Rivalidad en colaboración
Por Enrique Chao

Hay sistemas para instalaciones en los edificios; electricidad, aire acondicionado, ventilación y calefacción… que suelen sacar a los diseñadores las canas prematuras que los caracterizan, cuando no son calvos, y las que les salen después, debidas a la extrema complejidad de los cálculos, del análisis de la información y de la integración de todos los elementos con el proyecto en su conjunto.
Ahora, con modelos en 2D y 3D, los diseñadores y calculistas pueden integrar sus concepciones con las de toda la obra casi simultáneamente. ¿Casi? Bueno, los creadores de Autodesk Architectural Desktop (AAD) han desarrollado herramientas, como el Building Mechanical y el Building Electrical…, amén de muchas nuevas y mejoradas funciones de colaboración vía Internet, como Publish to Web, la tecnología i-drop y los archivos DWF, para que el equipo de diseño pueda compartir información simultáneamente, sin el casi.

Las soluciones aportadas en los últimos meses por las tecnologías de la información al ámbito de la construcción se adelantan, con mucho futuro, a las necesidades actuales de los usuarios.

En entrevista exclusiva para Construcción y Tecnología, Hugo Silva, Design Solution Manager de Autodesk para América Latina, extiende para los lectores un panorama de las tecnologías de la información abocadas a la industria de la construcción y comenta las virtudes del AAD, entre otras soluciones de Autodesk:

¿Qué tanto soportan las nuevas tecnologías de la información a las técnicas de construcción, en particular con respecto al diseño, y cómo ha evolucionado Autodesk en consonancia con las nuevas demandas de los diseñadores?

Básicamente, toda nuestra tecnología está enfocada a la optimización tanto de los recursos como del tiempo, y en este sentido, para cualquier obra, o cualquier proyecto de ingeniería o arquitectura, nos hemos orientado también a la optimización de los costos.
Lo nuestro es el diseño. Y de ahí no nos hemos movido. Lo que estamos haciendo es depurarlo como tal dentro de la tecnología, para poder dar una respuesta mucho más rápida al usuario, quien, a su vez, podrá ver mejores resultados en sus proyectos, y ahora no sólo en dos dimensiones, sino en tres, y de una manera mucho más eficiente.
Estamos llevando al diseño la posibilidad de utilizarlo en tres dimensiones, y de conseguir resultados y análisis reales dentro de las mismas aplicaciones. Partimos del hecho de que, como seres humanos, vemos en tres dimensiones; vivimos en tres dimensiones. Y lo que hemos logrado, con una aplicación mucho más amigable, es diseñar en estas tres dimensiones. Se trata de hacer todo mucho más real.
Lo otro que hemos hecho es sacar ventaja de todos los avances que nos da Internet. Es ahí adonde hemos llevado nuestras aplicaciones. Las demás aplicaciones relacionadas con un proyecto de arquitectura o de ingeniería se están yendo hacia el mismo lado. La tecnología ha permitido hacer los proyectos mucho más reales y trabajar dentro de un esquema de colaboración..

Los lectores de Construcción y Tecnología han mostrado mucho interés precisamente en el trabajo en colaboración, ¿Cuáles son los pros y contras que hay dentro de este esquema?

Si soy franco, yo veo puros pros. De hecho, contras no le encuentro, al contrario. Habrá quien pueda decir: "algunos van a interferir con el trabajo de los otros, todos van a meter mano". Pero no es así. Se puede establecer de antemano una "permisología", y controlarlo todo desde la aplicación o desde la base de datos, o donde esté el repositorio de información. Así es que los niveles de seguridad son muchos, desde cualquier ángulo que se observe.
Yo no veo desventajas, más bien veo oportunidades en el sentido de optimizar el tiempo. Y como mencionaba, el tiempo en esta clase de proyectos es dinero, siempre se traduce en dinero.
Si todos los implicados en un proyecto, sean personal de la compañía o proveedores externos o contratistas, se pueden mantener en línea dentro del proyecto, el tiempo se va a reducir enormemente ante cualquier decisión que se tenga que tomar.

