Concretos de alta resistencia
 

Su elaboración y los efectos de la granulometría en sus propiedades mecánicas Ingenieros Antonio Flores Bustamante, Francisco González Díaz, Luis Rocha Chiu y M. en I. Adán Vázquez Rojas

Cuando se habla de concreto de alta resistencia, es necesario indicar el rango de valores para los que el término debe aplicarse, pero antes de intentar acotar las resistencias para las cuales puede usarse esta acepción, puede ser útil describir cómo se han venido incrementando en las últimas décadas los valores de la resistencia a la compresión. En los años cincuenta, un concreto con resistencia a los esfuerzos de compresión de 350 kg/cm2 (34.3 MPa) era considerado de alta resistencia; hoy día, este valor es considerado normal. En la siguiente década, valores de los esfuerzos de com- presión de 400 a 500 kg/cm2 (39.2 a 49.1 MPa) eran usados comercialmente en algunos sitios (principalmente en países del primer mundo), y para los ochenta ya se producían concretos con valores que llegaban casi al doble.

El desarrollo del incremento de la resistencia del concreto ha sido gradual, y seguramente las investigaciones que se efectúen encontrarán concretos con resistencias superiores. Hoy día se habla ya de concretos de muy alta resistencia, cuya clasificación se propone en cuatro clases diferente,1 basándose en las resistencias promedio y en la facilidad con las que éstas se pueden alcanzar tabla 1.

Estas clasificaciones no se definieron simplemente desde un punto de vista académico, ni por representar múltiplos exactos de 25 MPa (255 kg/cm2), sino porque corresponden a barreras tecnológicas actuales; sin embargo, debe reconocerse que no representan límites absolutos y seguramente se podrán encontrar excepciones.

Como se ha mencionado anteriormente, los concretos de alta resistencia se han podido elaborar desde los años sesenta; sin embargo, en la actualidad sólo se han podido comercializar intensamente en algunos lugares del mundo, como son el área de Chicago-Montreal-Toronto, Seattle y, en forma más aislada, en otros países. En estos lugares, la integración de equipos de trabajo formados por diseñadores, constructores, empresas de concreto premezclado y laboratorios especializados ha permitido que se utilice más este material de gran comportamiento, alcanzando cada vez mayores valores en su resistencia. Y por otra parte, se han construido edificios y puentes de dimensiones y claros más grandes, para los que anteriormente se pensaba por definición en materiales diferentes al concreto.

El reto que tenemos en nuestro país es, sin duda, empezar con el uso de estos materiales por parte de los diseñadores, y con la regulación de los mismos en los códigos y reglamentos correspondientes, pero las empresas premezcladoras deben garantizar su disposición, y los laboratorios, a su vez, deben ser capaces de llevar el control de calidad respectivo. Consideramos que existe actualmente la tecnología disponible para comenzar a utilizarlos; sólo basta dar el primer paso. Creemos que trabajos como éste contribuyen en parte a lograr tal propósito.

Objetivo

El propósito de este trabajo es presentar los resultados y experiencias obtenidos en el laboratorio de Construcción de la Universidad Autónoma Metropolitana relacionados con la elaboración de mezclas de concreto de alta resistencia, en los que a la fecha se han logrado alcanzar valores de 900 kg/cm2 de resistencia a la compresión, determinando, también, dosificación, procedimientos de mezclado y métodos de prueba.

El parámetro que en principio se consideró más importante obtener fue la resistencia a la compresión, pero al mismo tiempo se ha tenido especial cuidado con la trabajabilidad de las mezclas.

Uno de los factores que intervendrá de manera directa para obtener la resistencia que se ha fijado es, sin lugar a dudas, la economía del concreto. Esta predicción no es fácil aseverarla, porque sabemos de antemano que se requiere una buena calidad de los materiales, así como una rigurosa calidad de la elaboración de la mezcla y del equipo adecuado para su obtención.

