TRES ESTRUCTURAS de hormigón
de entre 18 y 20 toneladas forman
parte del primer arrecife artificial
de España, que se ubica frente a la
playa de la Malvarrosa, en Valencia.
Con el objetivo de ser un atractivo medioambiental
y turístico, el Ayuntamiento de Valencia
ha sumergido a 200 metros de la playa y a cuatro
metros de profundidad una instalación que,
según los técnicos, podría ser útil para evitar la
pérdida de arena de la playa. Una embarcación de
la Guardia Civil y varias de Salvamento Marítimo
controlaron que los bloques llegaran sin contratiempos
a su posición correcta. La operación se
desarrolló con remolques de la Guardia Civil y
suspendidos en el agua; gracias a grandes bolsas
llenas de aire. El control de la colocación de cada
estructura en su sitio fue realizado por los buzos
de la Unidad Militar de Emergencias.
El arrecife artificial está formado por tres
módulos de concreto "no invasivo" con distintos
diseños: aros olímpicos, medias ánforas y con
forma de L'Oceanogràfic(1); en un frente de alrededor
de 90 metros de largo, a una media de
tres metros de profundidad.
Los científicos implicados en el proyecto explican
que en el punto donde fueron lanzados los
bloques, no había presencia de fauna ni flora "solo
arena". Se prevé que las estructuras sean colonizadas
por algas y posteriormente atraigan a los
peces; creando un ecosistema artificial completo.
Este propósito refuerza la idea de que el
arrecife se constituya en una prueba piloto para
atraer turismo y estudiar su influencia en la regeneración
de las playas. "Este arrecife es una
prueba piloto con un triple objetivo: ofrecer un atractivo turístico para hacer submarinismo,
ser escuela para aprender este deporte, y un
tercer objetivo que puede ser importante: comprobar
cómo afecta a la estabilidad de la playa",
explicó a esta fuente José Serra Peris, catedrático
de Puertos y Costas de la Universidad
Politécnica de Valencia. Afirma el especialista:
"En principio, teóricamente abriga a la playa y
si esto es así, y reduce el transporte de sólidos
y la pérdida de arena, podría ser un modelo a
aplicar en las playas del sur, en Pinedo, Saler
o la Devesa; para ayudar al mantenimiento y la
sostenibilidad de esas playas."
Los científicos, en general aseguran que el
monitoreo de los efectos sobre la playa durará
cerca de tres años, hasta que los resultados sean
concluyentes. Si el efecto es positivo, explica
Serra, podría plantearse la construcción de un
arrecife barrera que protegiera las playas del
sur de Valencia de la degradación y la pérdida
de sedimentos. El Ayuntamiento prevé ampliar el
proyecto con el lanzamiento de nuevos bloques
aunque el proyecto surgió para dar respuesta a
los más de 12 mil buceadores de la Comunidad
Valenciana.
Con una inversión de 25 mil euros a cuenta de la
Concejalía de Deportes y gracias a la coordinación
del Ayuntamiento de Valencia, la Delegación de
Gobierno y los científicos de la Universidad
Politécnica de Valencia, el proyecto "Arrecife Valencia"
prevé continuar creciendo, por lo que la colocación
moderada de nuevos conjuntos de arrecifes
irá conformando circuitos de turismo subacuático
con diferentes diseños y diferentes profundidades
que, a la larga, configurarán un parque subacuático
adaptado a todos los niveles de buceo.