De aditivos para concreto
Por Mireya Pérez

En el comienzo de la arquitectura moderna, el acero impulsó a los constructores a buscar nuevos modelos, los cuales pudieron materializarse en sus formas más extremas gracias a otra innovación, una que envolvía al metal: el concreto armado.

Los aditivos para concreto fueron descubiertos a principios de la década de los 30 en el siglo pasado como resultado de la aplicación del principio de la dispersión, que ya se había utilizado en la cerámica, en los pigmentos y otros campos. El uso de la dispersión en el concreto y de los morteros debió esperar antes de encontrar un agente dispersante efectivo para el cemento, que no interfiriera con la reacción entre éste y el agua.

La industria de los aditivos en México constituye un apoyo tecnológico importante para el sector de la construcción pues sus productos proporcionan al concreto las características idóneas para su utilización.

Hoy la construcción formal, cada vez en mayor proporción, reconoce las ventajas en tiempos y en calidad de los aditivos, que pueden complementarse con las membranas de curado, los endurecedores para pisos metálicos o no metálicos, los endurecedores químicos, los estabilizadores de volumen o grouts metálicos o no metálicos, etc., debido al desarrollo de esta tecnología.
Entre los aditivos a recomendar para la aplicación en el concreto hay distintas marcas y calidades, y para conocer de una manera práctica las cualidades de cada uno de estos productos Construcción y Tecnología entrevistó al arquitecto Pedro Díaz Calvo, gerente técnico de Pasa Impermeabilizantes, quien explica: “A los aditivos para concreto, según la norma internacional de la ASTM, se les cataloga como productos ajenos a los componentes de la mezcla, es decir, que no modifican las propiedades normales del concreto”.
Pasa Impermeabilizantes, una joven empresa 100% mexicana, sur
gida en 1985, está catalogada como una las de más alto crecimiento entre las de su perfil. Cuenta con dos plantas, una en Cuautitlán, en el Estado de México, donde se elaboran los productos envasados, entre estos los aditivos para concreto, y otra en Tepeji del Río, en Hidalgo, donde se hacen los impermeabilizantes prefabricados de asfaltos modificados.
Entre las dos plantas se forman tres familias de productos. La primera es la de impermeabilizantes; en la segunda están los aditivos y los productos para concreto y la tercera está integrada por las especialidades químicas para la construcción. En esta última línea se producen selladores y productos epóxicos, así como recubrimientos. Entre todas hay más de 180 productos diferentes.

“Nuestra empresa – menciona Díaz Calvo -cuenta con una línea muy compacta de aditivos para concreto”. Por su parte, los retardantes diseñados para la fabricación y colocación del concreto deben cubrir la función para la que fueron hechos, con la ventaja adicional de ser dispersantes, es decir, que evitan la segregación de los agregados dentro de la masa del concreto. Entre los principales usos de los retardantes es controlar la velocidad del fraguado en climas donde la temperatura es alta, condiciones en las cuales el concreto tiende a fraguar con mayor rapidez, dificultando la colocación del concreto, sobre todo aquéllos de alta resistencia con un bajo contenido de agua. Además, el retardante permite una fácil transportación, ya sea en las ollas o en la misma obra, y evita las juntas frías en un mismo colado. Con esto se logra una pieza completa que trabaja estructuralmente de manera uniforme a pesar de tener varios colados.
Así mismo, los retardantes fluidificantes tienen funciones semejantes a los anteriores, con la diferencia
de que están diseñados, como su nombre lo indica, para dar fluidez a los concretos con bajo contenido de agua. Los acelerantes y los acelerantes libres de cloruro permiten controlar el tiempo de fraguado en climas fríos, donde este proceso del concreto normal se ralentiza.
Este producto permite lograr su resistencia a edades más tempranas y con ello ahorros considerables en la renta de cimbra. “Que un acelerante esté libre de cloruros -enfatiza Díaz Calvo-, garantiza la utilización en
aquellos elementos estructurales donde al acero es muy importante y donde aspectos como la corrosión deben resolverse totalmente, y se emplea tanto en elementos prefabricados, como en los hechos en obra, pero donde el acero adquiere relevancia. El cloruro propicia la corrosión del acero, aún cuando una pequeña dosificación está permitida por las normas internacionales”.
Hay otros fluidizantes y plastificantes normales pensados para dar una mejor trabajabilidad y plasticidad al concreto, los cuales se utilizan en concretos de bajo contenido de agua, en aquellos diseños de mezcla en los que prácticamente el revenimiento es muy bajo y cuesta trabajo mezclar el concreto, así como colocarlo. Estos productos lo hacen
un concreto plástico y fluido y sin bajar la resistencia del concreto se obtienen productos con mucha fluidez.
Añade el entrevistado que un aditivo de características muy especiales es el inclusor de aire en masa del concreto, el cual debe dosificarse para no afectar la resistencia.

