Arquitectura

La vibración de la luz

En la bella provincia de Jaén, en España, han sido levantadas unas viviendas que atraen hacia la consolidación de una zona conurbada dentro del citadino tejido, y nos muestran la forma de expresión del talento español.

De esta obra su autor, el arquitecto Santiago Quesada, la describe: "A la entrada del pequeño núcleo urbano de Fuerte del Rey –municipio andaluz perteneciente a la provincia de Jaén– se sitúa este conjunto de doce viviendas en una zona nueva de ensanche que no posee la escala tradicional y compacta del tejido urbano consolidado, sino que, por el contrario, presenta abundantes vacíos y espacios sin uso definido. La alineación de las construcciones existentes no configura una calle corredor sino que tiende a fragmentarse y dividirse, con lo que las nuevas edificaciones toman más sentido en relación al paisaje, ya sea inmediato o lejano, que con el contexto urbano". En este entorno, se ubica una parcela de proporciones aproximadamente cuadradas, donde partiendo de un programa de necesidades y con recursos limitados, el despacho comandado por el arquitecto Santiago Quesada ha afrontado este proyecto con el objetivo de crear las mejores condiciones de vida para sus habitantes.

Como alternativa a la cuadra cerrada con patio se plantean dos bloques independientes y enfrentados que se adosan cada uno de ellos a una medianera diferente. De esa forma, señala, "entre ambos volúmenes y los límites del solar, se crean una serie de espacios y patios que permiten dotar a todas las casas de soleamiento y ventilación adecuados; con ello se obtiene la máxima eficiencia energética al tiempo que se construye una arquitectura sostenible y bioclimática donde, además, es posible desarrollar de manera natural una vida comunitaria, lo que aporta un valor añadido al habitar en estas viviendas sociales. Por su parte, el bloque exterior crea un plano de fachada tersa y continua, que define la alineación de la edificación dentro del escaso tejido urbano existente en la zona. El edificio se apoya en la medianera izquierda dejando libre la derecha para crear el acceso principal a la promoción. La esquina esculpe el bloque compacto de ladrillo para provocar un ensanchamiento en el acceso y conducir de manera natural al interior del residencial".

Acerca del arquitecto

Santiago Quesada García es doctor arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, desde 1987. Ha realizado diversas estancias centros docentes e investigadores, entre los que destaca la Universidad de La Sapienza en Roma. Ha sido profesor invitado o contratado en diferentes universidades nacionales e internacionales como el Institut d'architecture La Cambre, de Bruselas, la Facultad de Arquitectura de Palermo; la Universidad Politécnica de El Salvador o el Politécnico de Milán. Ha complementado su labor académica con la práctica profesional, entendiéndola como una actividad investigadora más. Sus proyectos y obras han sido reconocidos en diferentes publicaciones, exposiciones y premios. También es autor de diversos libros y artículos, publicados en revistas nacionales y extranjeras. En la actualidad prepara un libro donde se recogen las investigaciones realizadas en su tesis doctoral: Imitatio Naturae. El paisaje como referente en la arquitectura contemporánea, que ha obtenido el Premio Extraordinario de Doctorado. Es miembro del grupo de investigación: Nuevas situaciones, otras arquitecturas, desarrolla dentro del mismo una línea de investigación centrada sobre el “Hogar Digital y la Inteligencia Ambiental”, dentro del cual y con el proyecto "Connected Digital Home", ha obtenido un premio en el último Concurso de Iniciativas Empresariales de la Universidad de Sevilla.

 

