Los prefabricados, una ventaja para el constructor
Por Adriana Reyes.

En el II Seminario Internacional de Estructuras Prefabricadas en Zonas Sísmicas, organizado por la Asociación de Industriales del Presfuerzo y la Prefabricación, AC, Construcción y Tecnología tuvo la oportunidad entrevistar al Dr. Mario Rodríguez, investigador en ingeniería estructural y sísmica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, quien de manera breve expuso los siguientes puntos de vista:

“Es posible observar en México una clara tendencia al uso de la prefabricación si se toman en cuenta sus bondades. Sin embargo, para dar mayor velocidad a este avance tecnológico se necesita un cambio de mentalidad.“Pero, la aceptación es evidente –afirma el entrevistado- y un claro ejemplo de hacia donde se dirige la construcción, respecto a estos sistemas es el caso de los segundos pisos del Periférico; pues si no se hubieran usado prefabricados la obra hubiera durado más del doble de tiempo y los costos hubieran sido mayores”.

Rodríguez indica que las ventajas en economía y durabilidad al construir con elementos prefabricados de concreto son grandes y se ponen en evidencia, por ejemplo, en los inmuebles destinados al comercio, como los supermercados, donde el inversionista quiere levantar la obra en un tiempo mínimo y empezar a vender.

Los sistemas industrializados para la construcción son la respuesta a las necesidades económicas del momento. Prueba de ello, en general, es su cada vez mayor utilización, y en particular, la aplicación de los pisos sismo-resistentes, que como sistemas integrados por elementos de concreto prefabricado aseguran un mejor comportamiento de los inmuebles durante los movimientos telúricos.

En esos casos, la ventaja se da en tiempo pues se requiere la mitad. Un Auchan colado en sitio, como mínimo exigirá un año y medio para que tenga de dos a tres niveles y un área grande para estacionamiento; poner estructuras prefabricadas le puede llevar seis meses”.
El entrevistado habla de estructuras de concreto prefabricadas, pues el acero, su principal competidor, enfrenta la problemática de exigir mucho mantenimiento, además de que las soldaduras de los diferentes elementos pueden presentar problemas por la longevidad de la obra y las características del terreno.
“Se ha descubierto que la soldadura muestra dificultades al soldar un elemento estructural con otro. Incluso, a raíz de los terremotos en Estados Unidos se han hecho investigaciones y ya sugieren nuevas formas de conectar elementos de perfiles de acero para evitar la soldadura.
No obstante, es mejor utilizar elementos de concreto prefabricado pues garantizan un producto con control de calidad y durable”.

EL PISO PREFABRICADO EN SISMOS

Para el investigador, el sistema de pisos es muy importante.
“Si uno pregunta a un constructor el porcentaje de m3 que entra en el sistema de pisos, comparados con los m3 de concreto que entran en los otros elementos (vigas, columnas, etc), casi siempre la mayor parte está en el sistema de pisos, y llama la atención que aún siendo ésta la parte de la estructura con más alto costo, en México estamos atrasados respecto al sistema constructivo de pisos”.
Sobre los países desarrollados se han enfocado mucho al sistema de pisos y los subdesarrollados no, debido a dos problemas: “a la parte constructiva, en la cual considero vamos atrasados, pues no se sabe cómo diseñar un sistema de pisos para tener buen fundamento”.
Rodríguez habla de los casos de Japón, país altamente sísmico, y Nueva Zelanda, ambos líderes en diseños de estructuras de pisos para sismos. “En estas naciones la construcción del sistema de piso es muy distinta a la nuestra; la diferencia radica en que allá el sistema de piso o de la losa de piso se hace en base a la prefabricación, y generalmente lo único que en obra se hace es el firme que son pocos centímetros, en el orden de seis o siete centímetros, como una malla que se pone en sitio.
“En esos países la mano de obra es más cara. Por eso, se emplea la prefabricación. Sin embargo, la construcción, como toda actividad del ser humano, tiene su proceso de cambio o modernización y, en mi opinión, en México no debiéramos trabajar con sistemas de hace 50 o más años”.
En Nueva Zelanda, comenta, los sistemas de piso prefabricados alcanzan más de 90% del total. Sobre la innovación en diseño de estructuras prefabricadas de concreto indica que algunas son recientes y otras están en la práctica desde hace muchos años: “en los dos países referidos la prefabricación
empezó en los años 70; en el europeo la hacen desde hace mucho tiempo por necesidades de la economía pues estaban en una buena situación y se necesitaba construir mucho, en el caso de Japón, dadas sus características geográficas”.
Advierte cómo la situación de México está íntimamente vinculada con la de Estados Unidos. “Lamentablemente, la prefabricación allí se desarrolló mucho más en la costa este, donde no hay terremotos y esa práctica vino a México donde sí los tenemos. Por tanto, una forma de resolver la prefabricación en nuestro país sería de manera semejante a la de Japón o Nueva Zelanda”.
Para el investigador se avizoran nuevos tiempos: “en Estados Unidos los sismos de 1994 propiciaron cambiar o mejorar la ingeniería sismo-resistente; y evidenció la necesidad de estudiara el sistema de pisos, pues algunos edificios no se comportaron bien y mostraron que el sistema de pisos no fue diseñado de modo conveniente, porque los reglamentos no contemplaban esa parte de la estructura.
De ahí que en los últimos años se estudia en Estados Unidos, y también en México este problema, no sólo a nivel de números, sino de laboratorio. La ingeniería por un ahorro mal entendido no lo hace en muchos casos”.
Partiendo de lo anterior, actualmente las innovaciones se dan en dos aspectos: en los reglamentos y en los procedimientos específicos a utilizar por el ingeniero para colocar el refuerzo o tamaño del piso. “En general, la innovación en sistemas sismo-resistentes radica en pretender ahora en el proceso inicial del sistema de estructuras un compromiso real con el daño esperado durante un sismo. Cabe recordar que las estructuras se diseñan previendo un posible daño durante los terremotos. Esa es la filosofía actual, aunque con la confianza de que no se caiga. Esta tendencia ha presionado para que cambien los reglamentos.
“Las innovaciones en los pisos no son costosas –menciona Rodríguez- el problema en México no es de economía, sino de práctica. El cambio de sistema o de construcción requiere de un cambio de mentalidad. De ahí mi insistencia, pues no necesitamos comprar un producto en especifico, sino variar los métodos constructivos de varias décadas. Hay sistemas de pisos prefabricados con una diferencia mínima de costos, incluso pueden ser hasta más baratos”. De acuerdo con el experto, se tiende al uso de prefabricados tomando en cuenta las bondades en durabilidad y economía. Las bases están dadas..

