Prefabricados
de concreto: el futuro apenas empieza


Gregorio B. Mendoza

El próximo junio el
especialista en prefabricados
de concreto,
Arnold Van Acker,
dará en el IMCYC un curso
sobre “El diseño de
edificios prefabricados”,
el cual ha sido
dado en países como
Italia y Brasil.

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  Arnold Van Acker

Arnold Van Acker trabajó durante 45 años en la industria de la prefabricación de concreto. Retirado desde 2001, comparte su experiencia dentro de las áreas de investigación, desarrollo y tecnología de productos de concreto pretensado y precolado en diversas universidades de arquitectura e ingeniería alrededor del mundo. En ellas imparte cátedra a nivel de maestría sobre nuevos usos y avances de elementos prefabricados de concreto. Actualmente, es miembro de la junta directiva de la escuela Técnica Superior de Arquitectura en Bruselas; del Comité Europeo de estandarización; de la Belgian Precast Concrete Federation (FEBE) y de la International Concrete Federation (FIB), habiendo presidido ésta última de 1986 al 2002. Sus aportaciones enfocadas al desarrollo innovador de pretensados y precolados lo ha hecho merecedor de diversos reconocimientos por parte de la FIB y el European Committee for Standardisation (CEN). Recientemente ha iniciado un programa de cursos sobre el diseño de estructuras prefabricadas que lo ha llevado como ponente a países como Bélgica, Italia, Brasil y Ciudad del Cabo. En Junio, como se mencionó, el IMCYC recibirá a este destacado pro esional.

Durante los últimos cinco años se ha generado una transformación radical en el uso y tecnología de elementos prefabricados de concreto, principalmente por la exigencia vertical de las edificaciones contemporáneas.
Europa se ha convertido en un campo de experimentación en el cual con frecuencia se llevan al límite los fundamentos antiguos para dar solución a nuevos retos constructivos. Seguridad, eficiencia estructural, sustentabilidad, ventajas y limitantes son parte de los temas que se trataron en una interesante conversación con el catedrático belga Arnold Van Acker, una de las voces más destacadas a nivel internacional sobre el tema.

¿Cuáles son los factores más comunes que han determinado
los avances en el uso de prefabricados de concreto en Europa?

“Hay dos en específico: El primero, la aspiración de obtener hitos de mayor altura (afán constante del hombre); el segundo, la expansión de las cualidades y ventajas estructurales en su uso. Analizando el caso de países europeos como Bélgica y Holanda nos damos cuenta que este fenómeno fue contundente en ellos, ya que logró incrementar la construcción de torres prefabricadas de concreto, algo que hasta la década de los noventa no sucedía puesto que estos prefabricados no eran utilizados en el sector constructivo europeo. Sin embargo, en la década siguiente los diseños se transformaron y requirieron elementos más ligeros, más estilizados y con un mejor funcionamiento a nivel estructural.

Es este momento el punto de ruptura y avance hacia la diversidad e innovación de los elementos prefabricados de concreto. Proyectistas y calculistas se dieron cuenta que estos elementos ofrecían un margen considerable en beneficio de la eficiencia estructural, al generar elementos como vigas y trabes más estilizados; que se podía prolongar la calidad de la construcción y finalmente que se obtenía otro parámetro dentro de las cualidades espaciales de edificios industriales, comerciales, de oficinas o deportivos al salvar claros más largos.
Actualmente en Bélgica, la construcción de edificios prefabricados de gran altura ha llegado a superar los 37 pisos y 137 metros de altura. Quizá si lo comparamos con otras ciudades del mundo es un número pequeño, pero si detallamos sobre las condiciones geotécnicas y fuerzas horizontales nos daremos cuenta que son bastante reveladores. Lo que pasó ahí fue que finalmente se implementó un sistema mixto resuelto a través de un núcleo principal de concreto colado en sitio –que alberga los servicios y circulación vertical– y una estructura periférica de prefabricados en vigas o losas y precolados en fachada que, finalmente albergan la mayor parte del programa arquitectónico. Por su parte Holanda, ha realizado la torre más alta con este sistema, es un edificio de apartamentos de 142 metros de altura y 42 pisos donde los primeros cinco niveles son construidos en sitio y los siguientes 37 son completamente prefabricados. El proyecto se ha construido el año pasado en la ciudad de Rotterdam y marca un precedente importante en nuestra industria por lo que implica a nivel de estandarización y calidad de sus elementos estructurales”.

¿Cuáles son los avances más significativos en investigación sobre estos elementos?
“Hemos logrado varios y en áreas muy diversas. A nivel de rendimiento estructural hemos obtenido en pruebas de laboratorio cilindros de concreto precolado de alta resistencia con cargas superiores a las 100 ton/m2, esto es ahora un valor común en este tipo de elementos, la mayoría de las fábricas dedicadas a la prefabricación lo utilizan a diario.
El principal beneficio en este punto es que damos una respuesta contundente a la demanda del mercado a nivel formal. Hoy en día es muy común que los edificios de oficinas sean de gran altura e integren el uso de columnas circulares con secciones transversales de no más de 60 cms. de diámetro impuestas por el arquitecto. Pero no sólo eso, los diseños actuales de arquitectura han generado formas no ortogonales: elípticas, redondeadas, con bordes afilados, etc. Esto es una clara tendencia del mercado que nos ha hecho mejorar, hoy puedo afirmar que la industria de prefabricados está lista para responder con flexibilidad y eficiencia técnica en su producción a cualquier reto constructivo en edificación.
En el contexto del medio ambiente, la industria de prefabricados de concreto está marcando una pauta importante en la reducción de factores o agentes contaminantes: hasta un 45% en el uso de materiales tradicionales, hasta un 30% en el uso de energía eléctrica, un 40% menos residuos de demolición, entre otros factores.
Varias plantas de reciclaje para concreto se han ido realizando en los últimos años y sabemos que las futuras plantas de prefabricación funcionarán como un sistema cerrado, en el que todo se procesará, reciclará e industrializará en nuevos elementos para la construcción”.