Hay quienes comentan que en algunos proyectos internacionales se ha manifestado algún conflicto en la administración de un trabajo en colaboración. ¿Esta tecnología podría originar algún problema por los atributos que se dan a los distintos participantes de un trabajo?¿Cómo lo han manejado ustedes?

Honestamente, yo no lo veo así. Desde luego, se trata de otra filosofía de trabajo. Como todos pueden suponer, un cambio en la forma de trabajar también produce otros cambios, sobre todo en torno a cómo deberá ejecutarse ese trabajo. Dentro del área de la ingeniería, que es donde más experiencia he tenido, he visto cómo se desenvuelven los proyectos. Cuando se decide hacer un proyecto internacional entre dos compañías, una compañía mexicana y una consultora americana, por ejemplo, siempre va a haber líderes de ambos lados. Ellos son los que van a tomar las decisiones, y quienes van a decidir quién va a asumir determinada "permisología".
La experiencia que tuve fue haber llevado un proyecto de dos dimensiones en un país de Latinoamérica a un proyecto, el mismo, pero de tres dimensiones, en Estados Unidos. Cada cual realizaba su labor asignada en sus dimensiones correspondientes, y después se hacían reuniones en línea cada semana. La tecnología de hoy permite hacer reuniones en línea para ver la aplicación, y reconocer cuáles son los avances que se están llevando dentro de la aplicación.
Es como el Net Meeting de Microsoft, sólo que dentro de nuestras aplicaciones se llama Meet Now, básicamente es la misma filosofía. Lo que quiero decir es que con Meet Now, por ejemplo, si me das la "permisología", yo puedo entrar en tu máquina y ver lo que estás ejecutando en AutoCAD, o en Architectural Desktop, sin que yo tenga la aplicación en mi máquina.
Si hablamos de que todo un proyecto se maneja según esa filosofía, las ventajas son innumerables, y al final se ahorra mucho dinero. Como mencioné al inicio; cuando se trata de un proyecto de este tipo, obviamente hay que cambiar la filosofía de trabajo, porque no todo el mundo va a tener la "permisología". El primer proyecto, como suele suceder, provocará un poco más de traumas, pero puedo asegurar que los ahorros y las ventajas que tiene trabajar de esta manera superan con mucho las desventajas que se puedan presentar.

¿Cómo será a mediano plazo el trabajo en los despachos de construcción, en donde todo tiende a informatizarse? ¿Podría ofrecer un panorama con algunos ejemplos de cómo entró Autodesk en esos despachos y redefinió el diseño?

Definitivamente yo creo que a muy corto plazo lo que tenemos que esperar es que la ejecución de los proyectos en línea madure un poco más. Todos los días, en cada país, la tecnología y las telecomunicaciones están evolucionando más y más. Por otro lado, el usuario, como tal, ya no está compitiendo nada más con el negocio del despacho vecino, sino que compite en un mundo global, con compañías que probablemente vengan de China, de Alemania o de África, y uno ni siquiera se ha enterado de eso.

¿Cómo ha sido hasta la fecha la penetración de estas tecnologías?. ¿Estamos entrando otra vez tarde en ellas?

Sé que no somos early adopters en Latinoamérica, sino que eso está creciendo apenas en la región. El uso de la ingeniería colaborativa se inicia recientemente, pero ya va para allá. Y el despacho que asuma esa tendencia, será el que, a la larga, estará mejor preparado. No hay que olvidar que si entrara hoy mismo, iba a estar compitiendo de la mejor manera, porque ya no nada más lo hará con sus pares cercanos, sino con gente que ni la va a conocer siquiera, pero que ya está cotizando en línea y está entregando trabajos en línea, y está compartiendo información y haciendo ingeniería o arquitectura colaborativa.
De ahí que hayan aparecido ahora muchos consultores en línea. Hay mucha gente que ya está colaborando, y que ya está vendiendo sus servicios en línea. Ellos preguntan, "de qué se trata", y ofrecen: "te lo entrego a través de la red". Son empleados virtuales que no se conocen entre sí, que saben nada más de su trabajo, el cual, por lo que se aprecia, está muy bien remunerado.
Tenemos que empezar a ver que no sólo se trata de recursos internos, sino que hay mucha gente que está vendiendo su trabajo a través de la red y que está haciendo trabajo colaborativo aprovechando las ventajas que ofrece la red.