Por otra parte, es importante señalar que se tratará de utilizar el equipo que se emplea comúnmente en un laboratorio universitario, el que puede corresponder al empleado en las obras. El propósito es tratar de economizar en el costo del concreto y de hacer accesible el procedimiento de mezclado en este tipo de circunstancias.

El alcance que se plantea este trabajo es encontrar las mejores mezclas de concreto que logren las más altas resistencias, teniendo en cuenta el procedimiento de mezclado, puesto que algunos investigadores señalan que es importante la secuencia de cada uno de los elementos del concreto.

Es conveniente destacar que aquí se presentan resultados parciales y que las resistencias logradas a la fecha se han obtenido mediante procedimientos sin control de calidad "rigurosos", como generalmente lo recomiendan la mayoría de los especialistas vinculados con estos materiales.

Análisis de la información


Hasta la fecha existen diversas investigaciones a escala nacional e internacional para la obtención de procedimientos de elaboración de concretos de alta resistencia; incluso, como se mencionó anteriormente, en algunas partes se comercializan concretos de este tipo. El análisis de la información disponible permitió establecer las siguientes vertientes de trabajo sobre el programa de investigación:

l Características necesarias en los materiales que componen el concreto para lograr alta resistencia a la compresión.

l Aditivos recomendables para lograr alto comportamiento en el concreto.

l Revisión de los procedimientos de mezclado y de dosificación propuestos en cada una de las eferencias analizadas.

Requisitos de los materiales.

De acuerdo con las fuentes de información, se requieren al menos las siguientes características en los materiales que componen el concreto:

Cemento. Son recomendables los tipos I y II, con contenidos significativos de silicato tricálcico (mayores que los normales), módulo de finura alto y composición química uniforme.

Grava. De alta resistencia mecánica, estructura geológica sana, bajo nivel de absorción, buena adherencia, de tamaño pequeño y densidad elevada.

Arena. Bien graduada, con poco contenido de material fino plástico y módulo de finura controlado (cercano a 3.00).

Agua. Requiere estar dentro de las normas establecidas.

Mezcla. Relaciones agua/cemento bajas (de 0.25 a 0.35), mezclado previo del cemento y del agua con revolvedora de alta velocidad, empleo de agregados cementantes, período de curado más largo y controlado, compactación del concreto por presión y confinamiento de la mezcla en dos direcciones.

Aditivos. Es recomendable emplear alguno o una combinación de los aditivos químicos: superfluidificantes y retardantes; y, de los aditivos minerales, ceniza volante (fly ash), microsílica (silica fume) o escoria de alto horno.

Procedimientos de mezclado. Cuando el parámetro más importante por obtener es alta resistencia a la compresión, es conveniente emplear bajas relaciones agua/cemento, cuidando esencialmente la trabajabilidad del concreto y, en consecuencia, su revenimiento. En términos generales, el procedimiento de mezclado requiere, entre otros factores, mezclado previo del cemento y del agua con una revolvedora de alta velocidad, uso de aditivos, empleo de agregados cementantes, periodo más largo de curado, de ser posible con agua, compactación del concreto por presión y confinamiento del concreto en dos direcciones.

Adicionalmente, para la producción de este tipo de concretos son indispensables el empleo selectivo de materiales, un enfoque diferente en los procedimientos de diseño y elaboración de las mezclas, atención especial en la compactación y un control de calidad más riguroso.

Algunos investigadores usan como técnicas para la producción de concretos de alta resistencia su composición, una alta velocidad de mezclado y revibrado, y eventualmente la adición de algún aditivo para incrementar la resistencia del concreto.

Programa de trabajo

Pruebas a los materiales. Una vez establecidos los requerimientos indispensables en los materiales para obtener concretos de alto comportamiento -específicamente alta resistencia a la compresión-, procedimos a la búsqueda y obtención de cada uno de los componentes del concreto que cumplieran con las características deseadas y la verificación del valor de sus propiedades mediante las pruebas correspondientes en laboratorio o en las especificaciones del fabricante.