Usted ha expresado una teoría sobre cómo hacer atractiva y funcional la vida de los edificios a través de los prefabricados…
“Sí. El problema es que los edificios son concebidos sin pensar en el futuro, en su evolución. De esta forma planteo que es posible una renovación sin hacer gastos de demolición estructural o renovación de acabados. Ambas soluciones graves al implicar contaminación auditiva, de sólidos, problemas de tráfico, entre otros inconvenientes que en ciudades europeas resultan seriamente preocupantes. Para mí la solución a este problema se encuentra en generar un nuevo diseño en edificios. El concepto básico se enfoca en hacer una clara división por uso y función entre cada uno de los elementos estructurales a utilizar y los acabados a nivel arquitectónico.
Hoy en día, las estructuras prefabricadas de concreto –al menos en Europa– ya están concebidas de acuerdo con este concepto”.

¿Se le ha ganado terreno al acero estructural?
“Debo decir que sí. Y sobre todo en cuestión de seguridad ¿Por qué? En primer término porque la materia prima con que elaboramos los precolados o pretensados tienen en promedio de una a dos horas de resistencia al fuego, esto sin necesidad de alguna protección necesaria. Dos, por la velocidad de construcción que puede representar hasta una reducción de hasta el 7% en la inversión y finalmente, porque podemos duplicar la velocidad de instalación de nuestros elementos en comparación con el acero. Tenemos mejor aislamiento acústico y se presenta menor deformación estructural en elementos horizontales (losas), esto nos ha ubicado en un punto de crecimiento franco”.

¿Cuáles son las limitantes con las que se están enfrentando?
“La prefabricación es un proceso industrial con un gran potencial para el futuro. Sin embargo, a menudo es posible ver que los arquitectos, ingenieros y contratistas dudan en utilizar la técnica debido a la falta de conocimiento sobre la mecánica estructural, preparación, y diseño de estos elementos en sus proyectos. El tema rara vez se enseña en las universidades y, en general, sólo se accede a él en especializaciones o posgrados a nivel profesional. De este modo, los constructores se ven privados de las ventajas técnicas y económicas de estos avances en la moderna tecnología de la construcción.
Lo anterior podemos definirlo como limitantes externas. A nivel interno o específico, sabemos que nuestros materiales tienen limitantes en función de varios factores como: el tamaño de las plantas, la sección transversal admisible de las columnas principales, el tipo de fachada, la capacidad de carga de las grúas torre, mano de obra calificada y otras. Personalmente, creo que dentro de las soluciones actuales, la limitación a nivel constructivo se encuentra alrededor de los 50 pisos de altura, donde se vuelve complicado utilizar estos elementos”.

¿Cómo actúan los organismos europeos para superar estas limitantes?
“Actualmente existen diversas comisiones o grupos que atienden la industria de la prefabricación, la FIB –Commission on Prefabrication– se ha encargado de generar un grupo de “Tareas Especiales”, del cual soy miembro, y hemos publicado una guía de buenas prácticas sobre el diseño, uso y disminución de accidentes con estructuras de concreto prefabricado. Soy el coordinador y he escrito un primer borrador que está siendo examinado por todos los miembros. La publicación final del documento se espera esté lista a finales de 2008”.

¿Podemos saber parte del contenido?
“Uno de los puntos importantes en obra es el diseño de conexiones en estructuras de gran altura. Las conexiones son parte esencial del proceso constructivo, su función consiste en fusionar los elementos individuales y convertirlos en una estructura coherente y sólida capaz de soportar todas las fuerzas que actúan de forma directa e indirecta.
Las conexiones en edificios de gran altura son, en principio, iguales a otros proyectos de construcción. La importancia es solucionar de forma efectiva los puntos de unión entre las columnas y muros, mientras que en elementos horizontales se requiere una supervisión estricta en columnas, vigas y núcleos centrales de circulación. Aquí abordaremos la importancia de las piezas de amarre y de la soldadura, sus pruebas y niveles de calidad en su ejecución, entre otras cosas”.


Hemos hablado de los grandes edificios ¿en el caso de la vivienda cuál es la importancia de los prefabricados?
“En la construcción de vivienda tenemos la ventaja de ser más económicos, duraderos y versátiles. Nuestra industria está haciendo esfuerzos para mantenerse dentro de las exigencias de la sociedad moderna: economía, eficiencia, rendimiento técnico, seguridad, funcionamiento y las circunstancias especificas del medio ambiente. Una opción es sin duda, estandarizar el negocio de la construcción usando plantas modernas permanentes con procesos eficientes de fabricación, mano de obra calificada, renovación e incremento de los estándares de calidad, y buscar a través de la investigación nuevos productos, sistemas y procesos para lograr este objetivo.
Al cumplir con esto, es obvio que la prefabricación podrá dar una solución adecuada al déficit de vivienda que enfrentan varias ciudades en el mundo. Para mí queda claro, tratándose de precolados o pretensados de concreto su uso y cualidades no se ha limitado, todo lo contrarío, día a día se avanza más en nuevas tecnologías que dan soluciones efectivas. El concreto no ha dado ni la mitad de su potencial a la humanidad, la situación es convertirlo en un agente amigable a través de un uso responsable por parte nuestra”.