Concreto para cimbra deslizante
Por Adam Neville

Este método consiste en colocar el concreto en cimbras móviles para colar elementos verticales de gran altura, como son torres, chimeneas, pilares de puentes, muros de cortante, silos, plataformas petroleras, tanques de agua, revestimientos de lumbreras y recipientes contenedores de reactores nucleares. deslizante.

La operación de la cimbra deslizante generalmente la realizan contratistas especializados que tienen el conocimiento, la habilidad y la experiencia necesarios. Sin embargo, todos aquellos que estén in-teresados en aprender su manejo y operación se pueden documentar en los manuales de los contratistas o de publicaciones que traten de cimbras en general, como la Publicación Especial No. 4 del ACI, la Guía para Cimbras del ACI o la guía que edita la Sociedad Británica de Concreto.

Las ventajas principales de la cimbra
desli-zante son la alta velocidad de construcción,
la ausencia de juntas (que afean la
aparien-cia y contribuyen a la fuga de líquidos o
gases) y una buena adaptabilidad para
construir en climas poco favorables.

En contraste, al parecer no es tan sencillo tener acceso a las fuentes de información que nos instruyan sobre la tecnología del concreto que debe utilizarse en este tipo de cimbrado.
No obstante, tanto los diseñadores necesitan saber de las limitaciones que se impone a la mezcla de concreto cuando se utiliza una cimbra deslizante, como los pro-veedores de concreto deben ser peritos en el tipo de mezcla que puede requerirse.
Un problema que se presenta con cierta frecuencia es el de precisar la especificación de un concreto que puede o no colocarse en una cimbra deslizante. Esta dificultad comienza cuando el método de construcción se especifica en una parte del proyecto, y en otros lugares se detallan, de manera fragmentada, las propiedades del concreto como son el establecer los términos de los ingredientes que deberán usarse en su composición, los límites en las proporciones de la mezcla, posiblemente la trabajabilidad y la durabilidad (ya que es influida por la relación agua-cemento y los materiales cementantes específicos), así como las propiedades térmicas en términos de una temperatura máxima o gradiente térmico.

Si las últimas partes de la especificación se escriben sin dar la debida atención a la compatibilidad que se necesita para asegurar una operación uniforme de la cimbra deslizante, entonces pueden surgir problemas –que pueden evitarse si el especificador entiende la estrecha relación que hay entre la tecnología del concreto y la cimbra deslizante–. El propósito de este artículo es resaltar tal relevancia.

Rigidización del concreto
Estrictamente hablando, el trabajo que se hace con la cimbra deslizante no es una operación continua, ya
que el movimiento ascendente de los módulos se da en pasos de 25 o 50 mm a una velocidad total del movimiento variable, que oscila generalmente entre los 0.15 y 0.4 m por hora.

Los factores importantes que impactan la velocidad son la necesidad de colocar el refuerzo (que puede ser más o menos complejo y abundante) y la necesidad de moldear los marcos de las puertas o pasillos.
Es de suponerse que las variaciones en la velocidad de subida imponen demandas en la tasa de rigidización del concreto.
Por ejemplo, en un molde de cimbra de 1.2 m de profundidad, el concreto se cuela en capas de aproximadamente 20 cm, y es cuando la capa ha sido completada en toda la superficie, que se procede al colado de la siguiente etapa. Sin embargo, es esencial que la primera capa permanezca en estado plástico el tiempo suficiente para que no haya una “junta fría” o un plano de debilidad entre las capas.

Por otra parte, el concreto que está en el nivel más bajo de la cimbra debe estar lo suficientemente rígido y haber logrado una resistencia adecuada para que cuando la cimbra sea removida con un movimiento ascendente, el concreto no se pandee.
En términos simples, el concreto debe permanecer plástico “el tiempo suficiente”, pero también debe estar rígido y duro “con la prontitud suficiente”.
La rigidización del concreto, en este caso, no se puede medir por ningún método estandarizado.como lo es la aguja Proctor, debido a que además de que casi siempre se trabaja en espacios con-gestionados de mucha actividad, también se requiere la remoción de los agregados gruesos. Por eso, también es preferible utilizar el término “tiempo de rigidización” en vez de “tiempo de fraguado”.

El tiempo de rigidización se determina de una manera práctica: se empuja una varilla de 16 mm (3/4 de pulg.) de diámetro verticalmente en el concreto, hasta que, por la resistencia del concreto, su movimiento se detenga. Esto debe ocurrir a una profundidad de aproximadamente 0.6 m, es decir, a la mitad de la profundidad de la cimbra. Como es de suponer, el “resultado de la prueba” se ve afectado de manera importante por el operador, por lo que no debe sorprender que tal requisito para el tiempo de rigidización no pueda traducirse fácilmente en una cláusula de especificación.

