PRESENTACION

¡Una reflexión más!

Para cuando estas líneas lleguen a los ojos de nuestros lectores, muchas palabras, mucha tinta, habrán corrido por las redacciones con respecto a lo sucedido el martes 11 de septiembre.

Los hechos que cambiaron el mundo en unas cuantas horas quedarán para la posteridad (si es que ésta llega), y se contarán una y otra vez, enlazándose con anécdotas personales y la política.

En este momento los mexicanos, gente de paz, apoyamos resueltamente a los Estados Unidos, con la convicción de que compartimos no sólo la frontera, una relación estratégica, sino un destino común.

Pero permítanme una reflexión más.

El origen de las ciudades fue la seguridad. Abundan los relatos en los que se cita la urgencia de los viajeros por llegar al refugio de sus murallas. Aún hoy, al entrar en las urbes medievales se percibe un espacio cómodo para el hombre, agradable para caminar, con rincones que sirven de remates visuales, con estrechos callejones que son tibios en invierno y frescos en verano, en los que no es difícil imaginar que se podía conocer a los vecinos.

En nuestros días, el concepto urbanístico es obtener la mejor utilización del espacio y del tiempo. La canción que Frank Sinatra dedicó a Nueva York habla de despertar en una ciudad que nunca duerme, llena de rascacielos que limitan el espacio, lo amurallan, en la que hay lugares donde nunca llega el sol. Nuestras ciudades son frías en invierno y muy calurosas en verano, impersonales, pero sobre todo, poco seguras..

Luis Martínez Argüello
Presidente del IMCYC