Cemento. La producción de cementos portland en la zona metropolitana es muy variada en tipos y marcas, pero todos cumplen con las Normas Oficiales Mexicanas. En ningún momento debemos olvidar que, en la actualidad, las tecnologías de fabricación de cemento mejoran continuamente, y que una tendencia mundial es la obtención de una mayor uniformidad del producto. Sin embargo, los cementos disponibles en el país tienen variaciones que obligan a los usuarios a ajustar sus proporcionamientos con el fin de lograr los valores de resistencia y las características requeridas.

Actualmente, uno de los factores en los que existe variabilidad en la producción de cemento se presenta en el proceso de molienda, lo que se refleja en el módulo de finura del cemento envasado, lo cual, según los investigadores, afecta directamente la resistencia de los concretos. Otro factor que genera variación en la producción es, sin lugar a dudas, la falta de uniformidad de la composición química de los insumos.

En el proyecto de investigación se consideró el empleo de diferentes marcas de cemento del tipo portland l y ll, comercialmente disponibles en la zona metropolitana, con el fin de emplear el de mejores características para los propósitos del proyecto.

Como se ha mencionado, algunos autores recomiendan cementos con módulos de finura elevados y composiciones químicas específicas. En la tabla 2 se incluye la información técnica proporcionada por los fabricantes para las tres marcas de cemento empleadas, así como los límites que establecen las normas mexicanas.

Además, en los laboratorios del área de Química Aplicada de la Universidad Autónoma Metropolitana se realizaron pruebas a los cementos mediante análisis químico elemental por absorción atómica, cuyos resultados se presentan en la tabla 3.

De acuerdo con las recomendaciones de artículos especializados y con los datos que aparecen en las tablas anteriores, el cemento que ofrece las mejores perspectivas para los propósitos del proyecto es el B, debido al módulo de finura relativamente alto y a contenidos importantes de compuestos de silicio y calcio. Con estas mismas condicionantes, la segunda opción sería el cemento C.

Grava. Se determinaron los probables bancos de agregado grueso con los que se podría contar sin ninguna dificultad en su adquisición de manera comercial, teniendo disponibles en principio piedra triturada de caliza y basalto.

En algunos estudios realizados en el Distrito Federal en la elaboración de concretos, se ha observado que las propiedades mecánicas mejoran al emplear gravas densas y con baja absorción. También se establece que las calizas utilizadas como agregado grueso tienen un comportamiento satisfactorio respecto a las propiedades mecánicas de concretos normales.

En principio, se emplearon tres agregados gruesos de dos tipos de roca, procedentes de diferentes puntos del valle de México. Dos de ellas provienen del estado de Hidalgo, siendo las dos calizas; y la tercera es un basalto del estado de Morelos.

Se efectuaron los análisis correspondientes para determinar su granulometría, absorción, peso específico y pesos volumétricos suelto y compacto de cada una de ellas, siguiendo los procedimientos de las Normas Oficiales Mexicanas (tabla 4).

Al revisar los resultados de las pruebas practicadas a los agregados gruesos, se observó que la caliza núm. 1 venía del banco con porcentajes superiores a los permisibles de material fino, formado principalmente por arcilla adherida al agregado grueso. Las mezclas de prueba consideraron el empleo de agregado con material fino y posteriormente lavado, y se ajustaron a los requerimientos de la norma ASTM C-33.

Se prefiere la piedra triturada a la grava redondeada, porque la geometría y la forma influyen en la adherencia enzla pasta de cemento y el agregado. Se ha comprobado que el tamaño y la forma del agregado tiene gran influencia en la trabajabilidad de la mezcla.

Los procedimientos de fabricación de concreto en nuestro país nos indican que los agregados grueso y fino deben cumplir los requerimientos de la norma NOM C-77, los cuales son similares a los de la ASTMC-33. Sin embargo, para concretos de alta resistencia se pueden permitir excepciones a los requisitos de las normas, pero deberán ser valoradas.

