Todo acerca de los anclajes




En este artículo se presenta una información muy completa y concisa sobre los tipos de anclaje alternativos a los colados en obra. Las características de cada sistema y los criterios de selección según el caso se complementan con recomendaciones prácticas para una instalación adecuada.


 

Joe Nasvik.

Sugerencias de instalación

Aun el sistema de anclaje mejor fabricado, técnicamente evaluado y probado, puede fallar si no se lo instala apropiadamente. A continuación tenemos algunas pautas importantes para seguir en la instalación de anclajes:

  • Taladre el agujero del anclaje perpendicular a la fuerza del torque en el anclaje, de modo que el anclaje no se doble cuando esté en tensión.
  • Limpie todo el polvo y los residuos de los agujeros taladrados antes de insertar los anclajes. En el caso de anclajes lechadeados, lave con agua abundante y limpie los agujeros, y permita que se sequen. Para los anclajes adhesivos, siga con precisión las instrucciones del fabricante.
  • Siga las recomendaciones del fabricante para los diámetros de los agujeros. Los agujeros que son demasiado grandes para el dispositivo de anclaje, darán como resultado una falla en el anclaje. El diámetro de la broca y la manera en que se taladra el agujero controlan el tamaño de éste. Si usted no sujeta firmemente el taladro, el diámetro del agujero puede llegar a ser demasiado grande.
  • Al instalar sistemas adheridos, coloque el material de adherencia en el agujero y luego instale el anclaje. Si se hace en sentido inverso, se pueden crear huecos de aire entre el material adherente y el anclaje, dando como resultado una capacidad de carga significativamente reducida.
  • Si se instala un anclaje lechadeado usando material a base de cemento, use únicamente lechados preempaquetadas sin contracción, graduadas para anclajes lechadeadas. Usar una mezcla de cemento portland y arena puede ser riesgoso, ya que no siempre se forma una buena adherencia con el concreto existente.
  • Evite usar sistemas adhesivos epóxicos en condiciones de altas temperaturas. Tales sistemas tienen una expansión térmica mucho más alta que el concreto y empiezan a perder resistencia por encima de los 38 °C.

Poco después que sus cuadrillas han completado un enorme colado de concreto, usted descubre que se olvidaron accidentalmente los anclajes necesarios colados en obra. No tiene por qué cundir el pánico. Los anclajes que se adhieren o fijan mecánicamente por medio de agujeros taladrados pueden servir como sustitutos. De hecho, estos anclajes instalados posteriormente pueden ser tan resistentes, o más, que los sistemas colados en obra. Pueden localizarse con precisión, y con frecuencia son menos costosos.
Existe una amplia variedad de sistemas de anclajes adheridos y mecánicos adecuados para distintas aplicaciones. A fin de elegir el mejor producto para el trabajo, usted debe determinar primero qué cargas se aplicarán a los anclajes.

Valoración de las condiciones de carga

La consideración más importante es saber si la carga aplicada será estática o dinámica. Los objetos estacionarios, tales como los tubos anclados al techo de un edificio, ejercen una carga estática o muerta. Los objetos en movimiento, tales como una montaña rusa o maquinaria vibratoria y el viento, imponen cargas dinámicas. Como las cargas dinámicas crean esfuerzos además de la carga muerta, generalmente son menos predecibles. Al determinar el anclaje correcto que se va a usar, los ingenieros del proyecto y los arquitectos, deben estimar las cargas dinámicas y estáticas y luego aplicar un factor de seguridad apropiado.
Los anclajes pueden estar sometidos a cargas cortantes (a un ángulo recto respecto al ancla), cargas de tensión (paralelas al ancla), o una combinación de cortante y tensión. La mayoría de los anclajes para muros experimentan tanto cargas de cortante como de tensión, de modo que estas cargas también deben ser consideradas al seleccionar el tamaño y el tipo de anclaje.

Anclajes adheridos
Los anclajes adheridos se mantienen en su lugar por medio de resinas adhesivas o materiales de lechada preempaquetados.
El epóxico es el adhesivo más ampliamente utilizado debido a que es barato, resistente y fácil de aplicar. Otros sistemas resinosos incluyen ésteres de vinilo, poliésteres, metacrilatos y acrílicos. Los epóxicos pueden requerir de hasta 24 horas para curarse, mientras que algunos sistemas adhesivos de polímeros pueden curarse en menos de una hora.
Usted puede aplicar el adhesivo usando pesadas máquinas aplicadoras o sistemas de cartuchos, dependiendo de cuántos agujeros taladrados requiera el trabajo. Los sistemas de cartuchos son convenientes para trabajos más pequeños y tienen boquillas que dosifican y mezclan los componentes a medida que el material es exprimido de los cartuchos. Usted puede también instalar cápsulas que mantienen tanto el adhesivo como el catalizador. Simplemente, coloque la cápsula en el fondo del agujero taladrado, coloque el anclaje y golpéelo a través de la cápsula para romperla, permitiendo que el adhesivo y el catalizador se mezclen.
Para instalar anclas lechadeadas, mezcle las lechadas de anclaje preempaquetadas y compensadoras de contracción con cantidades medidas de agua, vierta la lechada en el agujero taladrado, y luego inserte un perno con o sin cabeza en la lechada. Las lechadas patentadas a base de cemento pueden alcanzar resistencias a la compresión de 280 kg/cm2 en 3 horas y 490 kg/cm2 en 24 horas.
Para sistemas adheridos, el elemento que ha de ser anclado generalmente es una varilla roscada, una varilla R u otros pernos corrugados. Para que se salga, o para que falle, el anclaje debe cortar el material adherente o el material adherente debe cortarse en la interfase entre el concreto y el adhesivo o lechada. Para ayudar a evitar esta última falla, usted debe sopletear los agujeros taladrados hasta que queden limpios antes de instalar los anclajes (véase "Sugerencias de Instalación" en el recuadro).
Los anclajes adheridos trabajan bien en condiciones de carga dinámica y estática, y pueden colocarse más cerca uno de otro que los anclajes mecánicos. Si los anclajes mecánicos guardan entre sí un espaciamiento demasiado apretado, el concreto alrededor de ellos puede fallar. Sin embargo, es difícil instalar anclajes adheridos en concreto vertical o por encima de uno, a menos que se use un tapón para evitar que el material escurra del agujero.

