Curiosidades
etimológicas

Gabriela Celis Navarro

Navegar por el mundo de las etimologías resulta bastante complejo; sin embargo, baste compartir algunos conceptos. Como sabemos en México se usa comúnmente la palabra “concreto”, mientras que en otros países, como España, este producto de carácter universal es conocido como “hormigón”.
En este sentido, conviene acotar que el vocablo “hormigón”, según señalan algunos diccionarios, procede de la palabra latina formic, que hace alusión a la cualidad moldeable o de dar "forma" que tiene este material constructivo.


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Por su parte, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, el término “hormigón” tiene su procedencia etimológica del vocablo hormigo , que, en sus orígenes, alude a las gachas (pedazos o masa blanda) de harina. Por su parte, el término “concreto” —que también proviene del latín concretus, significa "crecer unidos" o "unir", amén de hacer referencia a lo denso y compacto.

En este sentido, el uso que nosotros los mexicanos le damos a la palabra “concreto”, nos llega por vía anglosajona, ya que proviene del anglicismo concrete. Esta definición queda también sustentada por el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, que señala que el término procede de un anglicismo. Ahora bien, en el caso del término “concreto”, pero en el idioma francés, éste es denominado béton, muy parecido al vocablo alemán beton. Ambas palabras derivan del latín bitumen/bituminis, que hacía referencia al lodo que se va espesando. Sin embargo, si se consulta el Diccionario VOX latino-español, se señala que bitumen refiere a “betún, asfalto, alquitrán, brea”. En cuanto al término “cemento”, éste proviene del latín caementun, que es una contracción
de caedimentum, del vocablo caede, que significa “cortar”. El citado Diccionario Vox, mencionaba que caementum es una “piedra para edificar”. En este sentido, el famoso ingeniero romano Vitruvio define al cemento como una piedra tosca, difícil de cortar, por su dureza, mientras que Cicerón da su propia definición considerándolo como una piedra tosca sin labrar (muy parecido a lo dicho por Vitruvio). Por su parte, el ya mencionado Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, señala que el vocablo “cemento”, proviene del latín cementun, usado de manera vulgar por “argamasa”.
Otro vocablo usado en la industria, el “clinker”, hace referencia al producto intermedio en la fabricación del cemento; es decir, la materia prima con la que se obtiene este producto. Éste, al deslizarse por los hornos rotatorios hace un ruido que se escucha como, “clink-clink”: de ahí nace la palabra “clinker”, de una onomatopeya. Es importante señalar que este término no aparece en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Finalmente, la palabra "mortero", viene del latín mortarium que significa “sartén para mortero”, es decir, el lugar dónde se preparaba por percusión el antiguo mortero romano.