Arena La selección del agregado fino se realizó sobre la base de obtener las mejores condiciones de limpieza en cuanto a materiales contaminantes, teniendo presente que no es tan relevante la granulometría para lograr concretos de alto comportamiento. Esto último tiene relación con que este tipo de concretos contiene un alto volumen de cementantes finos, lo cual hace que la graduación de la arena usada sea poco importante en comparación con las requeridas para concretos normales. Lo que sí es recomendable es que el módulo de finura sea cercano a 3.00, sobre todo si tomamos en cuenta que se han elaborado mezclas para concretos de alta resistencia con módulos que oscilan entre 2.83 y 3.36. Estos valores ayudan a obtener una mejor trabajabilidad y resistencia a la compresión.

Se analizó la arena proveniente de la mina de Santa Fe, de origen andesítico, de acuerdo con las Normas Oficiales Mexicanas (NOM - C 30, 73, 77, 111, 165 y 170), y se obtuvieron los resultados que se presentan en las tablas 5 y 6.

Por último, es recomendable limitar la cantidad de finos hasta un máximo de 10 por ciento, y muy especialmente los finos plásticos que puedan llegar a contener, con lo que se estará evitando la contracción lineal que estas partículas originan en la mezcla de concreto.

Agua. En la elaboración de concretos normales y de alta resistencia, los requisitos y características del agua sólo deben satisfacer las normas correspondientes. Para verificar las propiedades del agua empleada en las diferentes mezclas, se realizó un análisis químico-biológico en los laboratorios de Ingeniería Ambiental de la propia Universidad. Los resultados obtenidos se compararon con los requerimientos de la Norma Oficial Mexicana NOM-C-122, encontrándose dentro de los límites que establece la misma.

Aditivos. El proyecto consideró el empleo de aditivos minerales y químicos; en el primer caso, se estimó conveniente el uso de microsílica, mientras que para los aditivos químicos se emplearon superfluidificantes y reductores de agua de alta eficiencia. l

Microsílica.
Es un aditivo a partir de microsílica compactada y seca que produce en el concreto cualidades especiales en dos aspectos: rellena los espacios entre las partículas del cemento e incrementa la cantidad de gel de silicatos de calcio, mejorando la resistencia y reduciendo la permeabilidad.

l Aditivos químicos. El aditivo superfluidificante se empleó en combinación con un reductor de agua de alta eficiencia y retardador del fraguado para mejorar la plasticidad del concreto y controlar el tiempo de fraguado de la mezcla.

Con esta información, establecimos la necesidad de ver cómo se comportaban cada uno de los cementos con los diferentes aditivos químicos seleccionados. Se empleó la norma NOM C-61, que es similar a la ASTM C-109 para la determinación de resistencia en la prueba de compresión. La primera mezcla de mortero se realizó con la finalidad de observar el comportamiento de los elementos en condiciones normales, y se obtuvieron los resultados que se exponen en la tabla 7.

Una vez elaboradas las pruebas en morteros sin aditivos, se efectuaron los ensayes en los morteros con aditivos para determinar qué cemento, mezclado con el aditivo químico, sería el más apropiado para obtener los mejores resultados conforme a los propósitos del trabajo. Los resultados finales de esta etapa, morteros de cemento con aditivos, se aprecian en la gráfica 1.

Como se observa, el cemento "A" es el que mejor reacciona con los aditivos. En el experimento con el primer aditivo, se hicieron ensayes hasta los 91 días; con el segundo aditivo, solamente se hicieron pruebas hasta 28 días, en virtud de que la tendencia indicaba el empleo del cemento A.

Procedimientos empleados


Mezcla de prueba. Con los ensayes y características obtenidos de cada uno de los componentes del concreto, se procedió a diseñar una mezcla base de concreto normal para una resistencia a la compresión de 400 kg/cm2 y, al mismo tiempo, comparar el agregado grueso en las condiciones de granulometría que presentaba directamente del banco y efectuando lavado y cribado en el mismo para disminuir su cantidad de finos e impurezas. El resultado, en términos generales, arrojó resistencias superiores de 15 por ciento a favor de la grava controlada, lo que nos permitió concluir que los agregados gruesos con buen control de calidad son deseables en este tipo de concretos.

