aunado a esto los beneficios económicos y sociales provocaron una sinergia significativa entre desarrolladores, promotores e institutos federales que siguen apostando por la continuidad de políticas y estrategias para el desarrollo creciente de este sector económico. Ninguno parece dejar de lado los retos y las necesidades de cara al naciente sexenio. Pero el boom de la vivienda en el sexenio pasado no podría entenderse ignorando la crisis de 1995 y los problemas que ocasionó; rescatable resultó con el paso del tiempo la necesaria reestructuración a la que se sometió este sector de la industria.

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Construcción y Tecnología®

Febrero 2007