Así pues, la cimbra deslizante es un arte, y no únicamente una técnica. Puesto que la rigidización requerida se obtiene, aproximadamente, a la mitad de la profundi- dad de la cimbra, el intervalo de tiempo entre la colocación del concreto y la rigidización en una cimbra de 1.2 m de profundidad es como sigue: cuando la velocidad de subida es de 0.15 m/h, el intervalo es 0.6/0.15 = 4 h; cuando la velocidad de subida es de 0.4 m/h, el intervalo es de 0.6/0.4= 1.5 h.

Claramente, mientras más rápida es la velocidad de ascenso de la cimbra deslizante, más corto es el tiempo de rigidización.
Para propósitos prácticos, el tiempo de rigidización se calcula sumando el lapso que transcurre desde que el concreto es descargado en la mezcladora, el tiempo de ascenso, el tiempo que transcurre en, su colado y el necesario para su colocación y compactación. Así pues, mucho depende de las circunstancias reales, pero un promedio del tiempo probable de maniobra son dos horas, y el de rigidización re-querido estaría entre 3.5 y 6 horas. El concreto desmoldado de la cimbra tendría entre cinco y 10 horas de edad.
A partir de los valores presentados, es claro que el concreto necesita retener una alta trabajabilidad por largo tiempo; de aquí que es necesa-rio agregar un superfluidificador, especialmente cuando se tienen bajas
velocidades en la subida.
Naturalmente, es deseable trabajar con la cimbra deslizante tan rápidamente como sea posible, pero tal como se mencionó antes, es inevitable una desaceleración ocasional a fin de colocar el refuerzo o las aberturas para puertas o ventanas, por lo tanto, si la densidad del refuerzo se reduce con la altura, es posible aumentar la velocidad.

Por otra parte, no se debe descartar que se puedan presentar problemas ocasionales con el equipo, o si la sección transversal del elemento que se está colando cambia, se deben hacer los ajustes necesarios a la cimbra, y esto también toma tiempo.
Establecer una buena planeación y comunicación en-tre el equipo que maneja la cimbra y el dosificador, puede resolver situaciones extremas como, por ejemplo, el diferir la entrega del concreto, sin descuidar la habilidad para variar el tiempo de rigidización, que es esencial.

También hay que recordar que el tiempo de rigidización de una mezcla se afecta con los cambios en la temperatura y que el trabajo con cimbra deslizante es una operación continua de 24 horas durante las que se presentarán cambios de temperaturas aun cuando no haya cambios en el clima.
Por todo lo anterior, y debido a los muchos factores involucrados, no se puede asegurar con exactitud un tiempo de rigidización adecuado, éste sólo se puede establecer teóricamente con un estudio de escritorio que deberá comprobarse con pruebas de campo.

Trabajabilidad y composición de la mezcla
El concreto adecuado para trabajar con una cimbra deslizante requiere por lo general un revenimiento de aproximadamente 15 a 20 cm, aunque éste depende en mucho de la densidad del refuerzo, como también sucede en el caso del concreto moldeado con cimbras comunes.
Sin embargo, vale la pena hacer notar que en algunas plataformas petroleras hechas con cimbra deslizante, la densidad del refuerzo ha excedido 1,000 kg/m 3 de concreto.
Para que el concreto fresco sea adecuado para la cimbra deslizante, debe poseer, además de trabajabilidad o “movilidad”, una cohesión adecuada y una baja resistencia de fricción al movimiento de la cimbra; de otro modo, a pesar del desplome hacia afuera en la parte inferior de la cimbra, el resultado puede ser una cimbra rayada.

Los métodos para asegurar bue-na cohesión están bien establecidos. La trabajabilidad y la movilidad del concreto se ven afectados por los materiales cementantes específicos de la mezcla, especialmente cuando se usa escoria de altos hornos granulada y molida y humo de sílice. La especificación puede, por ejemplo, prescribir, permitir o prohibir el empleo de estos materiales con base en una durabilidad mejorada. Para tomar una decisión apropiada, deben tenerse siempre presentes las necesidades de operación de la cimbra deslizante.

La disyuntiva anterior ilustra la importante necesidad de hacer la selección de una mezcla de modo tal que asegure una retención apropiada de la trabajabilidad, y que el periodo de retención pueda ser modificado variando la dosificación del superfluidificador, la posibilidad de una redosificación a una etapa posterior después del mezclado inicial, o por el uso de un retardador. Todo esto debe reflejarse en la parte de la especificación que trata de los ingredientes de la mezcla y los aditivos permitidos.

