Fig. 2: Instalación original
del cimiento en 1963.

Fig. 2: Grietas horizontales que se originan típicamente
en las terminaciones de los pernos de anclaje.

utilizar esta nueva lechada epóxica la cual es mucho más resistente a compresión y a tensión. Con el tiempo, la lechada epóxica en toda la base llegó a ser muy popular.
Las compresoras de gas de gran potencia pueden llegar a tener más de 10 m de largo y pesar 180 toneladas; tienen requisitos mecánicos para mantener un cigüeñal de 25 a 30 cm en una alineación casi perfecta. Sin embargo, la lechada en toda la base solía tener una tendencia a retener el calor generado por la compresora, lo que podía causar distorsión del cigüeñal. El fabricante sugería —en la instalación inicial de 1963— que la compresora podía ser montada sobre calzas de acero descansando sobre un riel de acero. El riel sería fijado con lechada al cimiento de concreto, pero el pequeño espacio de 25 mm por debajo de la parte inferior de la máquina permitiría la circulación del aire y el enfriamiento, reduciendo la distorsión por el efecto térmico. La validez de este concepto ha quedado probada ahora por la investigación patrocinada por el Gas Machinery Research Council (GMRC) (Consejo de Investigación de Maquinaria de Gas) del Instituto de Investigación Southwest (SwRI) así como por una probada historia de éxitos en el campo. La instalación de estas tres compresoras resultaba primitiva comparada con la práctica actual.

Diseño original del cimiento

El diseño típico de los cimientos de concreto de los años sesenta era lo suficien

temente grande para proveer una masa de concreto de cuatro a cinco veces el peso de la máquina. El concreto no estaba lo suficientemente reforzado comparado con las prácticas actuales, conteniendo solamente refuerzo en el perímetro que consistía de varillas No. 8 a 30 cm de centro a centro en las cuatro caras, y con muy poco acero de refuerzo interior. Los tres cimientos tenían, cada uno, 5 m de alto y estaban construidos sobre una base de concreto común de 1 m de espesor. La fijación a la base se hacía sólo por medio de pernos que coincidían con el refuerzo en el perímetro. El momento de vuelco creado por las compresoras que estaba operando separaron las masas de concreto a través del tiempo. Aunado con el severo

  

Fig. 4: Durante la reparación del cimiento, tuvo que
removerse la gruesa lechada epóxica.
 
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Construcción y Tecnología®
Marzo 2007
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