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Editorial

Las carreteras de México

La apuesta que México, a través de las más diversas instancias gubernamentales y empresas, está haciendo en la construcción de carreteras de concreto es cada vez más notable y sigue dando resultados exitosos: Cómo lo demuestra la carretera Monterrey-Saltillo a la que en esta ocasión le dedicamos el artículo de portada.
Las carreteras de concreto siguen demostrando que son la mejor opción. Una de sus más notables ventajas es, sin duda alguna, su bajo costo de conservación dada la durabilidad que manifiestan, lo que genera menores gastos de mantenimiento. Además, son carreteras seguras pues no presentan deformaciones en sus superficies, ni se propicia la acumulación de agua. Fatídicas desgracias como las vividas recientemente –por las intensas lluvias– en carreteras como las de la zona de Angangeo, Michoacán, quizás no hubieran sido tan lamentables si el concreto hubiera estado presente en sus pavimentos. En este sentido, cabe recordar que casi el 60% de los tramos carreteros del país fueron construidos hace más de 40 años; de ahí que muchos de éstos hoy son obsoletos, aunado al hecho de que el 88% están hechos en asfalto que, como sabemos, tiene un promedio bajo de vida y un alto costo de mantenimiento. En el otro lado de la balanza, con una vida útil que va de los 30 a los 50 años y con ejemplos de gran prestigio como la carretera que se encuentra dentro del Parque Nacional Desierto de los Leones –realizada en los años treinta del siglo XX–, el concreto sigue y seguirá demostrando que es la mejor opción.

Los editores.

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