Muros que contienen espacios
Por Isaura González Gottdiener

Ataviar el interior de muros, cubiertas y pisos es una actividad en ocasiones intrínseca al diseño total de una obra arquitectónica, y en otras obedece a condiciones casi del todo ajenas, teniendo como única relación el ser un edificio su continente. La arquitectura interior es la conformación de un espacio para un uso específico, un espacio con identidad propia en el cual el diseño integra una diversidad de disciplinas que influyen positivamente en el comportamiento humano.
La disociación entre arquitectura y diseño de interiores se genera con el movimiento de las artes decorativas en las postrimerías del siglo XIX, cuando el interior de los ambientes se considera una entidad separada. Frank Lloyd Wright es el primero en declarar que la realidad de los edificios no son las paredes y el techo, sino el espacio interior. A partir de entonces el diseño de interiores se deriva como una actividad independiente, que actualmente es ya una disciplina de carácter profesional impartida en diversas universidades.

La arquitectura contiene espacios que se visten de texturas, colores, tapices, maderas y se pueblan de muebl es, objetos, luces, cuadros.

En la planeación de espacios interiores intervienen muchos factores como son el acondicionamiento térmico, acœstico, lumínico, de seguridad y accesibilidad, entre otros. El fin último de todos es generar atmósferas confortables que incidan positivamente en la psicología del usuario, ya sea en el hogar, los lugares de trabajo o los de recreación y reunión social. Para ello, la incorporación de la tecnología es cada vez más frecuente dadas las exigencias de la vida moderna, y día con día aparecen nuevos avances que se integran al espacio arquitectónico desde la elaboración del proyecto. La morfología del diseño interior puede ser tan variada como cliente y diseñador lo deseen, y los recubrimientos y el moblaje son los elementos que le dan su particular sello. El diseñador de interiores, además de crear espacios, tiene la responsabilidad de coordinar todas las disciplinas necesarias para la materialización exitosa de su obra.