Este producto originalmente se empleó para evitar el congelamiento y el deshielo en climas muy severos.
Por otra parte, en Estados Unidos también se le utiliza para dar una mayor resistencia a uno de los enemigos más comunes del concreto: las sales esparcidas en las vialidades durante las nevadas para evitar el congelamiento, y en consecuencia, los accidentes.
“En México- menciona Díaz Calvo- donde el clima es más benigno, los inclusores se utilizan para darle más fluidez al concreto en el proceso de colocación, pues las microburbujas que se forman en el concreto funcionan como un lubricante interno y permite situar el concreto en moldes difíciles, aparentes o aplicarlo en proyectos en donde queda expuesto. Así, gracias a este aditivo se consigue un concreto muy terso, de muy buena calidad”.

RECOMENDACIONES DE USO

En Pasa Impermeabilizantes todos los aditivos mencionados se presentan en forma líquida. Sin embargo, también los hay en polvo y sirven para cerrar los poros del concreto. “Con estos aditivos -refiere Díaz Calvo- se alcanza una reacción química interna en el proceso de mezclado, que cierra la capilaridad del concreto, cualidad que los hace idóneos y muy utilizados para los contenedores de líquidos”.
Sin embargo, para lograr una óptima utilización y una mezcla uniforme es necesario seguir las instrucciones del fabricante y algunas mínimas recomendaciones, como las siguientes:

• Mezclar los aditivos líquidos en el agua que se va a utilizar.
• Respecto a la proporción, para no desbalancear la mezcla, el aditivo líquido se debe sustituir en el agua por la misma cantidad de aditivo. Por ejemplo, si se utilizan 30 litros de agua por cada bulto de cemento, deben agregarse 29 litros de agua, más el litro de aditivo.
• Mezclar el aditivo en polvo con el cemento antes de agregar el agua.
• Para conservar el balance de la mezcla, en caso que el producto tenga una presentación en polvo, a un saco de cemento de 50 kg se le quitan dos kg y se sustituyen por el aditivo integral.
• Se debe evaluar su procedencia.
• Estar acorde con las normas nacionales e internacionales.
• Por supuesto, deben estar hechos por fabricantes reconocidos.
El Arq. Díaz Calvo hace énfasis en esta última recomendación, pues si bien hasta donde se conoce los aditivos líquidos no son químicamente difíciles de elaborar, y sus componentes pueden combinarse de manera casi doméstica, conviene evitar esta práctica dado el riesgo para el constructor de no cumplir con la calidad necesaria, algo a tener muy en cuenta pues el concreto es un elemento fundamental de la estructura. “La alta calidad de todos los elementos es muy importante y me refiero a la arena, al agua y al cemento mismo... Cada elemento cuenta para hacer una buena reacción química”.

SERVICIO, LA PALABRA MÁGICA

“El consumidor, quien dispone de una amplia gama de opciones y marcas, en ocasiones no repara mucho en el nombre del producto, sino que busca calidad a un precio adecuado. La empresa que represento -afirma el entrevistado- tiene por norma dar un servicio personalizado a través de una amplia red de distribuidores localizada en todas las ciudades importantes de la república, con personal capacitado y un amplio stock para asegurar un buen abastecimiento. Incluso, si no hay suficiente volumen de un producto nos comprometemos a suministrarlo en un plazo no mayor de cinco días. Hay un teléfono de servicio a clientes, además de dar asesoría y capacitación en los puntos de venta, y a todos lo que lo necesitan”.

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