Anclajes mecánicos
Pueden encontrarse en el mercado muchos tipos diferentes de anclajes mecánicos, pero la mayoría de ellos caen en una de las tres categorías principales: anclajes de expansión de torque controlada, anclajes de deformación y anclajes con muescas. Los anclajes en las primeras dos categorías funcionan comprimiendo el concreto que rodea el mecanismo de expansión -generalmente localizado cerca del extremo del anclaje.
Los anclajes de expansión constituyen la categoría más amplia y pueden transferir tanto cargas dinámicas como estáticas. Son también los más ampliamente utilizados, particularmente las de tipo cuña o de camisa. La instalación de los anclajes de cuña implica apretar una tuerca o perno para expandir el anclaje contra los lados del agujero.
Los anclajes de camisa tienen una camisa formada por una placa de metal que rodea al clavo, el cual tiene un mandril de forma cónica en la parte de abajo. Cuando la tuerca en el anclaje es apretada, el mandril empuja la camisa contra los lados del agujero. Los anclajes de deformación incluyen anclajes tipo clavo, que se dejan caer. Para instalar los anclajes de caída, los trabajadores colocan un mecanismo de cuña en el fondo del agujero taladrado, y usan una herramienta de colocación para empujar la cuña contra una camisa. Después se aprieta un perno al mecanismo de la cuña. Se golpean los anclajes de clavo en el agujero taladrado, causando que la parte baja del ancla se expanda contra los lados del agujero. En este caso, el clavo es parte del aditamento de expansión.
Los anclajes con muescas funcionan de una manera muy diferente que los anclajes de expansión o de deformación. Como su nombre lo indica, estos anclajes requieren una muesca en la parte inferior del agujero, la cual puede conseguirse usando una broca especial o un anclaje con un dispositivo taladrado construido en el extremo del perno. Cuando el perno es apretado, éste se expande dentro del área de la muesca. Así que en vez de comprimirse contra la pared del agujero, el anclaje jala contra la cara amuescada cuando está en tensión. Este es un buen sistema para cargas dinámicas, aun cuando el anclaje no esté tan apretado como lo especifique el diseño.
Otro tipo de ancla que vale la pena mencionar no encaja de una manera precisa en ninguna de las categorías anteriores. Se trata de un perno de espiral que se instala posteriormente, usado principalmente para anclar apuntalamientos en los muros en construcción. El perno tiene un extremo cónico roscado en el cual se coloca una espiral helicoidal (llamada "rabo") antes de insertar el perno en el agujero taladrado y apretarlo. Cuando se quita el apuntalamiento, el perno puede usarse una y otra vez con un nuevo rabo, y el agujero taladrado se resana fácilmente.

¿Qué anclaje utilizar?
Para aplicaciones en la obra que no involucren fijaciones críticas, los contratistas deciden habitualmente el anclaje que hay que emplear. A menudo la decisión es simple, con base en factores tales como qué es lo que tiene en existencia el proveedor local y cuál tipo de anclaje es más fácil y más rápido de instalar para una aplicación particular.
Pero para situaciones en que la transferencia de carga es importante, se hace necesaria la evaluación profesional de la aplicación propuesta. Además de las fuerzas de carga estáticas y dinámicas, otros factores que hay que considerar incluyen la seguridad y el cuidado del medio ambiente, el material en el cual se fija el anclaje, consideraciones dimensionales, y cuál será el comportamiento del anclaje a través del tiempo.
El Comité 355 del ACI, Anclajes al Concreto, bajo la conducción de Richard Wollmershauser, desarrolló recientemente un documento titulado "Método de Prueba Provisional para Evaluar el Comportamiento de los Anclajes Mecánicos Post-Instalados en el Concreto". Este estándar de precalificación de anclajes eventualmente será sometido a un comité del ASTM para su aceptación como la medida de prueba que ha de usarse para evaluar el comportamiento de cada tipo de anclaje, en concreto agrietado y no agrietado. La aceptación de este documento en el ACI (y más tarde en el ASTM) establecerá guías generales uniformes, simplificando el proceso de selección de anclajes.


Colaboradores Richard Wollmershauser, el más reciente ex presidente del Comité 355 del ACI. Paul Campbell, consultor en diseño técnico.

Este artículo se publicó en Concrete Construction y se reproduce con la autorización de The Aberdeen Group.

Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, A.C.
Revista Construcción y Tecnología

Marzo 2001
Todos los derechos reservados

ARTICULO
ANTERIOR

ARTICULO
SIGUIENTE