PRECOLADOS DE CONCRETO ARQUITECTÓNICO

Actualmente más que separar a la arquitectura de la ingeniería se está tratando de unirlas. Algunos lo hacen al planear las estructuras, otros en la selección de técnicas y materiales. Así, en este afán, los prefabricados de concreto arquitectónico cobran importancia. En nuestra cultura los trabajos artesanales han tenido gran relevancia y una prueba es que de ellos nace la prefabricación arquitectónica, generalmente en la margen de los ríos de la ciudad o talleres aledaños a los panteones, con la fabricación de monumentos sepulcrales, cubiertas para mesas, fregaderos, lavaderos, balaustradas, etc., fabricados en base de cementos, tanto gris como blanco, con pastas formadas con agregados pétreos como granos de mármol, pedacería de tezontle, padecería de recinto o de alguna otra calcárea que resultara atractiva a la vista, aplicándoles tratamientos con un pulido que en varios procesos levanta un brillo muy perdurable.
De acuerdo con estudios realizados, los prefabricados más antiguos encontrados datan de finales del siglo XIX, con una calidad igual a la actual, pero definitivamente con una producción muy reducida. En el ámbito de los precolados de concreto arquitectónico encontramos una amplia gama de elementos para muros, fachadas de edificios, casas, almacenes y bodegas, así como elementos para equipamiento urbano y pisos.

Desde el punto de vista arquitectónico, los prefabricados de concreto ofrecen una amplia gama de posibilidades, ya que se pueden hacer múltiples composiciones, combinando varios elementos, como cemento gris y blanco en sus tonalidades, así como gravas y arenas de mina o de río, granos de mármol con diferentes tamaños de trituración, placas completas de mármol, granito natural, recinto, tezontle y cantera, elementos que pueden seguir tratamientos como pulido mate, pulido brillado, martelinado (con la intensidad deseada), picoleteado (igual), exponer el agregado, acabado aparente de concreto, estampados por medio del molde, grabados etc.

Aunada a las posibilidades anteriores, existe la geometría de los elementos, parte importante ya que nos proporcionará las sombras o luces necesarias para armonizar el conjunto arquitectónico, principalmente en las fachadas. Son muy amplias las opciones arquitectónicas de la prefabricación,. la cual lleva consigo uniformidad tanto en geometrías como en colores. Además, debido a las nuevas tecnologías y procedimientos se han incorporado nuevos elementos, y a la fecha están disponibles dos tipos de materiales con menos peso, los cuales cumplen con los requerimientos de un concreto normal.
Estos productos son el concreto reforzado con fibra de vidrio, cuyo peso por m2 oscila entre 60 y 70 kg y está formado por concreto de alta resistencia, en base de cemento, con arenas sílicas, reforzado con fibra de vidrio con un bastidor metálico en los calibres y dimensiones que resulten del cálculo estructural de acuerdo con el tamaño de los elementos, su manejo e instalación. El otro producto es el concreto polimérico, elaborado en base de polímeros, con aglutinante de materiales pétreos, reforzado con una colchoneta de fibra de vidrio y montados sobre bastidores metálicos de diferentes calibres y dimensiones, de acuerdo con el cálculo estructural, las maniobras y la instalación, dando un peso por m2 aproximado de 40 kg. Ambos productos pueden ser fabricados en los mismos acabados descritos para el concreto hidráulico y presentan similares características de funcionalidad.

Edmundo Alfaro García

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