¿Cómo se puede convencer a un empresario de la construcción de que invierta en estas tecnologías? Últimamente hay desconfianza porque la tecnología se mueve demasiado rápido y porque las inversiones resultan demasiado costosas. ¿Cómo ves esta tendencia?

Es difícil delimitar hasta dónde la tecnología es costosa. Yo, por ejemplo, tengo la impresión de que nuestras aplicaciones, por el contrario, son baratas, y no dudo que mucha gente estará en contra de ese punto de vista. Si les explicara que con una licencia de AutoCAD ellos pueden hacer un edificio, y que cada uno de los departamentos de ese edificio lo van a vender por mucho más de lo que les pueda costar la licencia, entonces los convencería de que realmente no es costosa.
Es costosa si se la quieres vender a la recepcionista de una compañía, pero si estamos hablando de que con esa licencia de AutoCAD un ingeniero o un arquitecto va a poder hacer una obra completa, entonces ahí tenemos que ver realmente si esos cuatro mil dólares constituyen un pago excesivo o no. En mi opinión, no.
Se puede argumentar en contra, diciendo que cuántas veces se hacen los mismos trabajos en alguna obra, un edificio o una construcción con una licencia ilegal, pero la realidad es que ese edificio o esa construcción no se vende como si se hubiera hecho con una licencia ilegal, se vende como que si se hubiera hecho con todo legal. Entonces tendríamos dos tipos de economía, una la legal y otra la que utiliza software ilegal, que probablemente sería más conveniente para todos. Pero la realidad es otra. Yo no creo que esta tecnología sea costosa, si se toma en cuenta todo lo que se puede hacer con la aplicación.

Entrevista con Alfredo Castrejón, de Bentley Systems
El ambiente de colaboración y los beneficios

Trabajar en un ambiente de colaboración "debe reflejarse en la reducción de los costos", dicen algunos especialistas. Las inversiones en TI para crear una infraestructura de colaboración pueden ser altas, pero los beneficios, insisten, deben ser mayúsculos.
De acuerdo con Alfredo Castrejón Nava, director general de Latinoamérica Norte de la firma tecnológica Bentley Systems, especializada en productos de software y tecnología para ingeniería de proyectos y colaboración, "el mercado requiere mecanismos y vehículos efectivos para promover el retorno de las inversiones… es un factor cuantitativo que no hay que perder de vista."
En entrevista exclusiva para Construcción y Tecnología, el representante de Bentley asegura que cada vez "es más frecuente dar con organizaciones que trabajan en un ambiente de colaboración dinámica", en el que interactúan diversos equipos interdisciplinarios, con una variedad de aplicaciones específicas, con características globales, y en un lapso durante el cual ese ambiente se modifica continuamente.
Castrejón describe que la información originada por cada área -diseño, ingeniería, finanzas, jurídico, ambiental, mantenimiento, etc.-, se asimila de manera concurrente, enriqueciendo y potenciando la información: "Un plano electrónico dibujado originalmente por una persona puede transformarse en un documento que contiene historial del diseño, memoria de construcción, bitácora de operación, información de costos, modificaciones requeridas por normatividad ambiental, ligas a otros documentos y bases de datos, respaldo de aspectos legales, etc." La información se transforma en contenido, "y el contenido es una consecuencia del uso y manejo responsable de la misma".
El contenido, de ese modo, puede ser utilizado en repetidas ocasiones, y "cada vez que el contenido sea utilizado -aclara Castrejón-, el costo asociado a su generación se abate, promoviendo así el retorno de la inversión."
Estos conceptos acerca del ambiente de colaboración y la aplicación de la tecnología en la construcción se amplifican en la entrevista:

¿Cuánto apoyan las nuevas tecnologías de la información a las técnicas de construcción, y cómo ha evolucionado Bentley Systems en consonancia con las nuevas demandas de los diseñadores?
Yo creo que tenemos que hacer una distinción muy clara entre cómo apoyan, cómo participan, cómo están presentes. Mi percepción es que la tecnología está presente en todos lados, pero eso no necesariamente es bueno.
Tener presencia, por supuesto, implica que ya hubo un cambio ideológico; que se decidió dar un gran paso. Como dijimos en su momento, dejamos el restirador físico para pasarnos al restirador electrónico. Pero eso no es más que la idea de cambiar. Y lo que es muy peligroso es cambiar sólo porque todo el mundo lo está haciendo.

