Zaha Hadid, una creadora audaz
Por Mauro Barona

 

 

Usuaria frecuente del concreto en sus audaces obras, la arquitecta de origen iraquí Zaha Hadid acaba de ganar el Premio Pritzker 2004, el “Oscar ”de los arquitectos. El jurado definió su estilo como “geometría fragmentada y mo vilidad fluida ”, y recalcó: “ha refinado cautelosa y pacientemente un vocabulario que marca nuevos límites en el arte de la arquitectura ”. Por primera vez se confiere el Pritzker a una mujer. El jurado, presidido por Lord Rothschild, Frank Gehry, Ada Louise Huxtable y Jorge Silvetti, entre otros, destacó los atributos de Zaha Hadid: “Muestra su audacia en cada nuevo proyecto que afronta y su originalidad no tiene fin ”.
El costarricense Carlos Jiménez, otro integrante del jurado, puntualizó que “sus diseños se distinguen por una exuberancia gráfica y formal imposible de igualar ”. En la marea de elogios, coincidieron que presenta sus proyectos como pinturas que “enfatizan planos rotos y coloridos ”.
El galardón incluye una medalla de bronce diseñada por Louis Sullivan, y ha sido dotado con cien mil dólares. Lo recibirá el 31 de mayo en el Museo del Ermitage, en San Petersburgo, Rusia. Cada año, la entrega del premio se realiza en un lugar distinto, generalmente un marco histórico significativo desde el punto de vista de la arquitectura.

SUMA DE TALENTOS
De ese modo, Zaha Hadid, de 53 años, se suma a la lista de los 25 arquitectos de 14 países escogidos como los más ilustres desde 1979. “Aunque su obra no es muy extensa, anticipó Thomas J. Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, ha conseguido una buena respuesta, y su energía y sus ideas muestran un futuro muy prometedor ”. Las previsibles quejas de muchos arquitectos no se hicieron esperar. Algunos mostraron irritación porque, clamaron, “no bastan las pocas obras construidas por la arquitecta iraquí para merecer la distinción ”.

¿LAS POCAS OBRAS?
Zaha Hadid es una arquitecta que no suma muchas obras construidas, pero hoy no tiene un minuto de respiro para terminar todo lo que está llevando a cabo. Ella ganó popularidad de la mano de una camada de brillantes arquitectos deconstructivistas, y como ellos, en vez de sólo uno, ha empleado “todos los 360 grados para enfrentarse a la complejidad del mundo ”. Ha declarado su desamor por el ángulo recto. En su defensa, Frank Gehry, el gurú de esa tendencia arquitectónica, subrayó que Zaha Hadid “es una de las personas más jóvenes que ha recibido el Pritzker, y cuenta con una de las trayectorias profesionales más claras …”
Independiente y cosmopolita, la arquitecta lleva media vida tratando de demostrar que las cosas pueden hacerse de manera diferente. Gracias a su perseverancia “ya hay más arquitectos que trabajan cuestionando las formas ”, y el público finalmente se ha “familiarizado” con sus poderosas imágenes: “Es una paradoja, pero gracias a la gente que ha desarrollado mis ideas, yo he podido construirlas ”, confesó a los medios.
Entre sus trabajos más conocidos descuella el Club “The Peak Leisure ”, o La Punta, localizado en el punto más alto del monte de Hong Kong; también, el edificio de oficinas Berlin-Charlotterburg, el Hotel Abu Dhabi, el Tokio Cultural Center o el Groningen Music Video Pavillon

PERO HAY MÁS. . .
Mucho más. Sin rascarle demasiado a su biografía, a arquitecta es miembro honorario de la Academia Americana de Artes y Letras y desde el 2002 Comandante del Imperio Británico. Ocupa la cátedra Kenzo Tange en Harvard, y la cátedra Sullivan en la Universidad de Illinois, Chicago. Actualmente imparte clases en Viena y en Yale. Además, ha recibido galardones importantes, como el premio Erich Scheelling, la Medalla de Oro de Arquitectura, por un apartamento edificado en Eaton Place, en Londres, y el Mies Van de Rohe el año pasado. Así que tiene todo por delante.

LA VIDA EN OTRA PARTE
Esta princesa iraquí es ahora ciudadana británica. Nació en Bagdad, en 1950 y realizó sus estudios en Irak, Suiza y Líbano. Se recibió en matemáticas puras. En 1971 llegó a Inglaterra y se inscribió en la Asociación Arquitectónica de Londres, graduándose como alumna sobresaliente en 1977. Ha vivido más de 30 años en Inglaterra y, como reconoce, ha tenido que librarse de muchos prejuicios para diseñar con originalidad y soltura: “He librado batallas en muchos frentes; por ser extranjera en Gran Bretaña, por ser mujer, por hacer cosas extrañas. . . Pero, he encontrado mucha gente que me ha apoyado. Y aún quedan batallas porque hay mucho conservadurismo que vencer …” Quienes la conocen la describen como “una mujer elegante, inteligente y temperamental que se ha ganado a pulso su prestigio a costa de hacer muchos proyectos arriesgados que, sólo en la década pasada, han podido materializarse ”.

