Sector Cementero

Reconocimientos a profesionales en Chile

Desde hace dos décadas, anualmente el Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile entrega diversos reconocimientos a profesionales de la construcción. He aquí los más recientes.

A fines del 2010 tuvo lugar en una
emotiva y solemne ceremonia- la entrega de la versión
número veinte del Premio ICH, otorgado por el Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile.
La ceremonia, que se desarrolló en un conocido hotel de la capital chilena, congregó a numerosos profesionales del sector de ese país.
En esa importante ocasión, el presidente del ICH, Carlos Molinare, destacó el trabajo de excelencia que realiza cada uno de los premiados en los diversos ámbitos de su quehacer. Asimismo, agradeció la contribución que los galardonados han hecho en pro de las nuevas tecnologías lo que ha dado por resultado una significativa mejora en la calidad de los productos, aumentando la competitividad y logrando un benéfico impacto positivo en el medio ambiente.
En esa fecha en que se reconoció a lo mejor del país, Molinare dijo: “Cada año, nos juntamos en esta ceremonia solemne, emotiva y de tan profundo y simbólico significado, pues el reconocimiento y la gratitud son uno de los sentimientos más nobles del ser humano y con ello quiero realzar esta actividad que me corresponde encabezar como Presidente del Directorio del ICH, a través de la cual éste ha querido promover valores y modelos de comportamiento a través de su trayectoria, o que han logrado la sensibilidad expresiva, estética, además del desarrollo y aplicación de la ciencia en construcción con hormigón”. Cabe decir que este premio fue instituido en 1989 con el propósito de destacar la acción de personas y empresas que han logrado llevar a cabo actividades con elevados niveles de excelencia con el cemento y el concreto, tanto en el mundo de la investigación, como en el diseño, fabricación de productos y construcción de obras hechas con concreto, amén de introducir nuevas tecnologías, todo con el objeto de contribuir e incentivar el perfeccionamiento de la actual tecnología, mejorar la calidad de los productos aumentar la productividad en la construcción y en suma, mejorar la calidad de vida.

Reconocimiento a una trayectoria
En esta vigésima edición, el Premio del Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile, en la categoría de Trayectoria Profesional, favoreció a los arquitectos Antonia Lehmann Scassi-Buffa y Luis Izquierdo Wachholtz, por su aporte al desarrollo arquitectónico y a la tecnología constructiva. Cabe decir que esta dupla de profesionales fundó la sociedad Izquierdo, Lehmann, Cía., en 1984. A la fecha han desarrollado importantes proyectos de distintos programas y escalas, siendo sin duda alguna en la actualidad, uno de los despachos de mayor renombre en ese país sudamericano.
La oficina de Izquierdo- Lehmann ha proyectado obras de servicios agrícolas, educacionales, comerciales, de interiorismo, oficinas, vivienda, así como mobiliario objetos y sistemas constructivos. Muchos de sus trabajos han estado presentes en bienales de arquitectura de diversas partes del mundo. Una de sus obras más conocidas es el edificio Manantiales, así como el edificio Apoquindo.

Haciendo un poco de historia, estos arquitectos comenzaron su trabajo en conjunto con la casa Alfonso en 1985 en El Arrayán. Sin embargo, una de sus obras más conocidas fue el edificio de oficinas El Golf, con esta construcción revivió el uso del concreto armado a la vista en la escena nacional.
En 1999, junto a sus colegas José Domingo Peñafiel y Raimundo Lira, diseñaron una de las construcciones más trascendentes de la arquitectura chilena actual: el edificio Manantiales, proyecto que se inscribe dentro de los que
se conoce como movimiento high tech a nivel mundial.
De este importante despacho, Carlos Molinare en su discurso previo a la entrega de los reconocimientos, comentó: “Su trabajo conjunto comenzó con la casa Alfonso. Desde ahí comenzaron a trabajar con hormigón armado. Incorporando primero el hormigón pigmentado, para luego dedicarse al hormigón aparente propiamente tal, mostrando las bondades estéticas del material, de su intrínseca nobleza y sus múltiples recursos. Con el edificio de oficinas El Golf, ubicado en avenida Isidora Goyenechea, se hicieron mayoritariamente conocidos.
En ésta edificación reviven el uso del hormigón armado a la vista en la escena nacional, junto con una posición clara y radical en su manera de enfrentar el encargo arquitectónico en lo que a conceptos estructurales se refiere.
Este edificio de planta simétrica permitió gracias a su diseño y cálculo que no fuere necesario el uso de vigas y cadenas en su sistema constructivo, siendo el primer paso en su propuesta arquitectónica de alta tecnología y transformándose en un importante referente de la nueva arquitectura a inicios de los años 90. En 1999 junto a sus colegas José Domingo Peñafiel y Raimundo Lira, diseñan el que será una de las construcciones más trascendentes de la arquitectura chilena actual: el edificio Manantiales.
Este proyecto se inscribe completamente dentro de los que se conoce como movimiento de alta tecnología o high tech a nivel mundial. Su diseño de fachadas responde a la transmisión de fuerzas del edificio y de cómo estas se transmiten a través de vectores representados por pilares cilíndricos puestos estratégicamente en las caras del edificio recorriéndolas desde la parte superior hasta la base del mismo. Esta obra fue seleccionada a nivel mundial para competir en el premio Mies van der Rohe, posteriormente expuesta como uno de los rascacielos más bellos del mundo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 2004, junto con varios otros edificios de connotados arquitectos mundiales. Ese mismo año y por primera vez en la historia de la arquitectura nacional una dupla ganaba el Premio Nacional de Arquitectura”.
Por cierto, el directivo también subrayó que en el caso del arquitecto Izquierdo: “Además de todo el desarrollo arquitectónico, Luis Izquierdo Wachholtz inventó un nuevo sistema para construir elementos de hormigón armado en edificaciones, el cual fue probado con éxito en varias obras, y que desencadena que en el año 2009 el arquitecto junto a los ingenieros Jaime Herrera y Luis Izquierdo Lehmann constituyan la empresa Moldar SA”.