Arquitectos e interioristas
Existen dos enfoques básicos acerca del proyecto de interiores: uno es el que aborda la obra arquitectónica como una unidad integral en la que interior y exterior son un todo, y otro es el que acondiciona espacios internos en cascarones existentes. Por su formación académica, los arquitectos son quienes realizan un enfoque totalizador al abordar la obra exterior e interior; podemos citar como ejemplo las casas de Antonio Attolini Lack, Luis Barragán, Enrique del Moral e Ignacio Díaz Morales, las que fueron abordadas por sus creadores como un todo y en cuya realización participaron artistas plásticos de la talla de Mathias Gšeritz y Chucho Reyes, quienes les confirieron un sello distintivo vigente hasta hoy. Así mismo, los exponentes del movimiento moderno diseñaron muebles y objetos para sus espacios con la convicción de que la arquitectura es una obra de arte total; estos conceptos fueron introducidos en México por seguidores del estilo internacional como Augusto H. Álvarez, Imanol Ordorika y Enrique de la Mora. De esta práctica integral se han derivado las profesiones de diseñador industrial y diseñador de interiores, actividades independientes que pueden tener o no una estrecha relación con la arquitectura envolvente. Tenemos además a los decoradores, que son los encargados de engalanar las habitaciones de las construcciones sin abordar la morfología de los espacios; por tanto, éstos no crean espacios, a diferencia del diseñador de interior.
Por otra parte, podemos decir que actualmente existen arquitectos y diseñadores de firma y firmas de diseño. Los nombres de Ricardo Legorreta, Javier Sordo Madaleno, Alfonso López Baz, Claudio Gantous, entre otros, nos remiten a espacios creados por personas determinadas apoyadas por un equipo de trabajo, mientras que KMD, HOK o GA + A son empresas sin un rostro específico inmersas en el fenómeno global. Desde luego, los arquitectos de firma también participan activamente en la dinámica internacional, y ambas posturas en ocasiones colaboran conjuntamente en la realización de grandes obras.
En nuestro país hay importantes profesonistas que realizan arquitectura de interiores desde diversas posturas estéticas. Encontramos la integración de elementos culturales étnicos de México y otras regiones en cálidos espacios con atmósferas relajantes donde los claroscuros forman penumbras que invitan a la contemplación. Muchas personas gustan de estos espacios para su casa y lugares de descanso; José de Yturbe, Diego Villaseñor, Humberto Artigas y Margarita Álvarez son algunos destacados exponentes de esta corriente. En otro tenor, el minimalismo y las corrientes de vanguardia también están presentes en los espacios para vivir; Daniel Álvarez, Javier Sánchez, Grupo LBC y Alejandro Medlovic diseñan sobrios espacios de gran elegancia con pocos elementos.
En los espacios laborales, la imagen y el confort son los elementos principales del diseño. Para tener éxito en los negocios, las empresas deben transmitir a sus clientes seguridad y confianza, y para ello el diseño de sus oficinas es esencial. Los empleados, por su parte, al contar con instalaciones eficientes y agradables tienen un mejor desempeño, lo que resulta en beneficios económicos. Hay numerosos estudios de cómo desde el diseño del mobiliario hasta la iluminación inciden directamente en el desarrollo laboral, por lo que los espacios de trabajo son un rico filón para el diseñador de interiores. Existen firmas internacionales dedicadas específicamente al diseño de estos espacios, como son HOK y KMD, y empresas de mobiliario con productos de gran calidad, tanto nacionales como internacionales.
Los espacios comerciales se apoyan en el diseño de interiores para cumplir su principal objetivo: vender. Escaparates, restaurantes y bares, boutiques, centros de entretenimiento, buscan destacar entre sus competidores para llamar la atención de las personas. Arquitech es una de las firmas que se han dedicado a diseñar este tipo de espacios.
En cualquier género de edificio tiene cabida el diseño de interiores. La oferta es amplia y la diversidad de soluciones también. La gran capacidad de arquitectos y diseñadores mexicanos ha recibido importantes premios en los niveles nacional e internacional en materia de diseño de interiores, como es el caso de los hermanos Carlos y Gerard Pascal, Architech, Jaime Varon, AEVUM y LBC, entre otros.
Las especialidades del diseño interior
El diseñador de interiores es un coordinador de especialistas. Existen numerosos aspectos involucrados en este tipo de proyectos como son el mobiliario, la iluminación, la climatización, la tecnología de comunicaciones, etcétera. Estos temas se subordinan al plan proyectual y son actores esenciales para lograr el objetivo de éste.
La iluminación, tanto natural como artificial, es parte esencial de la creación arquitectónica. Tener éxito en la iluminación de un espacio no depende solamente de la cantidad de luz que se utilice, sino de lograr que la luminosidad se ajuste al entorno con un armónico balance de luces y de sombras. Los espacios habitados por el hombre son múltiples y variados y generan condiciones particulares, dependiendo de la función que vayan a alojar. La iluminación puede establecer una comunicación perfecta con la arquitectura si se aplica de forma adecuada. Existe luz directa e indirecta; cálida y fría; azul, roja y neutra. La combinación de estas características luminosas con la creatividad ofrece al diseñador una gama casi ilimitada de posibilidades para lograr los efectos de iluminación deseados. Hay una variedad enorme de luminarias que se utilizan en los interiores, y cada vez aparecen nuevas tecnolog’as que contribuyen a generar ambientes saludables para las personas.
La climatización de los espacios es sumamente importante para la salud de los usuarios. La correcta orientación de los edificios puede marcar la diferencia, pero cuando se hace un proye cto de interiores en un espacio existente que tal vez no tenga óptimas condiciones, hay que dotarlo de éstas. Existe una gran variedad de sistemas de climatización, desde grandes equipos de aire acondicionado hasta unidades individuales de enfriamiento o calefacción que pueden integrarse al diseño armónicamente si se consideran desde el inicio.
La integración de sistemas de voz y datos es un aspecto obligado, sobre todo en los lugares de trabajo. La tecnología de las comunicaciones avanza rápidamente, y en un futuro no muy lejano se eliminarán los cables necesarios para su funcionamiento. Mientras esto ocurre, en la planeación de espacios deben dejarse todas las instalaciones necesarias para su operación, y hay varios sistemas, como los pisos falsos o los zoclos, que permiten la conducción de los cables sin que éstos alteren la armonía espacial. Del mismo modo, el diseño de mobiliario de oficina considera la integración de estas herramientas de trabajo; mamparas y escritorios incluyen en su diseño las canalizaciones ocultas para que sus líneas luzcan la sobriedad de su diseño.
Otro de los aspectos tecnológicos que cada día son más socorridos en la planeación de espacios interiores es la automatización de la tecnología. Por seguridad, confort, ahorro de energía, entre otros aspectos, se crean programas específicos de cada proyecto para controlar el clima, la iluminación, la accesibilidad. Estos sistemas, correctamente aplicados, contribuyen a ahorrar gastos operativos, aunque el costo inicial es alto.
Estos son algunos de los aspectos que el diseñador de interiores debe tomar en cuenta al abordar un proyecto, además de dar especial énfasis al manejo de materiales, que son los que dan la cara final al usuario junto con el mobiliario, los objetos, cuadros y demás elementos decorativos. La arquitectura interior interactœa con seres humanos concretos que viven la vida cotidiana, por tanto, debe contribuir a hacer placentera su existencia.

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