¿La tecnología puede hacer daño?
Tenemos que entender cuáles son las formas en que podemos aprovechar efectivamente la tecnología. Y es muy importante evitar que nos haga daño. Podemos llevar a grandes grupos de trabajo a ser más ineficientes mucho más rápidamente. Podemos promover, involuntariamente, la generación de un cáncer interno que avance a toda velocidad.
La participación de la tecnología no debe ser nada más reconocer que ya tenemos computadoras, y que ya dibujamos electrónicamente. En realidad, debemos preguntarnos qué estamos haciendo con eso.
Creo que en nuestro mercado particular, el Mercado ECO (por sus siglas en inglés) -Ingeniería, Construcción y Operación- está latente el riesgo de dar una vuelta equivocada. De hecho, hemos empezado a ver síntomas importantes, que sin der aún algo totalmente destructivo, creo que es el momento de poner atención. La presencia de Bentley como tecnología intenta capitalizar sobre la tecnología y no generar problemas tecnológicos.

¿Cuáles son los pros y contras del trabajo en colaboración?
Yo creo que el principal problema con la colaboración, o la principal desventaja, es precisamente el mito de la colaboración. En un sentido coloquial, podemos decir que colaboramos simplemente por el hecho de platicar. Cuando intercambiamos ideas ya estamos colaborando. En el mundo ECO, la colaboración, por las características del mercado, de la disciplina en sí, es un concepto mucho más complejo.
Vemos que participan grupos multidisciplinarios y multigeográficos. De hecho, dejó de ser cierto que la ingeniería la hacen sólo los ingenieros. Más adelante vamos a ver quién es quien hace ingeniería en este mercado, y vamos a descubrir que está muy lejos de que la hagan únicamente los ingenieros.
Yo creo que el principal problema con los conceptos actuales de colaboración es que se habla de una colaboración muy primaria, muy primitiva, que se presenta como se presentaron en su momento los elegantes conceptos y las etiquetas de la calidad total, la reingeniería, el CRM, el ERP.
Alguien sugiere que metamos un sistema ERP y ya con eso creemos que estamos en la avanzada tecnológica. Y en muchas ocasiones encontramos que son efectivamente una organización con un ERP… y con quinientos mil problemas debidos al ERP.
El problema con la colaboración es que la gente ha adoptado un concepto, pero hemos encontrado muchas veces que lo ha entendido mal, y que sigue siendo un mito.
Fundamentalmente se ha traducido en un resultado que interesa a todo mundo: La NO recuperación de la inversión que hago en tecnologías de información. Y eso es un pecado, es seguir hablando de que compramos tecnologías de información con la misma actitud con la que compramos unas simples tazas. A cualquier lugar que vayas y digas cuánto te costaron tus tazas te van a decir: quinientos pesos. Y, ¿en cuánto tiempo vas a recuperar la inversión? Te van a decir: nunca. Es más, tu inversión se va a perder, porque tarde o temprano se van a romper.
Si nosotros adquirimos tecnología y no sabemos en cuánto tiempo vamos a recuperar esa inversión, estamos comprando tazas. Pero el problema es que las tazas cuestan quinientos pesos y la tecnología cuesta cientos de miles de dólares.
Por lo pronto, la esfera gerencial de alto nivel ejecutivo no se va a molestar porque ya no se recupere el dinero de las tazas, pero si va a haber un problema muy serio si no se recuperan las inversiones en las tecnologías de información.
Existe en los inversionistas cierto temor a lanzarse a una aventura de inversión, sobre todo en una industria como la de la construcción, que ha sido tan golpeada por la crisis.