Tecnología Moldar

Carlos Molinare expresó que “Las tecnologías constructivas que implementa Moldar se diferencian en cuanto a la vinculación de las placas de moldaje al fierro estructural de los elementos verticales de hormigón armado, prescindiendo de los pesados refuerzos exteriores que dan la rigidez al moldaje en los sistemas constructivos tradicionales, e incorporando ventajas constructivas tales cómo, la Disminución de costos totales y tiempos del encofrado, en donde se obtienen muros con superficies totalmente planas, que no tienen necesidad de punterear y enlucir, una característica trascendental para el desarrollo arquitectónico con hormigón visto”.

Desarrollo tecnológico

Fueron las empresas Tensocret y Sirve, SA quienes, por su parte, recibieron el Premio ICH 2010, en la Categoría Desarrollo Tecnológico, por su significativo aporte en innovación, llevado a cabo mediante el diseño y aplicación de aisladores sísmicos en estructuras de concreto armado prefabricadas en obras como el edificio corporativo de la empresa Vulco, en Santiago y el edificio para vivienda habitacional Marina Paihue, en Pucón. En el caso de Vulco se trata de un corporativo que posee 1,200 m² repartidos en dos niveles que tiene la particularidad de haber sido eje cutado en dos meses mediante un sistema de prefabricación, estructurado en base a marcos de concreto armado. Este sistema de prefabricado fue armado y construido por la empresa Tensocret, con la ingeniería de Sirve SA. Conviene subrayar que el método de aislamiento sísmico de este edificio está conformado por 12 aisladores elastoméricos y 6 deslizadores friccionales, instalados en la fundación de este edificio. Este sistema de protección permite, ante un sismo, reducir aproximadamente 5 veces la deformación entre pisos. Cabe decir que los aisladores son dispositivos que se disponen generalmente en las cimentaciones del edificio,
cuando éste no tiene sótano, y en el cielo del primer sótano, cuando tiene subsuelo.
En la entrega de este reconocimiento, Molinare señaló que: “Durante la última década el concepto de aislación sísmica ha comenzado a ser considerado seriamente como una alternativa en el diseño sismorresistente de estructuras, especialmente en aquellos casos en que se busca un mejor desempeño sísmico para las estructuras y sus contenidos. El excelente desempeño que las estructuras aisladas han tenido durante los sismos de Northridge en Los Ángeles del año 1994 y el de Kobe, Japón en 1995, avalan las bondades de esta alternativa en cuanto a aumentar considerablemente el nivel de seguridad para las personas y la operabilidad de la estructura después de un sismo. Los beneficios comprobados en la experiencia internacional, y nuestra experiencia local tras el terremoto del 27 de febrero induce a un cambio en el diseño que incorpore éste tipo de elementos de aislación, que aseguren las condiciones de la edificación”.

Aplicación tecnológica
En la Categoría de “Aplicación Tecnológica” fue reconocido el proyecto de Estanques de GNLQuintero, otorgado a la Sociedad GNL Quintero, por el excepcional uso del concreto el cual debió cumplir elevados estándares de resistencia, homogeneidad y durabilidad. Esta obra contempla 40 hectáreas de superficie con tres estanques de alta seguridad para almacenar un total de 334 mil m³ de GNL: un estanque de 14 mil m³ que fue inaugurado el segundo trimestre de 2009 y dos estanques de 160 mil m³ cada uno que serán inaugurados a mediados de 2010. GNL Quintero, cuya inversión supera los 1.066 millones de dólares, ha adoptado los más altos estándares de calidad, seguridad y respeto por el medio ambiente en su diseño, construcción y actual operación. De esta obra, el presidente del ICH Carlos Molinare comentó: “Es una gran obra, no sólo en la compleja ingeniería, sino fundamentalmente de la capacidad emprendedora. Es una obra que le exige al concreto nuevas solicitaciones en muchos aspectos y deja en la práctica constructiva y del diseño nacional, nuevos estándares que pueden ser incorporados en las obras de infraestructuras necesarias para el país en los próximo años”. c

 

Gabriela Celis Navarro
Fotos: Cortesía ICH

 

 

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