[ P U N T O ]
D E   F U G A Por Gabriela Célis Navarro
     

> Una joya en concreto

que abordaremos dado que está próximo a cumplir cien años de haber sido terminado y al cual el mismo Wright consideraba como “mi pequeña joya”. Entre las innovaciones en materiales que presentó el genio usoniano para esta obra destaca, como se dijo, el uso del concreto reforzado —con el fin de bajar los costos de construcción— el cual, con el vidrio y el acero en conjunto, glorifican el ideal de libertad del interior que, a su vez, irradia hacia el exterior.
El exterior del inmueble, en cemento gris —con cuatro caras idénticas para que el colado pudiera ser usado muchas veces si así se deseaba— pareciera por momentos una fortaleza; sin embargo, al interior, el arquitecto muestra toda su grandeza al darnos una estupenda cátedra de geometría a través del vidrio, la luz y los juegos de los volúmenes todo en una gran armonía que queda patente especialmente en la sala de oración consistente en un gran salón delimitado por cuatro paredes de concreto, techado por una losa plana. La luz del lugar entra a través de ventanas ubicadas tanto en muros como en el gran lucernario central abierto en la losa del techo. Sin duda alguna, la extraordinaria y sobria expresividad desarrollada aquí por Wright está basada, entre otras cosas, en el uso de los planos del concreto, con sus basamentos llenos y sus paños de ventanas divididos por pilares. De esta obra también destaca, sin lugar a dudas, el estilo de inspiración japonesa tan del gusto de Wright, de líneas puras, tanto en el mobiliario como en la decoración, los cuales, en conjunto, juegan con las líneas y ritmos horizontales hasta en pequeños detalles como son los asientos o las lámparas. Resulta importante señalar que la obra cuenta con una fundación dedicada desde 1973 a su cuidado, preservación y restauración lo que asegura que la obra perdure por mucho tiempo más.

S iempre que se habla de la historia del concreto en e l mundo sale el nombre de Frank Lloyd Wright, quizás el arquitecto  
norteamericano más importante de la historia de la arquitectura de ese país. De la obra de este personaje tan lleno de matices y complejidades destaca, por su trabajo con el concreto reforzado, el Templo de la Unidad (Unity temple) de la Iglesia Unitaria Universal —considerado monumento nacional de los Estados Unidos en 1971—, localizado en la zona residencial de Oak Park, en Chicago, al
 
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Construcción y Tecnología®
Marzo 2007