Las chicas de hoy
Por María de la Luz González

La necesidad del hombre de poseer un hogar digno lo ha llevado a probar novedosas técnicas para la construcción de vivienda. Sin embargo, hasta hace algunos años esta tendencia no ha sido el denominador común de los constructores mexicanos, quienes han preferido los sistemas constructivos tradicionales. Y reducir el área de las viviendas. Hoy día esto ya no es posible. La demanda de mayor cantidad de viviendas a bajo costo hace necesaria la inversión en investigación para considerar nuevas opciones, encontrar soluciones técnicas; hacer lo mismo, pero de manera eficiente y productiva.

El arquitecto Jorge García Bernardini, gerente técnico del Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto (IMCYC), comenta: «La vivienda debe ser un hogar confortable y seguro, acorde con nuestra cultura y con nuestra individualidad.

Los actuales sistemas constructivos utilizados en la vivienda requieren de una reingeniería.

En la actualidad, con los sistemas constructivos tradicionales, se construyen viviendas sin las condiciones mínimas de comodidad y espacio. Además, es difícil cualquier tipo de mantenimiento y reparación posterior, y se cuenta con pocas posibilidades de crecimiento progresivo. Para agravar más la situación, los sistemas constructivos tradicionales encarecen de manera importante el producto final, a causa de desperdicios de materiales, las modificaciones y las reparaciones, que ocurren durante su construcción.

»Actualmente, los constructores buscan aumentar la cantidad de viviendas construidas, reducir el tiempo de ejecución y el costo final de las mismas con el empleo de algunas técnicas constructivas. Una de ellas es la utilización de losas de cimentación.

Éstas consisten en una estructura plana de concreto armado que, junto con un sistema estructural de trabes, contratrabes y muros de carga, soporta una carga equivalente a cinco pisos. El otro sistema muy utilizado es el cajón de cimentación. En materia de muros, se ha logrado normalizar la fabricación de bloques, tabiques y tabicones. Las normas exigen que cualquiera de estos materiales soporten una carga de 60 kg/cm2. Este hecho garantiza que el constructor no pueda utilizar tabiques que se desmoronen.

«Un tabique de buena calidad debe sonar como una campana de acero. La otra técnica muy utilizada es fabricar muros de concreto en el sitio mediante el uso de cimbras metálicas o de madera. Pero esto sigue siendo insuficiente, por lo que es importante destinar recursos para el desarrollo de nuevas tecnologías y sistemas constructivos, así como capacitar al personal que se tenga a disposición. Además, se requiere la educación del consumidor para ofrecerle opciones de solución más eficientes, aunque esto conlleve el renunciar a los métodos constructivos tradicionales».

Ensayo y error

El IMCYC, en forma conjunta con el INFONAVIT, trabaja y ensaya con nuevos materiales. Uno de éstos es el concreto celular, en el que se ha logrado un gran avance. Con este sistema, se puede ahorrar tiempo en el movimiento de los materiales, y también reducir, tanto el desperdicio de éstos, como la cantidad de mano de obra empleada.

El concreto celular será en el futuro una buena alternativa para construir viviendas, porque ofrece resistencia, estabilidad estructural y comodidad. Con el uso de concretos especiales, se busca diseñar una vivienda más confortable para climas extremosos, con temperaturas superiores a 40 ºC y por debajo de 0 ºC. Usar concretos para la vivienda equivale a una industrialización de ésta; construir a bajo costo y a un mayor ritmo de producción, por encima de los sistemas constructivos tradicionales. Sin embargo, se necesita capacitar más al trabajador; en lugar de albañiles, se requieren obreros industriales. Si se logra esto, seguramente el resultado final será muy diferente a lo que conocemos hoy día. Se debe construir una vivienda más digna y no sacrificar calidad en los materiales por razones económicas.

Aún ninguna entidad de gobierno u organismo se dedica de lleno a la investigación de nuevos métodos de construcción para la vivienda popular. Por el momento, se está trabajando en reglamentaciones y normas. Gracias a una ley federal sobre normalización, emitida en 1992, la iniciativa privada tiene la facultad de elaborar normas mexicanas voluntarias (NMX) de productos, procesos, servicios y sistemas que tengan que ver con la calidad de la construcción. El Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y la Edificación (ONNCCE) elabora actualmente una norma específica para la vivienda.

El arquitecto Carlos Ávalos, subgerente de Normatividad de Vivienda del Infonavit, explica la importancia que tiene para todos los organismos de vivienda la evaluación de sus respectivos proyectos arquitectónicos de interés social y lo necesario que es la validación de los materiales, elementos y componentes que se utilizan en su construcción.

En lo que respecta a la evaluación de los proyectos arquitectónicos, se menciona que el proyecto de viviendas de interés social es desde sus orígenes una especialidad, que busca dentro de las limitaciones económicas con que opera, evitar que se construyan áreas superfluas que sólo elevan el costo de la construcción, sin proporcionar un mayor confort a sus habitantes.

Simultáneamente, se vigila la eficiencia y funcionalidad de sus espacios, a fin de que la familia viva en un ambiente cómodo y sano, que asegure que sus ahorros están invertidos en una vivienda digna y decorosa. Por esto, todos los proyectos arquitectónicos, y los sistemas constructivos que se utilizan son evaluadas por un grupo de especialistas que velan por el interés de usuario.

