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Bernardo Quintana: Genéticamente ICA

Es un orgullo para Construcción y Tecnología tener en Portada a uno de los ingenieros más importantes de México, Bernardo Quintana Isaac, presidente de una de las empresas más emblemáticas del país.

Cuando su padre, el ingeniero Bernardo Quintana Arrioja (1919-1984), recibió en 1970 el doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), afirmó en su discurso: “Siento un profundo respeto por la ingeniería. He vivido con ella y ella me ha capacitado para comprender la realidad nacional. El encontrar fórmulas capaces de hacer crecer a México y el practicarlas cotidianamente ha sido la gran pasión de mi vida. El ingeniero jamás trabaja aislado; permítanme pues que deje de sentirme un espurio solitario y hable de ahora en adelante del gremio al que pertenezco: el de los ingenieros”. Así era la visión del padre de nuestro personaje de Portada: integradora, conjunta e incluyente.
Con esta personalidad y 28 años de edad, decidió establecer una empresa para contribuir a resolver las carencias de infraestructura en el país y entonces, en conjunto con sus compañeros universitarios, firmó el 4 de julio de 1947, el acta constitutiva de la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA). A partir de ahí su historia es conocida: esfuerzo constante, compromiso, pasión, profesionalismo y objetividad para mantenerse íntegro en los momentos de crisis.
A más de seis décadas de trabajo y esfuerzo continuo el Ing. Bernardo Quintana Isaac (Ciudad de México, 1941), ha dado continuidad al compromiso que llevó a su padre, a erigir uno de los pilares claves de la ingeniería y la construcción mexicana y del mundo del concreto.

Un hombre apacible
Bernardo Quintana nos recibe en la sala de juntas. Intercambia algunas palabras y con profunda claridad señala que, en este momento, se siente bien, “sobre todo ahora, después de haber pasado algunos años difíciles. En estos momentos estamos creciendo y tenemos muchos proyectos en desarrollo. Cuando hay trabajo hay buena voluntad, buen compañerismo, pero cuando no es así, pasa todo lo contrario; es muy complicado”. Justo en estos momentos –afirma- la empresa ha entrado en una etapa en la que se han vuelto más selectivos, detectando en cuáles proyectos deben participar y descartando aquellos que podrían superar la capacidad instalada del Grupo.
Sin embargo, estar en esta- posición no es ningún privilegio gratuito. El ingeniero recalca la perspectiva con la cual esta empresa inició sus labores. “En relación a la empresa, puedo afirmar que siempre se ha visto como una institución, no como algo personal. Debemos recordar que fue fundada por un grupo de ingenieros sobresalientes, lo que propició que desde ahí se sembraran las semillas de una empresa con visión de largo plazo. En primer lugar porque todos eran profesionistas –comprometidos con su carreraque no querían hacer un gran negocio, sino que deseaban tener una herramienta para desarrollarse en su profesión. Muchos de ellos salieron relativamente pronto para ocupar puestos académicos o gubernamentales de alto nivel. Desde un principio se formalizaron reglas para que la relación entre personas fuera de consenso y no de caprichos o decisiones al vapor. Esa ha sido una de nuestras fórmulas exitosas, y lo seguirá siendo”.
En la oficina del ingeniero Quintana, nos muestra con orgullo algunos croquis realizados por su padre, los cuales los tiene enmarcados en un lugar especial, no sólo del muro, sino de su corazón. Se trata de croquis a mano -ahora históricos- de la primera sede de la empresa. En éstos, destacan los nombres de los ingenieros que formaban parte del equipo inicial, el cargo que tenían y los alcances de lo que era entonces una compañía naciente. El tiempo ha pasado y esos croquis son testigos de la misma formación profesional y personal del Ing. Quintana Isaac. Con mesura y respeto afirma que aunque era evidente que algún día asumiría algún puesto dentro de la empresa, nunca se rompieron las reglas y él tuvo que hacer carrera, esperar y entender cómo funcionaban las cosas para después integrarse a la empresa e ir subiendo escalón por escalón.
Descarta que la cercanía con su padre -al ser el primogénito de la familia- haya generado alguna influencia para estudiar ingeniería o definir su vocación profesional. “No creo que haya necesitado esa influencia, pues toda la vida, desde que lo recuerdo, me desenvolví en el entorno de la empresa, con ingenieros y en las obras, estando muy cerca de ellas. Toda mi vida he estado cerca de la empresa; ICA nació seis años después que yo, por tanto, me es imposible recordar cuando no había ICA. Desde pequeño traté con los ingenieros en esa primera oficina que estaba junto a la casa de mis padres. Percibí la dinámica de todo el equipo, trabajando con ese vertiginoso ánimo juvenil. Después se dieron ahí ciertas reglas que resultaron fundamentales como el trabajo en equipo; el reinvertir las utilidades; el premiar con capital de la empresa a personas sobresalientes; el estar actualizado en términos técnicos y tecnológicos, por ejemplo. Esas cosas no se olvidan”.
El ingeniero Quintana considera que al final del día, la selección de su profesión fue un proceso natural y evidente, que quizá no requirió tanta complejidad al tomar una decisión final. Simplemente había crecido con la ingeniería; era casi un hecho que su mundo era ése. Confirma que nunca pensó en hacer otra cosa: “Simplemente fui asumiendo el respeto del gobierno corporativo que tenemos, siempre de primer nivel”.

