La iluminación natural y el ahorro de energía

 

Resumen:

Debido a la creciente necesidad de ahorro de energía eléctrica, la iluminación natural cobra cada vez mayor importancia en el diseño arquitectónico. Y es que, con estrategias lumínicas adecuadas, en gran parte del país se podría prescindir de luz artificial en horarios laborales normales, sin necesidad de recurrir a modificaciones horarias.  

El tema de la iluminación natural en la arquitectura es prácticamente de reciente aparición en sus aspectos técnicos, pero debido al incremento de las tarifas por consumo de energía eléctrica, la idea del ahorro energético tiende a estar en primer plano.

   En la actualidad resulta, incongruente que en el horario laboral diurno, miles de oficinas y centros de educación enciendan los interruptores para iluminar artificialmente. La gran cantidad de horas despejadas al año con que cuenta la Zona Metropolitana de Guadalajara permitiría prescindir de cualquier dispositivo de iluminación eléctrica, con la simple adecuación de los elementos arquitectónicos para su adecuado diseño lumínico y con una nversión mínima que en muchos casos es recuperable.

   Por lo anterior, resulta paradójico que en esta era de tecnología avanzada las edificaciones no estén muchas veces acordes con los cambios que ha sufrido la iluminación natural a lo largo del desarrollo de la humanidad debido a la evolución de las ciencias y la propia tecnología.

La función de la iluminación

El ser humano tiene la tendencia de dar mucha importancia a la luz, ya que aproximadamente 80 por ciento de la información que recibe viene de sus ojos. La visión no es una acción pasiva en respuesta a los objetos iluminados, sino la acción de procesar la información y enfocar en los detectores de luz de la retina del ojo. Esta información se almacena y transfiere a su vez a través del nervio óptico hacia el cerebro para su interpretación. La visión es, por lo tanto, dependiente de la luz y del sistema visual.

   La cantidad y la calidad de la luz que recibe el ojo humano tiene una influencia directa en la manera como se ven las cosas; los grandes arquitectos, incluyendo los diseñadores del Partenón, de los emplazamientos arqueológicos mayas, los constructores de las catedrales góticas, así como los arquitectos del presente siglo, han comprendido el impacto que tiene la luz natural y su importancia al desarrollar los ambientes adecuados para el hombre. Si bien la luz natural y la artificial tienen sus características individuales y diferentes atributos cualitativos, la luz en general puede ser utilizada por la arquitectura tanto para crear efectos agradables como para proporcionar espacios lumínicamente adecuados a la tarea visual específica que se vaya a desarrollar. Lo mismo que emplea el tabique, el acero, la piedra y el concreto, la luz no debe emplearse como simple elemento decorativo, sino como parte estructural de la arquitectura.1

   En términos de luz, puede decirse que el confort lumínico se logra cuando el ojo humano está en condiciones de leer un libro u observar un objeto fácil y rápidamente sin distracciones y sin ningún tipo de estrés. Los parámetros que se deben considerar considerar para obtener confort visual son principalmente una adecuada iluminación, la limitación del deslumbramiento (exceso de iluminación) y las consideraciones subjetivas de un adecuado esquema de color. También, en el caso del diseño de la luz natural, evitar interiores oscuros y procurar proveer las formas y los tamaños adecuados de ventanas para mantener el contacto con el mundo exterior.

                                         

   Cabe la posibilidad de que al encontrar el criterio adecuado de iluminación y la eliminación del deslumbramiento, éste sea contradictorio con los requerimientos de otra índole, como es el caso del confort térmico o del confort acústico. Es tarea del arquitecto considerar todas las variables de impacto, incluyendo ganancias solares, calidad acústica y calidad de aire, evaluar sus impactos y su interrelación con otras y decidir las prioridades del espacio que se está diseñando.

   Lo anterior se debe a que no es lo mismo diseñar un espacio de estudio que uno de reposo. Cada uso ocupacional tendrá prioridades distintas, por lo que la escala de valores se moverá hacia una u otra parte.