La necesidad de un alto revenimiento significa que la mezcla debe tener un alto contenido de agua, a menos que se use un superfluidificador adecuado, y posiblemente también un aditivo reductor de agua. Un alto contenido de agua puede tener implicaciones para el contenido total del material cementante, cuando se necesita una baja relación agua-cemento por condiciones de resistencia o durabilidad.

Por otro lado, un alto conteni-do de material cementante puede tener efectos adversos sobre la temperatura máxima en el interior del elemento de concreto y en los gradientes de temperatura en el
concreto.
Así pues, puede llegar a existir una incompatibilidad potencial entre las proporciones de mezcla para satisfacer los requisitos térmicos y la que satisfaga los requisitos del concreto fresco adecuado para la cimbra deslizante. Tal incompatibilidad puede evitarse si se toma el tiempo necesario para considerar de antemano las características de la mezcla. Cuando algunos requerimientos de la especificación se escriben sin dar la atención debida a las condiciones de uso de la cimbra deslizante, pueden surgir dificultades.

Los problemas térmicos en el concreto pueden aliviarse reduciendo la temperatura del concreto fresco, para lo cual se dispone de técnicas estándar. En el caso de las cimbras deslizantes, tal disminución de la temperatura tiene la ventaja adicional de mejorar la trabajabilidad y, de este modo, retrasar la pérdida de revenimiento.

Requisitos del agregado
Para la mayor parte de la construcción con concreto, la especificación no impone condiciones particularmente onerosas con respecto al agregado: después de todo, no sería económico especificar agregados que no pudieran obtenerse fácilmente en la localidad. Para el concreto que ha de ser colado con cimbras deslizantes, hay que tener presente que la buena trabajabilidad es de particular importancia.
Consecuentemente, el agregado debe tener mejor granulometría que el mínimo establecido en ASTM C33. Además, la proporción de las partículas planas o alargadas incluidas en el agregado grueso debe limitarse severamente.
Una proporción bastante alta de partículas que pasan el tamiz de 5 mm (No. 4 ASTM), digamos 45%, contribuye a la cohesión de la mezcla, reduce la fricción en la superficie de la cimbra y conduce a un acabado satisfactorio.

De ser posible, el agregado fino no debe consistir enteramente en material triturado: el agregado fino redondeado ayuda a la retención del agua por el concreto y reduce el sangrado. Del agregado fino, casi 50% debe ser menor que un tamiz de 0.6 mm (No. 30 ASTM). Sin embargo, el valor óptimo se vería afectado por el contenido de material
cementante en la mezcla. Generalmente, es deseable tener un contenido más bajo de partículas más pequeñas que un tamiz de 0.15 mm (No. 100 ASTM) que el permitido en los estándares nacionales. Puede ser deseable determinar la composición de agregados finos usando fracciones separadas.
Los cambios menores en la proporción de las partículas más pequeñas del agregado tienen un efecto muy grande en el com-portamiento de la mezcla.

Curado
El curado húmedo de las superficies hechascon las cimbras deslizantes no es fácil, pero es muy deseable en climas cálidos, especialmente cuando están acompañados de vientos, o cuando las consideraciones estéticas incluyen el uso de una membrana de curado. Un contratista de cimbra deslizante recomienda un circuito de aspersión de neblina suspendido desde el marco del andamio que cuelga por debajo de la cimbra real, así como también hojas plásticas de protección.

Tal sistema requiere una provisión continua de agua, y por lo tanto de bombas, y esto puede parecer que complica el proceso de construcción. Pero en cambio, la cimbra deslizante tiene muchas exigencias, incluyendo la provisión de sanitarios portátiles en la plataforma.

Conclusiones
Espero que este artículo no haya dado la impresión de que seleccionar
una mezcla que sea aceptable para el trabajo de cimbra deslizante es algo muy difícil. En realidad, una mezcla que pueda ser fácilmente bombeada sólo necesita modificarse en algo para hacerla apropiada para la cimbra deslizante.
El motivo principal de esta información no consiste en destacar los problemas en los trabajos de cimbra deslizante en lo que concierne a la selección de una mezcla. En vez de eso, he tratado de demostrar que cuando ha de usarse una cimbra deslizante como método de construcción, la especificación para el concreto debe tomar en cuenta las propiedades requeridas de éste.
No existe ninguna dificultad inherente en esto, todo lo que se necesita es conocimiento y un trabajo de previsión. La cimbra deslizante es un método excelente de construcción. Es también “bueno” para el concreto, en cuanto a que el concreto apropiado para la cimbra deslizante es un “buen” concreto respecto a la composición de la mezcla, aunado a una baja variabilidad en las proporciones de ésta.

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