Primer día
Al Ing. Quintana le es difícil recordar cuál fue su primer día al interior de la empresa; sin embargo, lo que sí tiene claro es que en el tercer año de su carrera de ingeniería civil, su padre le comentó que analizara la opción de irse a trabajar a otras empresas, en busca de experiencias diferentes a las que podía encontrar en ICA. “Mi padre me comentó que por qué no mejor me iba a trabajar a una empresa de cálculo estructural y decidí hacerlo. Ahí estuve alrededor de dos años: se trataba de DIRAC. En esa empresa conocí a mucha gente; de ahí me incorporé a algunas obras de tiempo parcial por mi situación escolar. Recuerdo que ahí surgió el tema de mi tesis para titularme con la ‘ruta crítica’, que en ese momento era algo novedoso para el control de obra. Recuerdo que mi profesor era al mismo tiempo mi jefe; cosa curiosa. Estuve en varias obras algún tiempo y posteriormente me fui a hacer una maestría en Administración en la Universidad de California, en Los Ángeles. Poco después, entré de tiempo completo a la empresa. A partir de ese momento, el legado que recibí es un compromiso constante por producir obras de calidad”; pero como él mismo expresa: “Se trata de una cultura en la cual todos los miembros de la empresa saben que al entrar a ella, se asume ese compromiso y es una tradición. Hacemos las cosas con lo mejor que tenemos, tanto en entrega como en conocimientos”. Esa es una de las mejores formas en las que se refrenda una de las frases más contundentes de su padre: “Voy a hacer por mi país, ser por mi país y crecer por mi país”.

ICA institucional
A nivel institucional, Ingenieros Civiles Asociados mantiene un archivo de consulta en la Fundación ICA. La empresa nunca ha perdido el vínculo con las universidades. y en especial con la Facultad de ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución donde cursó su carrera profesional y donde Quintana Isaac fue catedrático por doce años. Por este motivo, comenta que en la plantilla de ingenieros siempre hay un buen porcentaje de ellos que comparten su tiempo en las aulas, pues reconoce los beneficios: “No se pierde el piso y uno se mantiene al día en avances y carencias”. Asimismo, afirma a CyT, la empresa, siempre ha sido audaz, pero con prudencia. “Hemos sido pioneros en muchas obras emblemáticas a nivel nacional, pero siempre con cautela; nada es fortuito”. Ante este comentario, le preguntamos cómo ha trabajado ICA en momentos complicados. El ingeniero nos responde con claridad: “En esos momentos, hemos tenido que regresar a lo básico. Eso es y deberá seguir siendo el camino del éxito en nuestra empresa. Por eso nos llenamos de orgullo al reconocer que obras emblemáticas –realizadas en América Latina y México– han sido realizadas por la empresa. Ejemplos sobran: Torre Mayor, Estadio Azteca, Ciudad Universitaria, Centro Urbano Presidente Alemán, y sin duda una de las obras más significativas: la central hidroeléctrica El Cajón, una obra importante en un momento crítico de ICA pues con ella, nos expresa el ingeniero, “regresó la credibilidad y volvió a llevarnos a los niveles que habíamos tenido antes. Actualmente participamos en la realización del Túnel Emisor Oriente (TEO); la Línea Dorada del Metro (Línea 12); diversos proyectos industriales, criogénicas y dentro del ramo de las gasolinas limpias”.
Dentro de su perfil de buen empresario e ingeniero, Quintana Isaac acepta que le hubiese gustado participar con ICA en la construcción del Puente Baluarte, como él mismo expresa: “Nos hubiera encantado pero nos lo ganaron en buena lid”. Sobre algún otro proyecto que le hubiera gustado participar afirma que se ha hecho de todo en la empresa, pero que su mayor orgullo es que nunca han dejado abandonada o inconclusa una obra de ningún tipo: “Siempre hemos terminado bien y eso es parte de nuestra trayectoria. Nunca hemos dejado de cumplir y eso es parte de nuestro compromiso a nivel institucional. Además, desde 1992 hemos asumido el compromiso de informar a nuestros inversionistas el estado financiero de la empresa”.

El mundo del concreto siempre
ICA fue dueña de una parte significativa de Tolteca, por lo cual nuestro personaje formó parte del consejo de esa empresa y así fundó las empresas Preconcreto y Carsa Concretos. Actualmente el presidente de ICA; es consejero de CEMEX-entre otras empresas- por lo que considera que el sector del cemento y el concreto en México es muy competitivo y está excelentemente atendido. Recuerda que este material tiene una historia y un vínculo mayúsculo con la empresa, pues gran parte de sus obras han quedado materializadas con éste. Sin embargo, no se confía y aclara que día a día buscan actualizarse. Actualmente utilizan la mejor tecnología en prefabricados, postensados, pretensados en diferentes proyectos. Para muestra, el mercado de vivienda prefabricada, proyecto que requiere soluciones eficaces para agilizar la construcción y mantener la calidad de los productos. Finalmente, después de pasar momentos muy agradables con el ingeniero Quintana, le preguntamos si ha tenido algún vínculo con el IMCYC. Al respecto, reitera –abriendo las puertas– que la cercanía ha sido constante, por lo cual la labor empresa e Instituto siempre ha ido de la mano, e irá en el inicio de la segunda década de este siglo… Así lo esperamos. c

 

Gregorio B. Mendoza
Retrato: A&S Photo/Graphics
Fotos: Cortesía Fundación ICA

 

 

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