Percepción visual y confort

Como es sabido, el propósito principal de un adecuado diseño lumínico es crear ambientes bien iluminados donde sea factible el buen desarrollo visual sin fatiga de la vista. La importancia de estas consideraciones depende asimismo de la función o tarea visual que se vaya a desarrollar en el espacio diseñado; no es lo mismo el diseño para una biblioteca que el de un taller de orfebre o el de un local de ventas.

   La viabilidad de facilitar las actividades visuales como son leer un libro o realizar una tarea de gran agudeza visual mediante la utilización únicamente de iluminación natural, pueden ser analizadas por factores físicos tales como el confort visual y el ahorro energético sustancial. Existen numerosos parámetros y tablas que indican los límites máximos, mínimos y recomendables de la iluminación requerida para las diferentes tareas específicas.2

   Sin embargo, el grado de medición o la medición de la tarea visual está generalmente determinado por la visibilidad de lo más pequeño o del detalle más difícil de ser reconocido. También es importante determinar el grado de contraste que esto tiene con el ambiente inmediato, la disponibilidad del tiempo de luz para desarrollar la tarea en cuestión y las capacidades del sistema visual.

                                                           

Existen también otros factores que pueden perturbar el nivel de confort visual deseado; las reflexiones de otros elementos arquitectónicos y el grado de deslumbramiento que provocan influyen decisivamente en el desarrollo visual. Aunque es muy difícil determinar los efectos de los

sistemas de iluminación en la productividad y el rendimiento laboral, puede hacerse una aproximación a los parámetros que se han de utilizar. Se han realizado varios experimentos han sido realizados en condiciones simuladas, alejándose de lo concerniente a la iluminación natural. De éstos, el de la Commission Internationale d'Eclaraige (CIE) y los de la Iluminating Engineering Society (IES), son los más aceptados dada la seriedad de sus investigaciones.

La iluminación natural y el ahorro energético

Para encontrar el método de evaluación económica ideal encaminada hacia una auditoría energética en un edificio en relación con el consumo eléctrico por cuestiones de iluminación natural, es necesario tomar en cuenta varios factores que, aunque parezcan aislados, deben reunirse en una visión integral. Precisamente para la valoración del costo-beneficio de las tecnologías que apuntan hacia la optimación de la iluminación natural en las edificaciones, es necesario tomar consideraciones de carácter global debido a los problemas que representan las inumerables dificultades técnicas y operacionales que hacen posible su funcionamiento.

   Para que lo anterior pueda realizarse, es necesario que los beneficios se tomen en cuenta de acuerdo con dos requisitos:3

Que los beneficios puedan transformarse en dinero real. Para ello, es necesario la utilización de tecnologías y estrategias que aseguren el ahorro energético por concepto de iluminación, así como en el consumo por climatización artificial.

La obtención del confort ambiental. Dichos beneficios no se tomarán en cuenta si están en contra del confort del usuario, así como de sus condiciones de trabajo u otras similares.

   Cabe mencionar que este tipo de evaluaciones económicas usualmente tiende a limitar los beneficios reales del ahorro energético, como pueden ser los de tipo motivacional referente a la consciencia de la protección del medio ambiente.

Análisis costo-beneficio

Para encontrar el método idóneo de evaluación del costo-beneficio en edificaciones que utilicen tecnología avanzada para la optimación de la iluminación natural, es necesario tomar en consideración las decisiones respecto al tipo de inversión que se llevó a cabo en la etapa de diseño y construcción.

   Por ejemplo, es frecuente que muchos proyectos constructivos varíen continuamente las expectativas de crecimiento iniciales, lo cual también se traduce en el empleo de mayor número de trabajadores, incrementándose a su vez la posibilidad de accidentes y errores de edificación. El crecimiento del proyecto también repercute en la complejidad de los planos constructivos y de instalaciones, haciéndolos más propensos a múltiples revisiones debido al grado de complejidad que existe en cada uno de los elementos interactuantes.

