Construcción y tecnología en concreto
NOVIEMBRE 2012 • VOLÚMEN 2 • NÚM. 08

Portada
En el corazón de la capital
Isaura González Gottdiener


Como una medida de mitigación de las obras de la Autopista Urbana, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) impuso a las empresas concesionarias hacer una obra de transporte público: la Línea 4 del Metrobús, que transporta un promedio diario de 47 mil pasajeros.

El Centro Histórico de la Ciudad de México es el punto de atracción de muchísimos viajes. Grandes flujos de gente transitan por el primer cuadro diariamente, ya sea con un fin comercial, laboral o turístico. Recuperar el esplendor de esta zona ha sido uno de los principales objetivos del gobierno capitalino desde hace varias administraciones. Cuantiosas inversiones han logrado devolver la dignidad a más de 275 mil metros cuadrados que han traído consigo la recomposición del tejido social.

Una de las grandes carencias en la zona era que no había un transporte público acorde con lo que se estaba haciendo; esto es un transporte digno, moderno y seguro. Tras analizar varias opciones, el Gobierno del Distrito Federal optó por insertar el Sistema Metrobús en el corazón de la ciudad, decisión que fue más allá de crear un corredor de transporte público ya que se convirtió en toda una oportunidad de regeneración urbana.

En entrevista para CyT, Guillermo Calderón, director General de Metrobús explica que la Línea 4 fue un reto para las autoridades y para la ciudad en su conjunto. “Era ingresar al Centro Histórico, una zona de gran valor patrimonial. Eso requirió de mucha sensibilidad tanto en la parte del diseño conceptual, como en el proceso constructivo”.Construcción y tecnología en concreto

El objetivo principal fue acercar a la gente de forma rápida y segura al corazón de la ciudad para evitar que sigan entrando automóviles. Para desarrollar el proyecto, el GDF optó por hacerlo en casa. Se instaló una mesa de trabajo interinstitucional coordinada por la Secretaría de Obras y Servicios (SOS) en la que participaron expertos de las secretarías de Transporte y Vialidad, Seguridad Pública, Desarrollo Urbano y Vivienda, Gobierno, la Autoridad del Espacio Público, la Autoridad del Centro Histórico, el Fideicomiso del Centro Histórico, así como la Consejería Jurídica. El arquitecto Alejandro Martínez, director de Proyectos Sustentables y el lic. René Bolado Hernández, coordinador de Sistemas de Calidad y Proyectos Sustentables de la SOS fueron los coordinadores del proyecto.

La ruta de la Línea 4 surgió de la necesidad de transportar los grandes flujos que existen en la zona de Buenavista, generados primordialmente por la población del norte de la ciudad y del Estado de México, y en la zona oriente en el punto de San Lázaro que recibe toda la demanda de las cuencas del oriente y nororiente de la ciudad de México. “Se tenía la necesidad de vincular estos dos polos estratégicos en un eje oriente poniente” dice Alejandro Martínez.

Guillermo Calderón agrega que otra puerta de la ciudad que es muy importante y que estaba desatendida es el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. “La forma de llegar desde el AICM al Centro era fundamentalmente en automóvil privado, taxis y en el Metro. No había un sistema colectivo de transporte público de superficie que lo conectara y en el caso del Metro hay que hacer tres trasbordos”. Es así que esta ruta corre de Buenavista a San Lázaro, con un servicio expreso al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. En el perímetro A del Centro Histórico las paradas son de tipo estela y de parabús fuera de éste. Los autobuses son de piso bajo y 12 metros de largo y tienen las más altas especificaciones ambientales (Euro V e híbridos).

Una línea especial para nuestro Centro Histórico

Construcción y tecnología en concretoDadas las características urbanas y patrimoniales del Centro Histórico, el sistema no podía tener el mismo concepto que las líneas 1, 2 y 3 -autobuses grandes de 18 a 25 m de largo, de piso alto; y estaciones cerradas y elevadas un metro sobre el nivel de la calle-. Alejandro Martínez dice que la solución fue adecuar el concepto al contexto urbano. “Había que generar una convivencia entre el sistema y el peatón, esto se logró con autobuses de 12 m de longitud y cama baja que no son biarticulados.

En el perímetro A no hay estaciones techadas, con lo que se logró que el sistema no sea intrusivo; la calle está a un solo nivel y para diferenciar los espacios peatón-Metrobús hay bolardos y cambios de color y textura en los pavimentos”. Lo que sí se conservó fueron los principios básicos del sistema BRT (Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés): carril exclusivo, paradas definidas, uso de la tarjeta y seguridad y rapidez en el traslado. Otro aspecto fundamental de Metrobús es garantizar la accesibilidad para todos. Esta línea es 100% accesible para personas con discapacidad; las plataformas están a nivel del autobús y tienen señalización el sistema braille que indica la dirección y destinos a las personas.

La incorporación de Metrobús se convirtió en una oportunidad de rescate urbano de las calles por las que pasa en el Centro Histórico. Tras analizar la traza se eligieron dos opciones de ruta, una norte y una sur prácticamente equidistantes del punto medio que es el Zócalo. La primera pasa por las calles de Belisario Domínguez y República de Venezuela, a una distancia de 400 m de la Plaza de la Constitución. La segunda por Ayuntamiento y República de El Salvador, distante 350 m. Es una envolvente que cubre la mayor parte de las necesidades de viaje que queda igualmente equidistante de Fray Servando Teresa de Mier y del eje 1 Norte. En la zona norte, como criterio de diseño los proyectistas crearon tres nodos: uno en la parte oriente en la plaza de la Concepción, donde están el templo y capilla del mismo nombre; otro en la Plaza Santo Domingo, cuyas edificaciones son muy visitadas. El tercero está en la zona de San Pedro y San Pablo -donde en la primera mitad del siglo pasado surgió el Teatro del Pueblo-.



CONTENIDOS

Ingresa al IMCYC desde tu movil