Procedimiento de mezclado. A partir de la dosificación de la mezcla base (tabla 8), se realizaron mezclas combinando aditivos minerales y químicos (microsílica y superfluidificante), empleando diferentes procedimientos de mezclado. La técnica de mezclado que en esta etapa ofreció el mejor resultado fue la que se describe a continuación:
1. Agregado grueso (caliza)
2. Agua (15%)
3. Agregado fino (arena)
4. Cemento
5. Microsílica
6. Agua (85%)
7. Aditivo químico
8. Cuatro litros de agua adicionales a la calculada para la mezcla

El empleo de la dosificación base, de la técnica de mezclado y el control de la granulometría y lavado del agregado grueso permitió incrementar la resistencia a la compresión en 25 por ciento sobre la de la mezcla base.

Aditivo químico. En las mezclas descritas anteriormente se consideraron cantidades fijas de los aditivos químicos y minerales. La siguiente etapa del experimento consistió fundamentalmente en aproximaciones sucesivas, variando la cantidad del aditivo químico y efectuando cambios pequeños en el procedimiento de mezclado, lo que en principio originó resistencias adicionales de 10 por ciento. Empleando grava cribada y lavada y un ajuste en la cantidad del aditivo químico, se obtuvieron pequeños incrementos en la resistencia, pero sobre todo disminuyó la variabilidad de los resultados.
Aditivo mineral. Una reducción controlada en el proporcionamiento de la microsílica cercana a una tercera parte arrojó resistencias similares, con la consecuente economía en el costo de la mezcla. El empleo de dos aditivos químicos mezclados en proporciones iguales y manteniendo la cantidad original de microsílica dio 15 por ciento de resistencia adicional.

Relación agua/cemento. La relación agua/cemento permaneció sin modificaciones durante todas las etapas descritas con anterioridad. En las últimas pruebas se agregó un poco más de cemento, resultando resistencias del orden de los 800 kg/cm2.

En la tabla 9 se aprecian de manera sintetizada los progresos alcanzados en la resistencia conforme se fueron variando los procedimientos de mezclado y la composición de la mezcla. Desde luego, se presentan las mezclas más representativas del trabajo de investigación.

El procedimiento de mezclado que ofreció los mejores resultados en altas resistencias a la compresión fue el siguiente:
1. Agregado grueso (caliza o basalto)
2. Agua (15%)
3. Microsílica
4. Agua (25%)
5. Cemento (50%)
6. Agregado fino (arena)
7. Agua (20%)
8. Cemento (50%)
9. Agua (30%)
10.Aditivo químico diluido en el 10 % sobrante de agua

Actualmente nos encontramos trabajando con mezclas de concreto en las que el consumo de cemento no ha sido mayor a quinientos kilogramos por metro cúbico y para las que se han logrado alcanzar resistencias de 900 kg/cm2.

Es oportuno indicar que se presentaron problemas en el momento de efectuar las pruebas de compresión en los concretos de resistencias mayores a 500 kg/cm2. Se consideró que la causa podría ser que el material con el que se realiza el cabeceo de los cilindros no era lo suficientemente resistente para soportar las cargas a las que se sometía el cilindro de concreto, por lo que se realizó una serie de pruebas cuyos datos y resultados se expusieron en otro trabajo que se presentó en el X Encuentro Nacional de la Industria del Concreto Premezclado.

Efecto de la granulometría del agregado grueso en las propiedades mecánicas del concreto
Una segunda etapa del proyecto de investigación consistió en revisar el efecto de la granulometría y el tipo de agregado grueso (caliza y basalto), así como el comportamiento de la mezcla ante reducciones de la cantidad de agua, con la finalidad de obtener mayores resistencias a la compresión.