   Los costos se elevan, así como los impuestos que genera este tipo de incrementos del volumen de construcción y de los calendarios de obra.

   En el caso que nos ocupa, nos referimos al término "inversión" como la operación económico-financiera que realiza la constructora para la expedición de capital en espera de obtener en un futuro ganancias. Esto, considerando la diferencia entre el valor original del edificio y el obtenido con la implementación de los sistemas de iluminación en años venideros.

   Las características deseables para la inversión en el proyecto se resumen en los siguientes factores:4

La cantidad expedida inicialmente en el proyecto.

Los futuros ingresos generados por el ahorro energético.

La duración del proyecto en relación con la vida económica de los fondos.

 

Estimaciones de ahorro energético anual

 Para realizar estimaciones de ahorro energético anual por concepto de iluminación artificial, es necesario conocer la relativa frecuencia de las condiciones de variación del cielo durante las horas operacionales del edificio. El método tradicional está basado en las proyecciones registradas en observatorios de la relativa frecuencia de cielo despejado y cubierto (nublado). Las estimaciones de la luz de día (FLD) disponibles consideran dos factores principales: la latitud del lugar y el supuesto cielo en condiciones cubiertas.

   La estimación del ahorro energético anual atribuido al aprovechamiento de la iluminación natural puede basarse en la predicción del porcentaje anual en que el sistema de iluminación eléctrica no es utilizado. Dicho porcentaje está en función de la estrategia de control de la iluminación eléctrica utilizada, el estándar de horario de trabajo, los datos locales de clima, así como del total de iluminación natural disponible (expresadas en FLD) medida en un punto específico del edificio. Otras dos consideraciones que intervienen en dicha estimación son las siguientes:

   - El estándar laboral anual, que se define como 365 días por cualquiera de las 12 jornadas de trabajo más usuales. En este estándar se incluyen combinaciones de los tres horarios de inicio laboral (7:00, 8:00 y 9:00), así como los de finalización (16:00, 17:00, 18:00 y 19:00) en ciudades promedio.

   - El Factor de luz diurna (FLD), que se define como la iluminación de luz natural medida en un punto situado en un plano determinado, debida a la luz recibida directa o indirectamente desde un cielo de supuesta o conocida distribución de iluminación (E), y que se expresa en porcentaje:

                                        E int

                        FLD (%)= -----------   × 100%

                                        E ext

   Cabe mencionar que para las estimaciones de ahorro energético es necesario considerar otros factores de igual importancia, tales como el tipo de materiales y acabados utilizados en los muros y cielos raso interiores, los requerimientos de detalle visual según la tarea, los obstáculos exteriores, etcétera.

   Podemos concluir que mediante las estrategias adecuadas de iluminación, es posible conseguir un ahorro energético sustancial. Las horas-sol anuales con las que se cuenta en gran parte del territorio nacional permiten asegurar que en los horarios laborales normales se podría prescindir de cualquier tipo de luminarias artificiales, así como reconsiderar las medidas de "cambio de horario" tomadas por el sector oficial y que muchas molestias han ocasionado a la población en general.

 

Referencias

 1.      Arias Orozco, Silvia y David Ávila Ramírez, "La Iluminación Natural en la Arquitectura".

2.      Commission of the European Communities,  "European Reference Book on Daylighting".

3.      Moore, Fuller, "Concepts and practice on Architectural daylighting".

4.      Robbins, C.L. y K.C.Hunter, "A model for iluminance on horizontal and vertical surfaces".

5.      Avouac, Pascale, "Bien voir, bien apprendre".

6.      Moore, Fuller. "Concepts and practice on Architectural daylighting".

 

 Silvia Arias Orozco es doctora en Arquitectura y se desempeña como profesora-investigadora en el Centro de Estudios del Medio Ambiente y Ordenación Territorial de la Universidad de Guadalajara. Ha dirigido proyectos de investigación financiados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y ha publicado cinco libros de temas relacionados con su área de estudio.

 

   

 

 

 

 

 

Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, A.C.
Revista Construcción y Tecnología 
Junio 2000
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