Distribución
"En el primer edificio se distribuyen seis viviendas de tres dormitorios y en el edificio trasero se ubican otras seis: cuatro casas de dos habitaciones junto con un par de cuatro alcobas. Para adaptarse a la topografía, ambos bloques están contrapeados media planta en altura y enlazados entre sí por una pasarela-puente-escalera que produce una división del patio interior en varios espacios: un primer compás de entrada, muy abierto y de geometría cuadrada, que actúa como zaguán o vestíbulo. Tras él y delimitándolo, aparece el núcleo de escalera-pasarela con una celosía de madera que filtra y matiza los rayos de sol creando en la misma un ambiente particular. El volumen de las escaleras define un espacio a modo de diafragma que, una vez atravesado, da paso a un patio rectangular de mayores dimensiones y que, elevado sobre el primero, sirve de estancia para uso y disfrute colectivo (y para que jueguen los niños). A partir de aquí surgen las escaleras y las galerías de distribución que forman una especie de arteria interior, prolongación del espacio público, que recorre todas las plantas del edificio conectando directamente la calle con el zaguán de entrada de cada una de las viviendas. La calle, el puente, el camino… llegan hasta la última casa del edificio. Los corredores no son un mero distribuidor o pasillos oscuros sino nuevos elementos de apropiación del espacio colectivo, una ampliación de las casas donde poder habitar. Las galerías van recorriendo diferentes espacios: zaguanes, terrazas, balcones…, hasta llegar a la azotea superior, lugar donde se tiende la ropa o se hacen fiestas comunitarias en las calurosas noches de estío. Habitaciones sin techo, espacios ambiguos donde se establecen relaciones entre personas de edad y cultura diferentes. Sitios donde beneficiarse de la brisa de la tarde, salir en las noches sofocantes y desde los cuales poder aprehender el paisaje al que pertenece este edificio", afirma.

En anteriores proyectos, recordando a Goethe, señala el arquitecto Santiago Quesada "no queríamos hacer sufrir la luz, por eso eran blancos, para capturar la luz que los envolvía. Sin embargo, en este pueblo de tonos plomizos,
era necesario despertarla, hacerla aparecer con el color, aunque para ello la hiciéramos sufrir o vibrar. Para conseguirlo hemos utilizado dos materiales: el ladrillo y el concreto aparente. El ladrillo a cara vista, de color cuero con un aparejo de sogas y una gran llaga blanca de dos centímetros, toma como modelo la arquitectura holandesa de los años veinte, con una referencia directa a la Escuela Saving (1921- 22) de W. M. Dudok".

La estructura portante está ejecutada en vigas planas y pilares de concreto armado. Para rentabilizarla, se ha buscado el menor número posible de pilares compatible con el buen funcionamiento del sistema unidireccional utilizado; por lo que la luz máxima de las vigas se encuentra en torno a los 5.70 m y el de las viguetas, semirresistentes de concreto prefabricado, en 5 m. En las zonas colectivas y comunes, en pilares, losas, vuelos, etc. aparece el concreto aparente. De aspectos innovadores, Quesada comenta: "El principal aspecto innovador de esta estructura son las losas de escalera que han sido construidas en concreto armado aparente y que no sólo funcionan como núcleos de conexión verticales sino que actúan también como puente de unión o pasarelas entre los dos bloques de viviendas, salvando una luz de nueve metros con un canto útil de veinte centímetros. Es de destacar la pérgola de la azotea que cubre la zona de tendederos que, en sus extremos, tiene un vuelo de tres metros con un canto de quince centímetros lo que, desde la calle, hace aparecer a esta losa de concreto visto como una lámina que no se apoya en ningún soporte, como suspendida en el aire. Por su parte el diseño de un sólo núcleo de escaleras para dos bloques, diferentes y separados, permite una economía de medios y un ahorro de materiales que, unido a la utilización de la fábrica de ladrillo del lugar y al concreto visto, lleva a una utilización más racional y económica de los revestimientos exteriores del edificio, introduciendo un criterio innovador de sostenibilidad en esta construcción. Este mismo criterio de diseño permite optimizar en trazados de instalaciones, reduciendo la perdida de carga que se da en las mismas cuando el trazado es excesivamente largo. Además, el concepto de diseño del proyecto aporta otro aspecto innovador más, en relación a la eficiencia energética, ya que al proponer dos bloques con cuatro fachadas, en vez de la cuadra tradicional con patio interior, permite que cada una de las viviendas tenga, además de ventilación cruzada, tres orientaciones distintas con sus respectivas ventanas, lo que las dota del mejor soleamiento natural".

El proyecto crea asociaciones entre interior y exterior, de forma que es posible la continuidad entre ambos espacios. Y lo hace por medio de vistas y relaciones cruzadas, visiones diagonales, sentirse acogido o permitir a la mirada alejarse. Todas estas ideas han sido elementos básicos en la composición de este inmueble. Es, en la sensación de pasar de un espacio a otro, en la diferente cualidad de la luz de los patios, de los zaguanes, en las habitaciones, en la penumbra o en los materiales que definen espacios donde está bellamente presente la riqueza arquitectónica de este edificio. c

Gabriela Celis Navarro
Fotos: Fernando Alda
Pablo Fernández Diaz-Fierros

 

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