Una de las técnicas que se viene empleando a nivel mundial desde la década del 80 para realizar el reforzamiento de estructuras de concreto armado es mediante el uso de las fibras de carbono, que trabajan adheridas a los elementos estructurales.
En el año 2002, el Instituto Americano del Concreto (ACI por sus siglas en inglés) emitió sus primeras recomendaciones para la utilización de sistema de FRP para reforzamiento del concreto. Posteriormente el año 2008, el comité 440 del ACI publicó la guía ACI 440.2R-08, la cual introdujo importantes modificaciones a la luz de las diversas investigaciones sobre el tema respaldado por los numerosos ensayos de laboratorio. Las aplicaciones más habituales son refuerzos de: trabes, puentes, losas, columnas, tableros de puentes, refuerzo de muros, depósitos, silos, chimeneas, túneles, tuberías, etc.