Ávalos recuerda que, en principio, el Infonavit pagaba a los contratistas por el proyecto arquitectónico, lo que dio origen a los llamados “Prototipos Infonavit”, que eran un conjunto de proyectos funcionales que cumplían con las expectativas de los derechohabientes estos proyectos a la fecha son utilizados en algunas delegaciones. Actualmente se les ha dado toda la libertad de proyecto a los desarrolladores, quienes se responsabilizan de los mismos; sin embargo, cuando se manejan las líneas de créditos dos y tres, que son los conjuntos que nos ofertan y los que se construyen en terreno propio, los proyectos son evaluados por el Infonavit.

En lo que respecta a la evaluación de los materiales, elementos y componentes con que se costruyen las viviendas que se ofecen a los derechohabientes, el Instituto, a través de la gerencia de Normatividad de Vivienda, revisa que el precio de los mismos sea competitivo, los descuentos sean los máximos que se les ofrecen a los desarrolladores, y que haya control de la calidad de sus productos y su durabilidad, entre otros factores. Pero lo más importante es que el resultado controla la calidad de los materiales con que se edifican las viviendas que financia el Infonavit y que mediante pruebas de laboratorio, se asegura que dichos insumos cumplen con las Normas Oficiales (NOM) y/o con las Normas Mexicanas (NMX) vigentes.

Todo gracias a la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, que fue emitida en 1992 por la Dirección General de Normas, con la cual la iniciativa privada tiene la facultad de elaborar Normas Mexicanas de tipo voluntario (NMX) para todos los productos, procesos, servicios y sistemas que tengan que ver con su calidad.

En relación con esto, el arquitecto Franco Bucio Mújica, director técnico del ONNCCE, comenta: «Dentro de lo que es la evaluación de conformidad, se encuentran personas morales, como son los organismos nacionales de certificación.

»En el caso de la industria de la construcción, el ONNCCE está actualmente acreditado para certificar diversas normas mexicanas y también algunas normas oficiales mexicanas que tienen que ver con el sector de la construcción. Para ello, se busca el apoyo de laboratorios de pruebas acreditados o preferentemente acreditados ante la ley. Se tiene un convenio con 12 o 15 laboratorios del país para evaluar distintos productos.

»Entre ellos, podríamos citar el laboratorio del IMCYC, el laboratorio del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua; la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica (DGCOH); el Gobierno del Distrito Federal (GDF) y el Centro Nacional de la Calidad del Plástico, entre otros». La certificación de producto involucra la evaluación del cumplimiento de las normas en las plantas de fabricación y los resultados de los laboratorios de pruebas. La empresa interesada en certificar su producto se acerca al ONNCCE.

Este programa consiste en una visita a la planta donde se fabrica el producto, para evaluar tanto la calidad de los materiales y procedimientos usados por el proveedor como el personal que participa en la fabricación. La maquinaria y el equipo usados, los tiempos de entrega, la atención y el servicio al cliente también se evalúan. Muestras de los productos, o el producto mismo, se envían a un laboratorio acreditado para su evaluación, donde personas expertas realizan el análisis y emiten su aprobación final o rechazan el producto. Si ocurre lo primero, el ONNCCE otorga un certificado de cumplimiento con la norma.

«En México, la normalización de productos y materiales no ha sido constante en el sector de la construcción –aclara el arquitecto Bucio–. A raíz de la devaluación de 1994, los recursos han sido limitados.

El ONNCCE ha dado prioridad a la elaboración de normas relacionadas con la estructura de edificacionesque involucran el acero, el cemento, el concreto, los muros de carga. La falta de interés por una constante actualización profesional de constructores y diseñadores ha dejado de lado el conocimiento pleno de los materiales con que se construyen las viviendas, dando por hecho de que son adecuados para la construcción.

»El Infonavit ha abierto el Centro de Investigación y Documentación de la Casa (Cidoc), cuya misión es promover la calidad en la vivienda. El ONNCCE participa activamente con este organismo para identificar juntos los parámetros y sistemas constructivos adecuados para la construcción de la vivienda, y se emitan todo tipo de normas relacionadas con el tema.

El Cidoc también evalúa la adaptabilidad de las técnicas constructivas con el medio ambiente, el clima y el tipo de mano de obra con que se cuenta; para que las normas sean realmente congruentes con nuestro entorno y con nuestra cultura.

»Cabe aclarar que los reglamentos de construcción de nuestro país poseen muchos parámetros y criterios válidos, pero éstos son regionales y municipales.

Las normas mexicanas tienen un carácter más institucional porque son federales; ayudan a identificar aspectos particulares del desempeño de los productos o sistemas constructivos utilizados en la construcción. El ONNCCE ofrece una certificación de carácter voluntario (NMX), y puede emitir una Norma Oficial Mexicana, si es solicitada por alguna dependencia del gobierno».

Un interés por evolucionar y crecer

A pesar de que aún falta camino por recorrer, los constructores prueban técnicas constructivas novedosas, por la constante preocupación de ofrecer un producto de calidad a menor costo. Esto ha generado una constante evolución de las mismas y la mayor utilización de nuevos materiales.

El interés de los constructores y desarrolladores de vivienda por ensayar con nuevos materiales y técnicas nos abre la posibilidad de industrializar la vivienda. Se necesita de ellos, pero también del apoyo del gobierno, que destine recursos para la investigación permanente.

La aceptación o rechazo del consumidor por lo nuevo será fundamental en el futuro. La maquinaria está, solo falta echarla a andar.