¿Cómo hacen las empresas como Bentley Systems para manejar esta circunstancia financiera por la que atraviesan sus clientes?
La buena noticia, y aquí regreso un poco a la pregunta anterior, es que la colaboración tiene una gran proyección. Y tiene un gran valor si la manejamos de la manera correcta.
La buena noticia, como decía, es que cualquier organización que haya operado razonablemente, desde el momento en que posee información tiene una gran riqueza potencial. Si una organización se quedó atrás y carece de información, es que prácticamente no hizo nada, y puedes decir que está muerta, o que va para abajo. Pero cualquier organización, aunque se encuentre en un serio conflicto financiero y no esté segura de invertir o no, tiene una riqueza implícita, quizá escondida, que se llama información, y nosotros podemos hacer resaltar su valor, de tal manera que se convierta en algo muy útil y que la vuelva financieramente una empresa muy productiva.
¿Cómo? Optimizando resultados, optimizando formas de trabajo; reducción de personal, si es necesario, o reducción en costos de telecomunicaciones, entre otros.

Es decir, ¿deben hacer una especie de autoanálisis para saber si pueden invertir?
Más bien, creo que son dos mensajes: el primero es que estos inversionistas deben tomar la decisión de invertir en tecnología de información, y el segundo, que deben entender que tienen que dar varios pasos. El primero es recuperar su potencial que está enterrado, como una mina, pero que ahí lo tienen.
Lo tienen en formas de planos o en el papel; lo tienen materializado en la experiencia y los conocimientos de la gente; en los departamentos aislados, en los legales, los financieros, los administrativos; en los ingenieros, en los arquitectos, en el área de control de calidad, etcétera.
Todo eso ahí está. Se trata de un rompecabezas: "¡Caray!, me compré un cuadro de Picasso, pero no lo veo". La buena noticia es que cuentan con todas las piezas, y lo que deben hacer es conjugarlas para obtener algo que tenga valor. El Picasso suelto no va a valer nada, pero si lo armamos bien puede ser una cosa con valor.

¿Se trata de armar las piezas del proyecto entre todos?
Precisamente. De armar los mecanismos, los procedimientos que hagan de la colaboración una forma de vida. Si tú pones atención a lo que es la tecnología de información, hablas de implementar tecnología. Y eso es una acción. Colaboración no es una acción, es una forma de operar, y es mucho más importante porque no tiene fin. No es una actividad finita, es una actividad que va hacia adelante todo el tiempo y se retroalimenta consigo misma. Cuando implementas mecanismos de colaboración tienes flujos de información hacia todos lados.
Yo creo que los inversionistas van a encontrar que las operaciones que puedan ser cuestionables desde el punto de vista financiero, ahora pueden ser rescatables. La buena noticia que quiero transmitir es que no van a ser inversiones muy cuantiosas porque de hecho ya se hizo el trabajo. Ya se dieron los pasos iniciales para adoptar el mundo del cómputo en general, el mundo de las comunicaciones, el dibujo electrónico, las bases de datos, y demás. Todas esas piezas aisladas son precisamente las que pueden armar el rompecabezas.

¿Bentley Systems hace una evaluación de los recursos tecnológicos que tiene el cliente y le recomienda lo que se puede rescatar de ellos y/o desechar sus equipos incompatibles? O más bien, ¿Bentley es compatible con todas las plataformas y entonces siempre es posible integrar todo lo que tiene su cliente?
Claro que ofrecemos a nuestros clientes este tipo de asesoría, aunque el problema no es tan grave. Sí vamos a encontrar problemas graves en quien estuvo trabajando en un Main Frame, por ejemplo. Los Main Frames son para otro tipo de cosas. Son para la administración masiva de gente, de recursos, etc. El mercado en el que estamos nosotros, aun cuando lo integran compañías muy grandes, no requiere del mundo de los Main Frames ni de las tecnologías sofisticadas o específicas.
Estamos hablando fundamentalmente del mercado cliente-servidor, del mundo de las computadoras personales, de internet, y de aplicaciones sobre estas plataformas. Nada verdaderamente elaborado. Aquí lo que ha faltado es un modelo, una guía que nos diga cómo debemos construir estas organizaciones.
En general, hemos encontrando, en 98% de los casos, que nuestros clientes tienen un componente muy importante que es rescatable. La inversión inicial se va a ver disminuida, porque ya existen muchas cosas. Lo que tenemos que hacer rápidamente es integrar esto a un proceso adecuado y establecer los procedimientos hacia adelante que impidan que vuelva a pasar algo similar.

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