LA PLATAFORMA A LA FAMA
Una de las obras que le sirvió de emblema fue la plataforma para salto de esquí en Innsbruck. Las autoridades municipales decidieron sustituir una primera plataforma para los Juegos Olímpicos de Invierno en 1976 que no cumplía las normas internacionales de seguridad, y decidieron encargar otra, pero con un carácter más simbólico, con áreas de entrenamiento y con una vistosa cafetería panorámica, tanto para admirar el paisaje como para disfrutar las competencias del lugar. Zaha Hadid asumió el proyecto y aportó una ingeniosa solución a la verticalidad de la torre de concreto y al dinamismo de la rampa de acero que, de paso, se hacía un todo escultural.
Después de dinamitar la primera plataforma y retirar su cimentación levantó una rampa que salva 60 m sin apoyarse en pilares. Sostenida en una estructura temporal para el ensamblaje y pretensado de la base de acero, vertió el concreto, mientras levantaba la rampa hasta su altura final. La estructura ahora ofrece resistencia contra la torsión que podría provocar el viento. Las dos cajas de ascensores y la firmeza del forjado fueron suficientes para sostener la fachada del café, situado a 40 m de altura.

LOS BRILLOS DEL PRESTIGIO
Las proezas de Oscar Niemeyer son una influencia evidente en su obra, y o admite. “No obstante, cuando estaba en la universidad hubo otros arquitectos. . . ”Y explica, si se mezclan “diferentes movimientos artísticos se puede crear una arquitectura muy interesante y original. Las influencias recibidas son como un compuesto del pasado y del presente a la vez …”
Hadid inició su carrera profesional a principios de los años 70, auxiliando a Rem Koolhaas y a Elia Zenghelis en la Office for Metropolitan Architecture (OMA). Años después, cuando se fueron, los siguió a Rotterdam. De regreso, en 1979, fundó su propio taller de arquitectura, conocido como OZH (Office Zaha Hadid), y a comienzos de la siguiente década depuró su inconfundible estilo de “volúmenes delgados, proyectados, puntiagudos, que giran alrededor de centros excéntricos, en conjuntos unificados ”.

LA IMAGINACIÓN SOSTENIDA POR EL ÁNGULO AGUDO
Hace más de 25 años “cuando empezaba, mi trabajo resultaba extrañísimo. Aún no se hablaba de deconstructivismo y nadie había visto algo como lo que yo hago. A la gente le costaba creer que todo aquéllo se pudiera construir. El hecho de que yo fuera mujer, y encima extranjera, hacía mi trabajo más raro. Todo era un problema, y muchas veces todavía lo es ”.
Sin embargo, Zaha Hadid se ha ocupado desde su estudio de arquitectura en Londres de proyectos como la Mind Zone, en el Millennium Dome, en Greenwich, o el LFone Pavilion en Weil am Rhein, en Alemania … Y no ha hecho sólo arquitectura. . En una primera etapa también se interesó por el teatro a través de escenografías y puestas en escena. Más adelante, aceptó participar con el coreógrafo Frederic Flamad en un espectáculo a cargo de la compañía belga de danza contemporánea “Charleroi Dance ”. El resultado fue Metapolis, una obra que se presentó en Berlín, Tokio, Londres y Nueva York, con éxito de taquilla. Además, se le reconoce talento como pintora, y ha diseñado el montaje de expo- siciones, escenografías para ópera, danza y espectáculos como el Pet Shop Boys World Tour de 1999.

LA PASIÓN DECONSTRUCTIVA…
Zaha Hadid confía en la cuerda tensa de su talento y participa en casi todos los concursos de arquitectura internacional que se le pongan enfrente, aunque ha señalado que no debe juzgarse a un arquitecto en función de los concursos ganados.
“Me parece –dijo-que lo más importante es que un arquitecto mejore los estándares ya impuestos y que en el concurso se imponga el mejor proyecto, e diseño de más calidad ”, aunque reconoce que “no siempre ocurre así ”. En su caso, en 1989 ganó el concurso para hacer una mediateca, la Zollhof 3, en Düsseldorf, Alemania, una de las pocas existentes, pero no le fue fácil construirla porque no contaba con inversionistas dispuestos a meter dinero en un edificio de formas tan inusuales (unas hojas que se insertaban en otras formando ángulos cerrados) y porque no confiaban en una arquitecta, en ese entonces, poco conocida. Por eso, la obra estuvo parada por años y se concretó muy tarde en medio de enconadas polémicas. Se inauguró por fin en 1995.

