestructura que ha anunciado el presidente Calderón es algo que requiere no sólo la industria cementera, sino el país en su totalidad. Insisto, no se puede desvincular el tema de la vivienda y relegarla a un quinto plano, es muy importante y siempre van de la mano, aunque hemos de reconocer que el tema de la infraestructura es uno de los principales detonadores para que alcancemos nuestras metas en el 2008.
Yo veo a la industria mejor posicionada, con un crecimiento importante y eso se demuestra con la inversión que tenemos planificada, que es del orden de cinco mil millones de dólares entre el año 2008 y el 2010. Somos, definitivamente, un sector que tiene un compromiso, que sigue siendo reconocido por su trabajo en el ánimo social y ambiental, un sector pujante y fundamental para el desarrollo del país”, concluye.