Las características de la grava que tienen una mayor influencia en los concretos de alta resistencia son la configuración geométrica, su estado superficial, granulometría, propiedades mecánicas y estabilidad química.

Al utilizar una baja relación agua/cemento, un contenido alto de cemento implica la necesidad de que el agua demandada por los agregados sea lo más baja posible. La demanda de agua de la grava está en función, principalmente, de su forma y tamaño, así como de su composición mineralógica.

El agregado grueso debe tener un tamaño máximo pequeño, para conseguir una superficie de contacto pasta-grava mayor y aumentar así la superficie de adherencia.

En la composición de concretos de alta resistencia no es aplicable la consideración, habitual en concretos normales, relativa al tamaño máximo de la grava y su influencia en la resistencia. En concretos normales, el aumento del tamaño nominal implica, para una misma consistencia, la posibilidad de disminuir ligeramente el agua, lo que se traduce en un aumento de la resistencia. En los concretos de alta resistencia no procede esta afirmación, ya que este efecto puede no resultar suficientemente positivo debido a factores secundarios contrarios.

Por lo general, las gravas pequeñas son más resistentes que las de mayor tamaño, debido a que en el proceso de trituración se eliminan defectos internos de la roca de origen, como son poros, microfisuras, materiales blandos, etcétera.

En concretos de alta resistencia se recomienda que la grava proceda de trituración, ya que esto ayudará a la adherencia. Sin embargo, la grava triturada tiene el inconveniente de la mayor demanda de agua para requisitos de consistentes similares, debido a la mayor superficie a mojar, lo que hace necesario que el agregado grueso presente un buen coeficiente de forma a fin de mejorar la trabajabilidad.

Por lo anteriormente expuesto, la mayoría de los especialistas recomienda la adopción de "tamaños nominales máximos" menores que los habituales, usando de manera genérica los comprendidos entre 10 y 15 mm, aunque se pueden usar gravas entre 20 y 25 mm, siempre que el material sea suficientemente resistente y homogéneo.

También debe considerarse que, en concretos normales, las gravas tienen una resistencia superior que la del concreto del que formarán parte. En cambio, en concretos de alta resistencia algunas de estas gravas usualmente presentan resistencias menores que las del concreto del que forman parte. Es por ello que, en concretos normales, la falla se produce al agotarse la capacidad de la pasta alrededor del agregado grueso, mientras que en los concretos de alta resistencia, como consecuencia del incremento en la resistencia de la pasta, un alto porcentaje de gravas se fractura hasta producir la falla de la mezcla en su conjunto.

Adicionalmente, las gravas deben ser lo más resistentes posible según lo requiera la resistencia del concreto, así como tener un módulo de elasticidad lo más próximo posible al del mortero endurecido, de manera que se reduzcan las deformaciones diferenciales entre ellos. Esto se requiere ya que en estos concretos se produce una gran adherencia entre el mortero y la grava, aun en cargas relativamente bajas, por lo que el agregado grueso está involucrado desde el principio con el comportamiento mecánico del concreto, como si éste fuera un material compuesto debido a la buena adherencia existente en la interfase del mortero con la grava. Es por ello que las propiedades elásticas de la grava tienen un gran efecto sobre el módulo de elasticidad del concreto de alta resistencia. Conociendo la importancia que las propiedades generales de los agregados gruesos tienen sobre el comportamiento del concreto de alta resistencia, es preciso comprobar mediante las pruebas de laboratorio correspondientes el vínculo existente, de acuerdo con el tipo y características del concreto que se va a elaborar y de los materiales naturales disponibles (gravas y arenas).

En este sentido, esta etapa del proyecto de investigación se fijó como objetivo el análisis del efecto de la granulometría del agregado grueso en las propiedades mecánicas de los concretos de alta resistencia, específicamente, resistencia a la compresión a 56 días, módulo de elasticidad y resistencia a la tensión. Las variables para considerar fueron los dos tipos de agregado, esto es, caliza y basalto, en tres diferentes tamaños, así como reducciones en la cantidad de agua de las mezclas. Los resultados resumidos se presentan en la tabla 10.