Hace una década, las imágenes llamativas de su proyecto de la Casa de la Ópera de la Bahía de Cardiff fueron ampliamente divulgadas, y el jurado del concurso le otorgó el primer premio, pero a pesar de ello no autorizó su realización. Zaha Hadid se quejó:“No he construido proyectos de concursos que ya había ganado, como el de la Ópera de Cardiff, por racismo y machismo. No formo parte de la hermandad de los arquitectos. Ni salgo a navegar con ellos, ni frecuento sus clubes ”. Pero, hay espléndidos ejemplos de su obra trasladada del plano a la realidad, como una ambientación del restaurante bar Monzón (o Moonsoon), en Sapporo, Japón, un espacio que quedó resuelto en dos niveles:el bar, en la planta baja, que combina acero, vidrio y colores grises, y que parece hielo; y el primer piso, el restaurante, que derrocha plásticos y colores rojos, naranjas y amarillos, y que parece fuego.

El concepto es único y maravilloso. También, despierta entusiasmo la materialización de su Vitra Fire Station, o cuar-tel de bomberos en Alemania. Vitra es una fábrica de muebles y equipo de oficina que buscó reunir a grandes arquitectos para desarrollar los pequeños proyectos de as distintas unidades de su parque industrial. “Frank Gehry levantó el pabellón industrial, Álvaro Siza, el estacionamiento, Grinshau, un taller …y Zaha un pequeño cuartel de bomberos ”.
Esa obra la situó en un primer plano, ya que todos los efectos ópticos de sus dibu- jos se tornaron realidad. El dinamismo de la imagen del conjunto es tal, que todo parece estar alerta, inclusive sus muros de concreto. “Todo el edificio está en tensión ”. El resultado es impactante; una obra maestra.

LA VISTA EN LOS MUSEOS
En etapas siguientes, la arquitecta participó en diferentes concursos, como la ampliación del Museo del Prado, y en 1996, la expansión del Museo V&A. Pero, el proyecto más importante que ha caído en las manos ha sido el Centro Rosenthal de Arte Contemporáneo de Cincinatti (o Contemporany Arts Centre), que debe apreciarse más como una obra escultórica de concreto y aluminio que como un centro de exposiciones. Según un cronista “ese Centro es rico en ángulos, y es también un ejemplo ilustrativo de la condición anecdótica de la arquitectura de autor ”. En 1998, venciendo a cien participantes, Hadid ganó por su ingeniosa disposición de “diagonales cruzadas y alineadas entre sí transformando la horizontalidad inicial de las diagonales en un edificio vertical ”.

Como ella describe, “es una institución pequeña, un centro de arte, lo que se conoce como un Kunsthalle, que está pensado para adaptarse a todo tipo de creaciones contemporáneas ”. El edificio es muy flexible. Puede acoger actividades muy diversas, desde exposiciones temporales o proyecciones de vídeo, y combina armónicamente los espacios de exposición con los de oficinas.
En la planta baja el suelo de concreto va de la calle al interior del edificio y desemboca en unas rampas metálicas por lasque se accede al piso superior donde se encuentran las salas de exposición que quedan suspendidas sobre el vestíbulo.
Fue su primer edificio en Estados Unidos, y su reciente éxito en los medios la propulsó como estrella rutilante de la arquitectura, con lo que eso significa en términos de intensa actividad, contratos internacionales y nuevos proyectos por todo el mundo.

De hecho, su estudio se ha dedicado a resolver proyectos de cinco o seis museos en distintos puntos del globo, como el de Cincinatti, en Roma, en Copenhague, en Wolfsburg, en Oklahoma (el Centro de las Artes Price Toser, en Bartlesville) y en Taiwán. “Cada uno es diferente, pero tienen en común la búsqueda de una cierta experiencia espacial y topográfica ”.
El Centro de las Artes Contemporáneas de Roma es un verdadero reto, porque prácticamente no hay instituciones de este tipo de arte en Italia y tampoco se ha construido mucha arquitectura moderna. El museo ocupa antiguas instalaciones militares. “Tiene un diseño horizontal, por capas, como si fuera una excavación arqueológica ”. Por lo pronto, en 1999 presentó en Madrid proyectos de ampliación del Centro de Arte Reina Sofía y del Museo de las Colecciones Reales, que resultaron ganadores.

El año pasado recibió el Premio Mies Van de Rohe 2003 por el Estacionamiento y Terminal de Tranvías Hoenheim-Nord en Estrasburgo, “por la expresividad de una idea que se integra en lo funcional y en lo humano:un proyecto “notable, ingenioso y fácil ”, como fue calificado.
Y luego de ganar el Pritzker le hicieron preguntas sobre si le gustaría participar en la reconstrucción de Irak:“Sí, me encantaría –dijo-. Pero, ahora todas las infraestructuras básicas, desde escuelas a hospitales, están destruidas y hay que empezar de cero. Podría ser un proyecto apasionante si se hace con una estrategia y un proyecto que siente bien las bases del futuro ”.

“La arquitectura ha recuperado su papel como símbolo de progreso de una ciudad”.
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