Punto de fuga

Un automóvil de concreto


En la provincia española de Cáceres se encuentra el Museo Vostell Malpartida –dentro del Monumento Natural de Los Berruecos–. Se trata de un recinto artístico-cultural que alberga obras de maestro Wolf Vostell (1932-1998), así como de la colección Fluxus, que es una donación del coleccionista Gino di Maggio.


Fundado en 1976, en este espacio, el artista hispano-alemán de prestigio internacional buscó generar un museo que pudiera ser lugar de expresión al tiempo que vínculo estrecho con la sorprendente naturaleza de la cual se enamoró. De este lugar, cuyo espacio principal se encuentra sobre el lavadero de lanas de Los Berruecos, destacan dos esculturas al aire libre: VOAEX (Siglas que significan: “Viaje del hormigón por la alta Extremadura”), inaugurada el 30 de octubre de 1976, y El Muerto que tiene Sed (1978).


De la primera obra destaca su sentido brutalista en el cual el concreto pareciera que se devoró –para la eternidad, junto a la Peña del Tesoro– a un automóvil del cual se alcanzan a ver sus dos de sus llantas, así como la silueta cubierta también con concreto. No es un auto cualquiera; es un Opel negro que fuera conducido por el propio Wolf Vostell desde Berlín, al cual el artista decidió apresar por un voluminoso bloque geométrico de concreto armado que tapa toda la parte delantera mientras que, como se dijo, de la trasera, aún podemos ver silueteada su carrocería y llantas. Cabe destacar que hasta 1998 las ruedas expuestas fueron las originales; sin embargo, el propio Vostell decidió cambiarlas por unas de granito ya que las originales habían colapsado. Por cierto, fue el propio artista quien desarrolló el proceso de colado y descimbrado. Sin duda alguna, el VOAEX, es una pieza que invita a la reflexión, pero que también es altamente contestataria.


 

Texto por: Gabriela celis navarro

 

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