Como se puede apreciar en los datos obtenidos, el basalto es un mejor agregado grueso para alcanzar resistencias a la compresión de mayor magnitud, mientras que la caliza es más apropiada para mayores valores del módulo de elasticidad. Además, podemos decir que con caliza las mezclas resultaron relativamente más manejables. En todas las mezclas se efectuó un control de la granulometría para cada uno de los tamaños empleados. Se destaca, desde luego, que en ambos casos -basalto y caliza-, los resultados alcanzados correspondieron con tamaños de gravas "grandes", esto es, tres cuartos de pulgada de tamaño nominal máximo.

También se obtuvieron "mejores" propiedades al reducir la cantidad de agua en el rango de entre seis y nueve por ciento. La sustitución de agua en la mezcla se hizo con un aditivo reductor de agua de alto rango, el cual le dio una consistencia más manejable. No obstante, los resultados logrados no permiten establecer conclusiones definitivas sobre el beneficio de la reducción del agua en las propiedades de estos concretos.

Finalmente, cabe señalar que la dosificación de las mezclas se realizó para una resistencia de diseño de 500 kg/cm2, con consumos de cemento cercanos a los 600 kg por metro cúbico.

Conclusiones

En la actualidad no existe una metodología específica para la elaboración de concretos de alta resistencia; sin embargo, el seguimiento de algunos de los principios generales que los especialistas han establecido en diversas investigaciones nos ha permitido desarrollar los procedimientos para obtener estos concretos en un período de tiempo relativamente corto y, sobre todo, utilizando los materiales en la forma más parecida a las condiciones y propiedades que tienen cuando se emplean en las obras.

Además, se encontró que el tamaño del agregado no es un requisito indispensable para la elaboración de mezclas de concreto de alta resistencia. Se estableció que es definitivamente conveniente emplear basalto si lo que se busca son altos valores a la compresión, mientras que para un mejor comportamiento elástico conviene utilizar calizas. Estas conclusiones serían válidas en la zona metropolitana de la ciudad de México, ya que los materiales son de bancos ubicados en esta área urbana.

Hasta la fecha no hemos empleado alta velocidad de mezclado, revibrado ni otras técnicas que pueden disponerse en las obras y en las plantas premezcladoras para el mejoramiento de las propiedades y el desempeño de los concretos de alta resistencia; creemos que pruebas que consideren estos aspectos redundarán en beneficios a la resistencia del concreto.

Los resultados de este proyecto nos han permitido encaminar la realización de los trabajos futuros hacia el desarrollo de técnicas de elaboración de concretos de alta resistencia en forma convencional y que las correspondientes pruebas de control de calidad puedan efectuarse en laboratorios "poco equipados". Esto es, empleo de cilindros de prueba más pequeños, mezclas especiales de azufre para cabeceo y la definición específica del procedimiento de mezclado, incluyendo, también, la determinación de otras características, como son resistencia a la tensión y a la abrasión, inhibición de la corrosión del acero de refuerzo y costos de las mezclas.

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Los autores son investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana y el artículo reproduce la ponencia que ellos presentaron en el 10º Encuentro Nacional de la Industria del Concreto Premezclado / 1ª Reunión Latinoamericana del Concreto Premezclado. .

La investigación que aquí se expone informa sobre la elaboración de concretos de alta resistencia con materiales disponibles en el área metropolitana de la ciudad de México. Sus resultados permitieron establecer un procedimiento de elaboración de mezclas en el que se determina el orden y adición de cada uno de los elementos, el curado y los métodos de prueba empleados, así como el efecto de la granulometría en las propiedades mecánicas del concreto.


Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, A.C.
Revista Construcción y Tecnología

Diciembre 2000
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